Las 'Memorias políticas' de Eguiguren, un antídoto frente al olvido

Lo presentó ayer en el Palacio Miramar, en un acto multitudinario abierto por Eneko Andueza, secretario general del PSE, que hizo un expreso reconocimiento a quien ha sido uno de los artífices claves del diálogo con ETA que aceleró el final del terrorismo y que goza de una gran autoridad moral en su partido. La presencia de numerosos amigos y compañeros de partido de Eguiguren daba al acto una clara pátina de homenaje y reconocimiento a su trabajo en favor de la paz.

Eguiguren explicó que su libro condensa las vivencias de «un superviviente» que «vivió el infierno de la Transición vasca» cuando ETA intensificó su presión terrorista, y los socialistas y los comunistas defendieron casi en solitario la Constitución frente a la hostilidad o la inhibición de los partidos nacionalistas, explicó. Fue el referéndum constitucional de 1978 el que marcó un punto de inflexión con un resultado en el que el nacionalismo construyó un relato de deslegitimación del Estado y, a partir de ahí, el socialismo comenzó un declive electoral parejo a un proceso de marginación en la sociedad vasca. Evocó que su apuesta por una Euskadi sin violencia ha sido «la pasión de su vida» y recordó precisamente que en el mismo lugar donde se presentaba la obra -el Palacio de Miramar de Donostia- fue en el que se despidió por última vez de su compañero de partido Fernando Buesa horas antes de que fuera asesinado por ETA el 22 de febrero de hace 25 años. El expresidente del PSE reivindicó expresamente que si llegó el final de la violencia en 2011 fue, en buena medida, gracias a la sociedad y a «la valentía que tuvo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En su opinión, el final de ETA fue el fruto de diferentes factores: la presión policial, le ley de Partidos, el diálogo, la reacción social y el cambio de contexto internacional.

El expresidente del PSE admitió que la figura que más impacto ha tenido en su trayectoria fue el exsenador Enrique Casas, líder de los socialistas guipuzcoanos, asesinado en 1984, y que fue el arquitecto organizativo del PSE tras su refundación en 1977. Y puso en valor el primer pacto de legislatura entre el PSE y el entonces lehendakari José Antonio Ardanza tras la escisión del PNV en 1986. «Aquel acuerdo fue un cambio que precedió a la cultura de las coaliciones y del pacto entre diferentes en defensa de la pluralidad, que es nuestro ADN», dijo.

Eguiguren plantea su trabajo como un ejercicio contra el riesgo de la desmemoria entre los jóvenes y glosó el «tiempo de las certezas» en el que la generación de la que forma parte se incorporó a la política desde la izquierda. Al recordar los capítulos relativos al diálogo con ETA en Ginebra y Oslo, rememoró la dureza de algunas conversaciones. Una, que atribuyó al interlocutor de ETA Xabier López Peña, 'Thierry', en la que le anunció que ya podría ir comprando «seis corbatas negras», en un augurio de lo que supondría el final del alto el fuego y la vuelta de los asesinatos. Pero reveló otra confidencia, esta inédita: «Me dijo que si en Euskadi ETA no había ganado políticamente era por culpa del PSOE».

Para el expresidente del PSE, «al igual que Franco se murió en la cama, ETA se murió también en la cama». Es decir, el terrorismo de ETA se agotó estratégicamente como se han ido agotando otros terrorismos -el anarquista o el revolucionario- en el momento en el que apareció en escena el integrismo islámico en su 'guerra santa' de terror contra Occidente. «Yo tenía la intuición de que el terrorismo se había acabado desde el momento en el que la gente de la izquierda abertzale que no me saludaba desde el inicio de la Transición, empezó a saludarme en la calle en Azpeitia. Esa anécdota reveló que el ambiente social había cambiado».

Eguiguren cree que las memorias pueden y deben servir para arrojar luz sobre lo que fue la Transición, los acuerdos entre nacionalistas y no nacionalistas y algunos debates políticos que hoy se muestran de plena actualidad, como por ejemplo la vía de los derechos históricos «que ha sido una de las cuestiones que me han atraído con más fuerza ya desde hace más de 20 años». También cree que el trabajo servirá para desmontar algunos tópicos sobre su figura, que le asocian con posiciones filonacionalistas. «Quienes dicen eso no me conocen ni han leído mis libros, soy constitucionalista desde el primer momento, no de los conversos», ha reconocido en más de una ocasión.

El secretario general del PSE, Eneko Andueza tuvo palabras de gratitud y expreso reconocimiento a Jesús Eguiguren «mi amigo, mi compañero y mi maestro en la política que forma parte de la historia de este país». Reconoció su gran sacrificio, y, a pesar de que «ha sido para muchos el gran incomprendido, ha sido al final reconocido por la inmensa mayoría de la sociedad vasca». En su intervención, Eguiguren afirmó que la posibilidad de un nuevo acuerdo estatutario entre el PNV, el PSE y EH Bildu, si finalmente prospera en un nuevo acuerdo sobre el marco jurídico, «cambiaría el sistema político» vasco.