Eneko Andueza, portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco. josé ignacio unanue
Eneko Andueza | Portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco

«Debemos la verdad a la familia Zabalza aunque nos pueda doler y avergonzar»

Andueza afirma que le «sorprende que algunos partidos pongan el acento únicamente en unos casos, cuando aún hay cientos de crímenes de ETA sin resolver»

A. González Egaña

San Sebastián

Domingo, 11 de abril 2021, 07:37

Eneko Andueza (Eibar, 1979) se estrenó hace siete meses como portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco, cargo en el que, confiesa, disfruta « ... mucho». «Siento mucho orgullo y una inmensa responsabilidad», asegura mientras repasa la actualidad política que, aunque sigue condicionada por la pandemia, deja un resquicio para hablar de cuestiones como el autogobierno o la memoria y el derecho a la verdad de las víctimas. En ese último asunto y referido a los afectados por todo tipo de violencias, también en el caso de Mikel Zabalza, cuya familia pide reabrir la investigación, Andueza aboga por llegar hasta el final «caiga quien caiga».

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–Cumple siete meses de portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco en plena pandemia del Covid. ¿Cómo lleva la nueva responsabilidad?

–Nunca me he considerado un político de gestión, a pesar de que me tiré dos legislaturas y pico gestionando en el Ayuntamiento de Eibar. Me siento bien en el debate. Estoy aprendiendo mucho y me encuentro tremendamente a gusto, aunque vivimos una situación excepcional. con todos los debates condicionados por el Covid.

–Una de las últimas novedades sobre ese asunto ha sido el anuncio de Pedro Sánchez de que no prorrogará el estado de alarma. Iñigo Urkullu afeó al presidente que no lo contrastara antes con las comunidades autónomas. ¿Comparte ese enfado?

–Urkullu acostumbra a anteponer su posición como lehendakari para que sea el primero en ser informado o tomar determinadas decisiones que corresponden al Gobierno de España. Hay partidos aquí que le han reprochado lo mismo, pero él sabe que cuando alguien está al frente de un Gobierno hay cosas que no necesariamente tienen por qué ser comentadas ni consensuadas.

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–El foco de la polémica está ahora en el asunto de las vacunas. ¿Se puede ser tan optimista como lo era Andoni Ortuzar hace una semana para pensar que Euskadi será de los primeros en tener el 100% de vacunados?

–¡Ojalá! Pero en este tipo de cuestiones siempre prefiero ser prudente. Algunos pueden pecar de un exceso de confianza, que incluso puede llegar a parecer hasta una fanfarronería, y creo que esas fanfarronadas están más que de sobra.

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–¿Cómo debe resolver el Gobierno Vasco el lío de la vacunación suspendida con AstraZeneca?

–Redefiniendo la estrategia de vacunación en función de las previsiones y de la disposición de vacunas de otras farmacéuticas. Evidentemente, la suspensión temporal de AstraZeneca es un contratiempo, lo que no quiere decir que no se tenga que imprimir otro ritmo acelerado con otras vacunas para que en verano se puedan cumplir las previsiones. Habrá que recalcular y adecuarlas para que el ritmo no baje.

–¿El PSE ha conseguido tener más peso en el Ejecutivo vasco como pretendió con la entrada de Idoia Mendia como vicelehendakari y consejera?

–La propia presencia de Idoia Mendia en el Gobierno de coalición es importante porque indica un compromiso inapelable del partido empezando por su propia secretaria general en la gestión de esta situación de pandemia. Y sí, hemos ganado peso, y en cuanto superemos esta pandemia, vamos a tener un protagonismo muy importante en la política vasca porque gestionamos departamentos que se van a ver muy afectados por las consecuencias del Covid.

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–¿Molesta que la oposición les critique diciendo que hacen «seguidismo» de la política del PNV?

–La impronta que le ha dado el PSE al acuerdo de gobierno de coalición es absolutamente innegable. Y lo que cabría es preguntarse quién le marca el ritmo a quién.

–Las transferencias pendientes sufren un nuevo retraso a junio. ¿Es el cuento de nunca acabar...?

–Prefiero que las transferencias se hagan bien a que se hagan rápido. Una transferencia mal gestionada podría generar problemas porque en un futuro otros gobiernos de otro color podrían revocarlas. Aquí estamos siendo prudentes.

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–¿Qué va a cambiar con el traspaso de Prisiones?

–Vamos a tener conocimiento pleno de cuál es la situación de las cárceles vascas y se podrán tomar decisiones en lo que respecta a esa política penitenciaria aquí. Pero todo aquel que quiera ver otro tipo de cuestiones o intereses creo que se equivoca.

–¿Se refiere a los que temen que en Euskadi pase algo similar con los presos de ETA a lo que se da en Cataluña con los del procés?

–Creo que no tiene nada que ver una cosa con la otra. No es una cuestión de oportunismo político.

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–¿Se puede empezar a pensar en mayores acuerdos con EH Bildu en Euskadi después de los entendimientos que se han dado en algunos ayuntamientos?

–Quizás ahora pueda sorprender, pero la normalidad de la que hemos estado hablando durante un montón de décadas era eso, podernos sentar a hablar, a hacer política y llegar a acuerdos sobre cuestiones puntuales o estratégicas de relevancia como puede ser una sesión de investidura, unos Presupuestos, me da igual que sea en un ayuntamiento o en un Congreso de los Diputados. Esa era la normalidad que exigíamos a EH Bildu cuando le decíamos que abandonara las tesis y la política de la violencia para hacer política de verdad. Lógicamente, todavía queda un recorrido ético muy importante porque para vislumbrar otro tipo de futuro en este país y construir una convivencia sólida EH Bildu aún tiene muchas tareas pendientes.

–¿Y cuando las zanjen?

–Entonces hablaremos. Lo que tampoco sería justo es que EH Bildu, en un momento, tuviera la oportunidad de gobernar en algún sitio en este país, dependiendo de otras fuerzas políticas, y fuera ese el momento que eligiera para condenar la violencia. Eso sería un oportunismo que nosotros no estaríamos dispuestos a aceptar. Creo que ahora es muy buen momento para que EH Bildu reconozca la responsabilidad que ha tenido sobre muchísimas cosas gravísimas que han ocurrido en este país.

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–Ese fue el mensaje que dirigió a la izquierda abertzale en los últimos homenajes en memoria de los socialistas asesinados Froilán Elespe y Juan Priede, y por el que Maddalen Iriarte le instó a preguntar a Zapatero y a Eguiguren cuál ha sido el papel desarrollado por Otegi para lograr el final de la violencia en Euskadi. ¿Tiene algo que responderle?

–No pongo en duda que llegó un momento en que Arnaldo Otegi fue proactivo para conseguir la paz, pero eso no significa que la izquierda abertzale, que tiene en su haber cosas tremendamente graves, quede absolutamente eximida de sus responsabilidades pasadas. No. Para nada. Eso es echar una cortina de humo. Y, evidentemente, no tengo que preguntar nada ni a Jesús Eguiguren ni a Rodríguez Zapatero porque sé cual ha sido el papel de Arnaldo Otegi en la historia de este país, no en la más reciente, sino también en la pasada. Todos nos conocemos aquí, todos sabemos cuál ha sido el papel que hemos tenido, qué hemos hecho o dejado de hacer.

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–¿Está de acuerdo con la actitud que está teniendo el Gobierno y el PSOE con las reclamaciones de verdad por parte de la familia Zabalza, un caso ocurrido cuando gobernaba Felipe González?

–El Gobierno socialista lo que está exigiendo a la justicia es que haga su trabajo. Creo que debemos la verdad a todas las víctimas, aunque esa verdad nos duela, porque muchas veces nos puede doler, nos puede avergonzar, pero se la debemos a la familia Zabalza, igual que al resto de víctimas del terrorismo, sean del tipo de violencia que sean. Es una deuda que tenemos pendiente y es una deuda muy grande. Y lo que espero y deseo es que, en este caso como en tantos y tantos crímenes que quedan por resolver, se llegue hasta el final, caiga quien caiga. Quien lo ha hecho, quien lo ha provocado, que lo pague. A mí lo que me sorprende es que algunos partidos estén poniendo el acento única y exclusivamente en el caso Zabalza, cuando hay todavía cientos de crímenes de ETA sin resolver. Yo no solo he condenado todas las violencias, no solo he sido tremendamente exigente y explícito con los GAL y con la hipotética participación que haya podido tener mi partido en esa historia, lo hago con todos porque si estamos hablando de construir convivencia sólida, la verdad tiene que estar presente, es una duda que tenemos con todas las víctimas.

–¿Pero el PSOE no piensa como usted o si lo hace, no lo dice?

–Y yo muchas veces me puedo sentir incluso hasta decepcionado cuando he escuchado algunas declaraciones, pero yo soy contundente: hay que investigar y conocer la verdad. En el caso Zabalza, lo que sí espero y deseo es que este mismo Gobierno, en cuanto se sepa la verdad y la justicia haga su trabajo, que esta vez sí lo tiene que hacer bien, tome las decisiones que tenga que tomar.

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–¿Cree que la justicia lo hará?

–Espero y deseo que así sea, porque creo que es un buen momento para enmendar errores del pasado. La propia justicia tiene que ser consciente de que muy probablemente en aquel momento tampoco estuvo a la altura.

Elecciones en Madrid

–¿Le sorprendió la marcha de Pablo Iglesias del Gobierno?

–Me sorprendió y no terminé de entenderlo. Y sigo sin entenderlo porque me parece que lo único que aporta presentándose como cabeza de lista a la Comunidad de Madrid es agitar el avispero y movilizar a la derecha. Temo que una vez más sea precisamente quien le haga el favor a la propia derecha. No veo a Iglesias ganando el 4-M, más posibilidades tiene Ángel Gabilondo que posee un halo de sensatez y sosiego que creo que es lo que más falta le hace a la Comunidad. El candidato socialista es consciente de lo que le hace falta a Madrid y no es gasolina en el fuego en la figura de Iglesias.

–¿Qué queda del Podemos que llegó a cambiarlo todo?

–Queda muy poco porque con respecto a lo que predicaban se han convertido en todo lo contrario. Esa nueva política no ha aportado absolutamente nada. El fracaso es innegable.

–¿El bipartidismo se está rearmando entonces?

–No creo que el bipartidismo vaya a volver en la manera en que ha estado concebido. La pluralidad es sana y no tiene nada de negativo, otra cosa es que la correlación de fuerzas se vaya asentando y la representación de algunos partidos vaya menguando.

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–¿Qué le parece que Isabel Díaz Ayuso trate de rivalizar con Pedro Sánchez y no con Ángel Gabilondo? ¿Le puede traer consecuencias al Gobierno central?

–Evidentemente, es una estrategia electoral y, habida cuenta de las fantasías de Ayuso, si yo fuera Casado me preocuparía muy mucho porque esta chica parece que no tiene límite. Le puede generar un problema al propio PP porque no me cabe duda de que se ve como alternativa al propio Casado.

–De cara al congreso socialista de otoño, algunas voces no descartaban una salida de Idoia Mendia del liderazgo vasco, pero ella misma aseguró que optará a la reelección. ¿No hay dudas al respecto?

–El liderazgo de Idoia Mendia es incuestionable.

–¿Usted también seguirá liderando el partido en Gipuzkoa?

–Mi decisión no está tanto en mí, sino en lo que decidan mis compañeras y compañeros.

–¿Si apoyan su continuidad?

–Claro que estaría dispuesto. Para mí es un grandísimo orgullo y un honor ser el máximo representante del partido en Gipuzkoa.

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