Las elecciones más abiertas empujan a los partidos a un mes de alta tensión

De arranque, las formaciones buscarán asegurar e incluso mejorar los resultados de las encuestas, que según la publicada el pasado fin de semana por este periódico, sitúa en la 'pole' de salida a un PSOE que se mantiene como fuerza más votada, pero también con dificultades para gobernar. En Euskadi se augura un escenario reñido, con un PNV ganador (6 escaños), un PSE en alza (5), EH Bildu estancada (2), un Podemos destronado (3)y un PP (2) que aspira a frenar a Ciudadanos y Vox.

El PNV asegura que el resultado de la encuesta publicada por este periódico «marca una tendencia» reflejada también en otros estudios recientes en Euskadi. El partido que preside Andoni Ortuzar, que figura en el citado sondeo como la fuerza que ganaría el próximo 28 de abril en Euskadi, cree que esos números respaldan la creencia de que la ciudadanía vasca confía «en lo que hace el PNV». Fuentes jeltzales inciden en el trasvase de votos entre Podemos y PSOE «que opera más en clave madrileña que vasca». Sin pretender confiarse en los resultados, entiende que esa fluctuación entre las dos fuerzas «estatales» refuerza su idea de precampaña de que el apoyo al PNV es «un voto doble porque vale para defender a Euskadi y porque será un voto decisivo». Los jeltzales lo explican con el bagaje obtenido en esta legislatura, donde «el PNV ha sido quien ha conseguido las inversiones, los acuerdos del Cupo y el Concierto, y quienes hemos decidido la balanza en la moción de censura». Las mismas fuentes avisan de que «no es cierto que haya que votar a un partido estatal para frenar a las derechas. El PNV es válido para eso».

Podemos Euskadi no aventura nada. Remarca que las encuestas «diarias y muy variadas» indican tendencias y estados de opinión que, desde luego, se toman «muy en serio», pero que valoran «con cautela». La formación que lidera Lander Martínez, fuerza que ganó en Euskadi en los últimos comicios generales, es consciente de que, en el mes y dos días que restan para la cita del 28-A, hay que tener en cuenta «la enorme incertidumbre y volatilidad», en la evolución de los sondeos. Podemos Euskadi afirma que seguirá poniendo el énfasis en su «trabajo» y en que es «la garantía de que se lleven a cabo políticas progresistas en Madrid y en Euskadi». En lo que respecta a la Comunidad Autónoma Vasca, valoran que se confirma su espacio y que Podemos «ha venido para quedarse en la política vasca». Aprovechan también para afear a los socialistas que «PSOE y PSE no son lo mismo», ya que «en el Estado pactan con Podemos los Presupuestos más sociales de la historia, y aquí acuerdan con el PNV en todas las instituciones y tragan con propuestas económicas y sociales, muy lejos de ser progresistas o de izquierdas».

Por encima de cualquier otra consideración, el PSE-EE tiene claro que no debe olvidar que «no hay nada decidido» a pesar de que, en su caso, las encuestas diseñan un escenario favorable. La fragmentación del voto y la existencia de una amplia base social que decide, «cada vez más tarde», qué papeleta introducirá en la urna, les lleva a pensar que «sacar conclusiones a estas alturas es equivocarse». Para el partido que dirige Idoia Mendia no hay dudas de que hay «una mayoría que quiere que el PSOE lidere este nuevo tiempo», pero pone especial atención sobre el «peligro» que supone la desmovilización que persiguen las derechas. «No vale con ganar, hay que hacerlo con la fuerza suficiente para gobernar», insisten. Su receta para el triunfo de Sánchez pasa por alcanzar una mayoría suficiente para que la unión de las tres derechas «no impida que se pueda iniciar una etapa de consolidación de derechos y modernización del país». En Euskadi creen que la encuesta, que le sitúa segundo, «se va a quedar corta. El PSE puede ser primera fuerza».

EH Bildu remarca que los datos de la encuesta de este periódico, que le da dos escaños, muestran que la coalición lleva «una tendencia ascendente». Afrontan la carrera electoral con «ánimo positivo», ya que sus propios datos revelan que en Gipuzkoa lograrían entre cuatro y cinco escaños. «Tenemos encuestas que nos dicen que seremos primera fuerza en Gipuzkoa», aseguran reconociendo que «va a estar muy apretado». Ponen en valor su alianza con ERC con la que auguran que el 28-A lograrán «sumar un millón de votos».

El PP vasco ve «con preocupación» la «tezanización» del sistema de encuestas, en alusión al responsable del CIS. Tampoco le encajan, en muchos sentidos, «encuestas nacionales» ni las encargadas «por instituciones gobernadas por el PNV». El partido que preside Alfonso Alonso asegura que ellos se fían de sus propios sondeos. «Y nos invitan a ser muy optimistas. Creemos que vamos en la buena dirección porque hemos hecho un trabajo que está calando», afirman convencidos de que PNV y PSE «han cometido muchos errores» que se van a tener en cuenta. Confían en el efecto Casado. «Lo percibimos en la calle y esperamos mantener y subir en votos, incluso en Gipuzkoa», pronostican.