Euskadi gana peso en la inversión del Estado con 559 millones y rompe su tendencia a la baja
En el reparto de autonomías, el País Vasco recibirá una dotación del 4,2%, tres décimas más que en los Presupuestos actuales
En los últimos años Euskadi venía sufriendo una mengua en las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado, con dotaciones millonarias en descenso en lo ... que ya parecía una tendencia casi sistemática. Hasta que este jueves esa inclinación a la baja, aunque tímidamente, se rompió. La Comunidad Autónoma Vasca mejoró su posición y recibirá en 2023 un total de 558,9 millones de euros, 47 más que en las Cuentas que actualmente están en vigor (512 millones)
Según se desprende del apartado de distribución territorial de la inversión real de los Presupuestos, esta cifra supone un 4,2% sobre el total de los 13.443,93 millones previstos en las Cuentas elaboradas por el Gobierno PSOE-Unidas Podemos para inversiones a repartir entre las autonomías, y que este jueves entregó en el Congreso de los Diputados la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.
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Y el propósito es firme: tratar de salvar el proyecto, el último de esta legislatura, con la connivencia de los socios que facilitaron la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. Pero los escaños de PNV y EH Bildu en la Cámara baja, once en total, no serán gratis. Y son imprescindibles para que vean la luz unas Cuentas públicas que disparan el gasto social con el objetivo de aliviar el zarpazo económico de la crisis que ha provocado la invasión rusa en Ucrania.
Ambos partidos vascos declinaron este jueves hacer una valoración detallada sobre la propuesta -aún deben leer y estudiar con detenimiento la letra pequeña-, pero lo cierto es que en un primer impacto se desprende un escenario en positivo tras el incremento de las partidas con destino Euskadi. El 4,2%, además, se acerca un poco más al peso real de la comunidad autónoma, que representa el 5,9% del PIB nacional y el 4,62% de la población española.
Aunque el País Vasco aún se quede lejos del 5% que recibía en 2018, en época prepandémica, se ha visto sin duda beneficiada -igual que el resto de comunidades, excepto Murcia y Castilla y León, gobernadas por el PP, que son las únicas autonomías en las que disminuye la inversión respecto al proyecto del año pasado- por el montante total del Presupuesto más expansivo desde 2010. Unas Cuentas con un margen suficiente para que el plan anticrisis pueda extenderse durante todo el 2023. De hecho, Hacienda aclaró ayer que las Cuentas públicas tienen «holgura» ante el riesgo de que el impacto económico de la contienda bélica se dilate aún más en el tiempo.
Quienes más salen beneficiadas son Cataluña (2.308,92 millones) y Andalucía (2.318,85), que se suman el mayor montante económico sobre el total de inversiones (17,2% respectivamente); además de Euskadi, Cantabria, Navarra, Extremadura y la Comunidad de Madrid.
Negociación con PNV y EH Bildu
Euskadi ve incrementar así en tres décimas sus inversiones para el próximo año en comparación con lo que se había consignado para este ejercicio, que en un principio era del 3,8% y acabó por definirse en un 3,9%. El motivo: la ardua negociación que el Gobierno central mantuvo con PNV y EH Bildu, que consiguieron arañar al Ejecutivo nuevas partidas que acabaron por transformar los 490 millones de euros previstos inicialmente en los 512 que acabaron plasmados en el texto final. Por lo que los 559 millones que recibirá la Comunidad Autónoma Vasca y que se recogieron este jueves el proyecto presupuestario tan solo es una cifra provisional, a la espera de que se abra formalmente la negociación con PNV y EH Bildu y los partidos vascos puedan jugar sus cartas e intercambiar partidas en beneficio de los tres territorios vascos por votos: seis del partido jeltzale y cinco de la coalición soberanista. Y, de momento, no está todo hecho. Lo único claro, hasta el momento, es que de los 559 millones, Adif invertirá 341 millones a Euskadi, 245 de los cuales estarán destinados a la 'Y' vasca.
Desde Sabin Etxea siguen insistiendo en que el Gobierno deberá cumplir con los compromisos pendientes -entre ellos, los traspasos estatutarios y algunos de los puntos del acuerdo de investidura que siguen sin estar cumplidos- antes de negociar las Cuentas. Y Moncloa ya reconoce sin tapujos que el cara a cara con los nacionalistas vascos será «complicado», sabedor de que las relaciones no atraviesan hoy su mejor momento. Una negociación que será igual de «complicada» que con ERC, que ya ha advertido al Ejecutivo que tendrá que «sudar» para amarrar sus 13 escaños. EH Bildu, por su parte, ya ha adelantado que no pondrá líneas rojas, pero que será exigente para que las Cuentas tengan un reflejo social evidente.
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