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De izquierda a derecha Carles Riera (CUP), efe

La expectativa de un cambio tras el 14-F catalán, en las manos de ERC

Incluso con la victoria de Illa, la llave la tendrá Junqueras, que deberá optar entre seguir con JxCat o un pacto con los comunes con apoyo externo del PSC

Alberto Surio

San Sebastián

Domingo, 7 de febrero 2021, 07:33

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Las elecciones catalanas del 14 de febrero se producen en un contexto inédito, con una tercera ola de la pandemia que se ha agudizado en las últimas semanas, con una logística especial para garantizar la seguridad sanitaria en los comicios y bajo la losa del riesgo de una abstención histórica.

La pregunta que se hacen numerosos politólogos y expertos en demoscopia es si esta cita tan extraordinaria puede abrir un cambio de ciclo en Cataluña después de unos años en los que el procés independentista iniciado hace una década ha experimentado un lógico desgaste entre sus propias bases sociales. El soberanismo se encuentra muy atomizado en sus ofertas. El espacio postconvergente se ha fragmentado hasta en tres partidos (Junts per Catalunya, PDeCAT y Partit Nacionalista de Catalunya).

Algunos comparan las elecciones del 14-F con los comicios de abril de 2001 en el País Vasco, con la expectativa de un cambio a favor del constitucionalismo entonces liderado por el PP de Jaime Mayor Oreja que polarizó la campaña. Y subrayan que tanto entonces como ahora las opciones de éxito de un candidato no nacionalista podrían reactivar al electorado más soberanista.

Sin embargo, hay evidentes diferencias de contexto político y social. La expectativa de triunfo de Mayor llevó incluso votantes del PSE a apoyar a Juan José Ibarretxe en las urnas, según reconocen fuentes nacionalistas. Y este escenario no se da en este momento con un perfil como el de Salvador Illa, transversal, alejado del frentismo y que no suscita rechazo en otros bloques ideológicos. La última encuesta del CIS vuelve a darle la victoria a Illa y retrata un vuelco electoral en el que el independentismo no alcanzaría la mayoría absoluta y el PSC se beneficia del desplome de Ciudadanos. En La Moncloa impera un cauto optimismo. «Vamos a pasar del 'efecto Illa' al 'afecto Illa', es decir Cataluña quiere a España y España quiere a Cataluña, esa es la clave del éxito, se acabaron los bloques», asegura un asesor de Pedro Sánchez.

Pero la campaña tiene otras caras y otras miradas. El analista Frances Marc-Alvaro se pregunta si estos comicios servirán para «desencallar la situación y arrancar los motores», más allá de que el independentismo logre revalidar su mayoría absoluta. En esta lógica de buscar salidas ve al PSC, a los Comunes y a Esquerra, y en la espiral del bucle al PP, Ciudadanos, Junts y las CUP. «Lo más interesante y audaz», señala a este periódico, «podría ser un Gobierno de Esquerra y los comunes con el apoyo externo del PSC, pero para ello hace falta que Aragonès quede delante de Borràs y gane a Illa».

En opinión de Marc-Álvaro, este gobierno debería plantearse tres retos: represtigiar las instituciones de autogobierno, buscar pactos transversales de país (en salud, educación o política social), y «vehicular el conflicto derivado del procés hacia el carril de la estricta política». Un marco en el que encajarían los indultos a los líderes del procés «midiendo los tiempos para que fuera elegante la escenificación».

«Para que desencalle la situación sería interesante un Govern de ERC y los comunes con el apoyo externo del PSC»

Frances Marc-Alvaro

Mientras tanto, la campaña sigue su curso con un elevado índice de indecisos y un peligro, el de una abstención histórica. No solo por la pandemia, sino por un cansancio social que está muy repartido y no se puede atribuir tan solo a un bloque ideológico. El PSC inició fuerte con el 'efecto Illa', pero ahora su desafío es mantener la expectativa sin que se desfonde. En ERC se muestran satisfechos por la presencia de Oriol Junqueras –excarcelado gracias al tercer grado–, ya que introduce un punto de épica junto al discurso de Aragonés. Y Borràs, que no era la candidata de Carles Puigdemont, hace campaña por Junts con un discurso más sentimental, aunque con el expresident un tanto desdibujado.

Cambio difícil

La periodista catalana Mónica Terribas, que en su día fue directora de TV3, cree que «es difícil que se produzca un cambio en una época de tanta crisis social, humana y sanitaria» porque «no ha tenido tiempo la clase política ni los partidos para repensar todos sus programas». En su opinión, la urgencia y la necesidad de estar en la primera línea, ya desde el Gobierno como desde la oposición, han impedido abrir una reflexión antes de los comicios. «Estamos en Cataluña con 1.700.000 personas en una situación de riesgo y de exclusión y pobreza, eso exige una articulación de pactos globales imprescindibles al margen de la lucha por la amnistía y la negociación, que son más complicados de conseguir, pero sí debería ser posible visualizar que todos los partidos comparten las mismas prioridades ante la emergencia».

«Es muy difícil avanzar cuando no hay un proyecto común en el independentismo ni siquiera en la actual crisis»

Mónica Terriba

Terribas, que se acaba de incorporar la dirección de Òmnium Cultural, cree que debido a la elevada judicialización y la inhabilitación de Torra, el independentismo no ha conseguido encontrar un terreno común. «Las heridas que dejó el 2017 no han sido superadas por los nuevos dirigentes, por lo que se me hace muy complicado pensar que esta legislatura sea muy productiva con unas bases comunes. Sin proyecto claro y compartido es muy difícil avanzar».

«No creo en un cambio real, el independentismo volverá a ser mayoría y eso ayuda a mantener el bucle»

«No creo en un cambio real, el independentismo volverá a ser mayoría y eso ayuda a mantener el bucle»

El historiador Jordi Canal, muy crítico con la deriva del procés independentista, se muestra también muy escéptico sobre las posibilidades de un cambio profundo en la relación de fuerzas. «Todo depende de los resultados, un buen resultado de PSC y ERC abonaría la idea de regresar al tripartito, aunque Junqueras está imponiendo últimamente más dureza».

Canal pronostica una nueva mayoría independentista «en diputados, aunque sea por poco, y eso ayuda a mantener el bucle». Su percepción es que la abstención va a castigar fuerte a Ciudadanos. «No creo en un cambio real. Soy bastante pesimista», asevera. A su juicio, aun cuando los independentistas «están muy divididos, sigue habiendo muchas cosas que les unen». En su opinión, «una vez que los puigdemontistas se han lanzado al monte, debe esperarse a ver si ERC ha aprendido alguna lección o no. Esta es la clave».

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