«Las críticas de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz no reflejan a la mayoría de Podemos»

Pilar Garrido se siente plenamente identificada con 'Sumar', el proyecto en marcha que lidera Yolanda Díaz. La coordinadora autonómica de los morados en Euskadi afirma que las críticas de Pablo Iglesias a la vicepresidenta «han sido inoportunas y no reflejan la opinión mayoritaria de Podemos».

– ¿Qué le dice la imagen del regreso del rey emérito en Sanxenxo?

–Me produce vergüenza y bochorno. Es reírse de la ciudadanía y una nueva constatación de lo anacrónica que es la monarquía.

– ¿Hay madurez para ese debate monarquía-república?

–Claro, la ciudadanía es mayor de edad. Si Unidas Podemos tuviera mayoría en el Gobierno defenderíamos el referéndum sobre la forma del Estado. No hay que tener miedo a preguntarle a la gente. Es una asignatura de primer curso de democracia.

–¿Sintoniza con el proyecto de Yolanda Díaz para recomponer un nuevo espa cio de izquierda?

–De lleno. Es un proyecto ilusionante que trata de construir, a través de la escucha y de la reflexión colectiva, que busca aunar diferentes sensibilidades y diversas voces alrededor para hacer un país mejor, con más derechos, más democrático.

– ¿Podemos está incómodo con ese proyecto?

–Yo creo que no, yo no estoy nada incómoda, al revés, estoy ilusionada. Podemos Euskadi está ilusionada con este proyecto que hemos compartido con Yolanda desde hace tiempo, seguimos acompasadas en esta hoja de ruta. Quizá se pone el foco por parte de los medios en pequeñeces y tensiones que no reflejan la hoja de ruta que compartimos.

– Las críticas de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz en las últimas semanas han sido elocuentes. Ha sugerido que se había equivocado al proponerle como relevo....

–Primero habría que aclarar que Pablo Iglesias ahora no está en la dirección de Podemos, no es la voz de Podemos, mostró una opinión particular, en ese momento se sentía dolido, hablaba más con las tripas... En todo caso creo que no expresa el sentimiento de Podemos como organización, que sigue acompañando y empujando el proyecto de Yolanda. No refleja a la mayoría de Podemos.

– ¿Le dolieron esas críticas?

–Las puedo entender y respetar, pero fueron inoportunas. Tampoco sé exactamente a qué responden pero creo que venían muy de dentro. Pasados unos días creo que no las volvería a repetir porque en el fondo Pablo Iglesias sabe que Yolanda es la persona más capacitada para llevar adelante el proyecto que él mismo ha construido.

–¿Ha hablado con Iglesias de este asunto, por cierto?

–No.

– ¿De qué se trata, de recomponer el espacio que está a la izquierda del PSOE?

–No creo que solo se trata de recomponer o sumar a los que estamos o ya hemos estado en ese espacio. Es una parte importante, no suficiente. Se trata de ir más allá, de ensanchar el proyecto y llegar a nuevas mayorías sociales.

– ¿No vislumbra el riesgo de convertirse en una especie de Izquierda Unida grande?

– ¿A qué se refiere exactamente?

– A que al final la operación desemboque sobre todo en una suma de siglas con un resultado similar al que en su día obtuvo Julio Anguita en el mejor momento de Izquierda Unida.

–El proyecto debe ser mucho más amplio y más diverso, deben confluir muchas sensibilidades, ir mucho más allá de la suma de siglas.

– ¿La marca de Podemos debe seguir existiendo dentro?

–Yo creo que sí, creo que a todo esto hay que darle tiempo, estamos sin arrancar el proceso pero, en principio, creo que no pasa porque desaparezcan los partidos políticos o que desaparezca Podemos. Y junto al espacio de Podemos habrá otros espacios más ligados al movimiento social que amplíen el espectro y aporten frescura.

– Podemos nació como impugnación al sistema y Yolanda Díaz no habla de eso.

–Estamos en otro contexto diferente, es verdad que Podemos nace con ese marchamo de fuerza impugnadora, pero ahora planteamos medidas y políticas sociales que refuercen los derechos de la gente, por eso Yolanda habla de cosas cotidianas y de la vida de las personas.

– ¿Se siente cómoda con el Gobierno de coalición con el PSOE?

–Siendo consciente de las dificultades que hay, y de las contradicciones, por supuesto que sí, a pesar de los pesares. Aunque hemos sufrido la crisis más grave tras la pandemia y la guerra se han logrado avances en cuestiones estructurales y hemos respondido de otra manera a la salida de la crisis, en comparación con la de 2008.

– ¿El PSOE le decepciona?

–Algunos días desde luego sí, pero la coalición hay que verla con perspectiva, con sus luces y sombras y son más las luces. Sobre todo cuando vemos a unas derechas que dan mucho miedo.

– Pues las encuestas en Andalucía pronostican un batacazo histórico de la izquierda...

– Está complicado. Veremos, en Andalucía hay mucha preocupación viendo las políticas regresivas de la derecha. Si hasta han vuelto a poner nombres de fascistas en algunas calles y están desmantelando políticas de igualdad.

– Pero la candidatura de la izquierda unitaria ha sido un fiasco...

–Se ha hecho con prisa, es verdad. Había poco tiempo para construir conjuntamente, pero me quedo con el resultado. Siempre son aprendizajes.

– ¿No hay demasiado ruido en torno a la coalición PSOE-Unidas Podemos y sus diferencias?

–Es verdad que ese ruido a veces la perjudica, pero también es verdad que sin tensionar al Partido Socialista es muy difícil llegar a aprobar medidas claramente progresistas. Siento todo el rato que estamos arrancando decisiones al PSOE, que se niega a dar pasos adelante. y podría poner multitud de ejemplos, desde el Salario Mínimo hasta la ley de Vivienda.

– ¿Y la última polémica por la abolición de la prostitución?

–Claro, es un asunto complejo que requiere un debate profundo, no que alguien se quiera poner la medalla a toda prisa para decir que lleva la bandera de la igualdad.

– ¿Agotará Pedro Sánchez la legislatura?

– Sin duda.

– ¿Con qué socios?

–Con los aliados de la investidura, no veo otra posibilidad. Nos quedan muchas cosas por hacer. Y ERC y EH Bildu deben seguir estando en ese viaje.

– ¿Por qué el electorado de la izquierda está desmovilizado y el de la derecha todo lo contrario?

–El electorado de la izquierda siempre ha sido así, más fraccionado, con mayores disputas, y es el que más fácil se desactiva, la derecha está siempre movilizada. El reto es ilusionar a esa mayoría social progresista, movilizar y llegar al corazoncito y a las tripas de esa gente que se queda en casa.

– Al corazoncito, a las tripas y a la cabeza...

–Más al corazoncito y a las tripas. Mover las emociones.

– ¿Le inquieta que la suma PSOE-Unidas Podemos no sume en la próxima legislatura?

–Mucho. Inquieta mucho que las derechas más radicales lleguen al poder.

– ¿En algún momento han pensado que el escándalo del espionaje tumbaría al Gobierno?

–Fue un momento difícil, aunque creo que el Gobierno es capaz de superar todas esas contradicciones porque todos coincidimos en que debe subsistir.

– ¿Se han depurado suficientes responsabilidades?

–No, el PSOE no tiene interés en levantar la alfombra. Se ve en todas estas cuestiones como la Monarquía o el caso Pegasus. Se le ve al PSOE como partido de régimen.

– ¿Pero ustedes también están sentados en el Consejo de Ministros y también tienen acceso a los informes del CNI?

– Hemos pedido información porque no la tenemos. Tampoco creo que esa información pase por la mesa del Consejo de Ministros, pero pedimos que esas explicaciones se den a la ciudadanía que se merece saber lo que ha pasado con un compromiso, claro, de que no vuelva a pasar nunca más.

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