«Existe el riesgo de que esta crisis nos pueda pasar factura electoral»

«Espero y deseo que no, pero existe el riesgo de que esta crisis nos pueda pasar factura electoral». Lander Martínez aseguró anoche a este periódico que tras cinco horas de reunión y de debate «profundo, transparente, enriquecedor y respetuoso», se llegó a un compromiso por la unidad, aunque no hubo consenso en cuanto a la fórmula para alcanzar dicha concordia, ni pese a la buena disposición y actitud de los miembros de la cúpula de Podemos. En este sentido, eso sí, todos los líderes territoriales estuvieron de acuerdo en que la confianza era el fundamento para poder mejorar las dinámicas internas de la formación morada.

El secretario general del partido en Euskadi salió con «buena sensación» de la reunión de la Ejecutiva, y con el convencimiento de que la solución final a la crisis desatada tras la marcha de Íñigo Errejón competía únicamente a la Comunidad de Madrid. «Es que cada territorio debe solucionar sus problemas. A mí no me corresponde decir cómo deben hacerlo, como a nosotros, en Euskadi, tampoco nos gustaría que vinieran de fuera a arreglar nuestros asuntos». Un conflicto, el de Madrid, que podría pasar «factura electoral» a la formación, a cuatro meses de unas municipales, porque, a juicio del líder vasco, «cuando al final una crisis se hace tan mediática siempre tiene consecuencias».

Lander Martínez llegó ayer a Madrid con la intención de hacer un ejercicio de responsabilidad y autocrítica, de tratar de resolver en un órgano democrático la crisis pero, sobre todo, con la idea de que toda situación de conflicto es «recuperable y remontable», tal y como se recogió en la reunión de líderes territoriales la semana pasada en Toledo. Y explorar todas las vías posibles para generar ilusión y atajar las crisis internas. Esta es la baza que defendió la dirección vasca para hacer frente a las desavenencias que conviven en el seno de Podemos. Así lo trasladó el secretario general de la formación en Euskadi a la Ejecutiva de urgencia celebrada ayer en la sede morada de la madrileña calle Princesa.

Lo venía defendiendo estas últimas semanas: lo que toca en estos momentos de crisis es ser humildes y hacer autocrítica. Porque ante los conflictos, Martínez aboga siempre por el diálogo. Y pone como ejemplo, el «buen hacer» de Podemos Euskadi. A su juicio, los dirigentes vascos han sabido llegar a acuerdos entre formas de pensar diferentes, pese a sus tensiones y errores, que los ha habido. Pero más allá de las polémicas que han aflorado tanto en Madrid como en otras comunidades -Galicia, Cantabria o Navarra-, en estos momentos la formación en Euskadi tiene el foco puesto en un objetivo más práctico: trasladar toda la confianza necesaria a sus votantes y militantes para seguir con todo el trabajo pendiente de cara a las elecciones y enraizarse así en los territorios vascos.