PNV y PSE acuerdan que haya una festividad feminista, pero no la fecha

Las críticas se dirigieron especialmente hacia la consejera de de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, quien el pasado 22 de febrero propuso que el 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- sea en 2024 una de las fiestas laborables. La iniciativa tampoco sentó bien en Emakunde y en las asociaciones feministas por no haber sido consultadas por la consejera antes de lanzarse al ruedo. La medida se quiere incluir en el procedimiento habitual de consultas por el que la Dirección de Trabajo del Gobierno Vasco establece el calendario laboral anual.

El debate en el Parlamento fue propiciado por una proposición no de ley presentada por Elkarrekin Podemos, posteriormente transaccionada como enmienda con EH Bildu. La duda radicaba en si el PNV, a quien la propuesta realizada por Mendia el día 22 le pilló por sorpresa, apoyaría o no la iniciativa en el pleno. Los dos partidos que conforman el Gobierno Vasco llegaron con los deberes hechos y presentaron una enmienda a la totalidad en la que si bien se da luz verde a que se incorpore el festivo, a su vez se deja abierta la fecha para que sea acordada con Emakunde y las asociaciones feministas.

Los jeltzales dejaron clara su postura por boca de Maitane Ipiñazar, quien calificó de «totalmente lícita» la iniciativa, dado que entra dentro de las competencias de la consejera. Ipiñazar, eso sí, puntualizó que «este proceso necesita una parada para la reflexión y escuchar a los agentes implicados».

Por su parte el socialista Ekain Rico criticó a Podemos. En su opinión, los morados «se han hecho una autoenmienda a la totalidad» al desdecirse de su postura inicial y en lugar de pedir incorporar en el calendario laboral de 2024 una festividad feminista «solicite seguir reflexionando».

La portavoz de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, explicó que su propuesta «no consiste en declarar forzosamente el 8 de marzo como festivo, ya que hay otras muchas fechas posibles, buenas todas ellas».

La parlamentaria de EH Bildu Oihana Etxebarrieta rechazó la propuesta de Mendia que considera un intento de «apropiación». Defendió que para el movimiento feminista el 8 de marzo y el 25 de noviembre han sido «días de lucha, no festivos». Además, pidió que se fije un día no laborable «que no sea de cara a la galería, que venga para quedarse».

La parlamentaria de PP+Cs Laura Garrido criticó tanto a Podemos como al PSE. Respecto a los primeros denunció su postura «cuando su ministra, la señora Montero, ha impulsado la ley que supone un atropello contra las mujeres». A su vez, advirtió de que el PSE intenta hacerse un «lavado de cara ante la sangría de votos que está perdiendo».

Por último, Amaia Martínez (Vox), acusó a los partidos de la izquierda de estar en una «competición acelerada por ver quién patrimonializa en mayor medida el rédito electoral del feminismo».

Idoia Mendia no participó en el pleno al no ser parlamentaria. Al finalizar el mismo declaró que si no se llega a un acuerdo en torno a la elección del 8 de marzo como festivo, las alternativas serían el 19 de marzo, festividad de San José y Día del Padre o el 25 de julio, fecha por la que no apuesta porque es fiesta en Álava (Día del Blusa). «Si Emakunde busca un consenso con las asociaciones feministas y propone una fiesta distinta y tiene arraigo en el territorio no estamos cerrados a nada», zanjó.