Secciones
Servicios
Destacamos
cristian reino
Barcelona
Domingo, 15 de septiembre 2019, 22:27
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Las bases de Esquerra Republicana ratificaron este domingo a la cúpula del partido, presidida por Oriol Junqueras, con Marta Rovira como secretaria general y Pere Aragonès, como coordinador nacional, y Marta Vilalta, secretaria general adjunta. Esquerra sentó así los cimientos para afrontar la nueva etapa política que se abrirá tras la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés'.
En realidad, lo que hace el partido es blindarse contra el fallo judicial y asegurarse, pase lo que pase, una transición pacífica, sin apenas oposición interna, lo que ya es una novedad en ERC, que en el pasado experimentó cambios muy convulsos en su dirección, como en la época de Carod Rovira o Joan Puigcercós.
Desde que Oriol Junqueras pilota la nave republicana, la disidencia interna ha brillado por su ausencia. Al cierre de esta edición, no se conocían aún los resultados de la votación, pero solo había una lista en liza y se esperaba que los 9.000 militantes de ERC que estaban llamados a votar en el 28º congreso de la formación dieran un apoyo muy mayoritario a su dirección.
La cúpula republicana ensayará a partir de ahora una especie de bicefalia. La máxima autoridad seguirá siendo Oriol Junqueras, que es el presidente del partido. Es quien manda y a quien todos consultan en prisión cuando tienen que tomar una decisión. No obstante, Junqueras será inhabilitado con toda seguridad si es condenado por el Tribunal Supremo. La condena le cerrará el paso como futuro candidato a la presidencia de la Generalitat. Por ello, ERC ha diseñado una cúpula con dos cabezas. Junqueras mandará en el partido y Pere Aragonès está llamado a ser el candidato a la presidencia de la Generalitat y con posibilidades, según las encuestas, de ser el sustituto de Quim Torra.
Además de máximos ejecutivos, Junqueras (en prisión) y Rovira (desde Ginebra), actuarán también de referentes morales para las bases. Más aún en un tiempo en que ERC es blanco de las críticas del secesionismo tras el giro hacia posiciones más pragmáticas. Ante las acusaciones de haberse rendido al autonomismo o de haber renunciado a la vía unilateral, Esquerra se guarda la carta de poder decir que tiene a su presidente en prisión y a su secretaria general en el 'exilio', según la terminología independentista. Un buen escudo para quien les llame 'botiflers' (traidores), que son muchos.
ERC refuerza a su cúpula de cara a la sentencia y pone al partido en la cámara de salida para la contienda electoral en Cataluña, con la que pretende dar el 'sorpasso' definitivo y arrebatar el poder a los posconvergentes. Esa es su apuesta para responder a la sentencia, aunque Torra y Puigdemont se resisten porque no quieren perder la presidencia de la Generalitat.
Esquerra se prepara además para el congreso que celebrará en el mes de noviembre donde consumará el giro estratégico emprendido desde el fracaso del proceso secesionista en octubre de 2017.
Tras ser los máximos defensores del 1-O y de la declaración de independencia del 27-O, los republicanos han dado un giro de 180 grados a su estrategia. Han aparcado la vía unilateral, priorizan el diálogo, apuestan por ampliar a la base secesionista, abogan por facilitar la gobernabilidad en España y avisan a su militancia de que la independencia va para largo. La estrategia choca con la de JxCat, formación en pleno proceso de refundación.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El juzgado perdona una deuda de 2,6 millones a un empresario con 10 hijos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.