Borrar
Ocho cartas a ETA de sus víctimas

Ocho cartas a ETA de sus víctimas

Con estas misivas expresan el dolor insoportable que han padecido en estos 50 años de horror de la banda terrorista

dv

Viernes, 4 de mayo 2018, 06:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ana Iribar Cuartero

Viuda de gregorio ordónez | concejal del pp

«Aunque así se me ha sugerido, ni puedo ni pretendo que estas líneas se interpreten como una carta dirigida a una organización terrorista. Nada tengo que decir a quienes decidieron amenazar, secuestrar, robar, traficar y asesinar. ¿Qué puedo decir a quienes el 23 de enero de 1995 dispararon contra la nuca de Gregorio Ordóñez? Nada tengo que preguntarles. Sé quiénes le mataron, sé que uno de sus asesinos disfruta ya de libertad, sé por qué le mataron: para silenciar a un político valiente que defendía la libertad de todos. Sé que cuando deciden aniquilar al adversario político lo hacen para vaciar a una sociedad de voz y de pensamiento e imponer un discurso único, totalitario y etnicista. Nada tengo que pedirles. Su responsabilidad de 50 años de terror es evidente en una lista con más de 800 nombres de hombres y mujeres inocentes. Deberán rendir cuentas a la Justicia por sus asesinatos y ocupar el único espacio público al que cualquier sociedad debe relegarles: el de la vergüenza».

Iñaki García Arrizabalaga

Hijo de juan manuel garcía cordero | delegado de telefónica en gipuzkoa

«Cerráis vuestra existencia insoportablemente tarde y rematadamente mal. ¡Cuánto dolor y sufrimiento habéis generado! ¿Y para qué? Sencillamente, para nada. Costará reparar todas las heridas, individuales y sociales, que habéis generado en estos últimos 50 años, pero ese día llegará. Nadie os echará de menos. Os olvidaremos y aprenderemos entre todos a construir la convivencia y a vivir libres, porque nos hemos liberado de vosotros. Nos lo merecemos. Hemos resistido y hemos vencido a esa perversa idea de que para defender una causa matar a un ser humano era un medio válido. Ese es vuestro único e indigno legado, que ha quedado radicalmente deslegitimado para el futuro. Hemos vencido. Sí señor, hemos vencido».

Josu Elespe

Hijo de froilán elespe | teniente alcalde socialista de lasarte-oria

«Hasta nunca ETA. Nunca hubo razones para que aparecieseis. Ni contexto, ni conflicto, ni guerra. Ni momento histórico, ni cambio social. Nunca os necesitamos, ni os pedimos ayuda. Nunca hubo nada que os empujara a asesinar-secuestrar-amenazar-torturar-chantajear-extorsionar. Ni a uniformados, políticos, periodistas, empresarios, profesores, jueces o personas que pasaban por ahí. Nunca acertasteis, ni modificasteis los valores de las personas a las que atacasteis, ni siquiera los rozasteis. Nunca construisteis nada, ni liberasteis ni salvasteis a nadie de nada. Nunca representasteis ni a pueblos ni comunidades. Nunca nadie os podrá agradecer nada. Nunca hubo tal hastío ante esta ridícula agonía que trata de disfrazar un inmenso fracaso. El miedo se ha convertido en indiferencia. Pudisteis aliviarlo, sacar la mano del agua, lanzar un SOS, pero hasta eso hicisteis mal. Por ello nunca habrá legado peor: la mochila y la deuda política de animadores y acompañantes, y el espejo de la conciencia que espera paciente sin avisar. Agur, ETA».

Susana Ezcurra

Viuda de patxi arratibel | empresario de tolos

«En la carta dirigida a ETA con motivo de su desaparición me gustaría dejar clara mi posición a través de cinco puntos.

1°. Sin reparación no hay perdón. Los asesinos de ETA que dispararon un tiro en la nuca a mi marido, nada me han reparado, ni pedido perdón.

2°. Jamás hubo una guerra, ese es su lenguaje, admitirlo es hacerles el juego y admitir su falsa dialéctica. Tan solo hubo una banda mafiosa y asesina actuando en un estado de Derecho. El 95% de sus asesinatos se produjeron en la transición y democracia.

3°. La petición de perdón de ETA es tibia y ambigua, pues meten en el mismo saco a sus caídos. Solo pretenden el acercamiento de presos.

4°. Además de asesinos, son cobardes, siempre mataron por la espalda, como a mi marido, o con bombas. Nunca cara a cara.

5°. Jamás perdonaré que mis hijos se criasen sin el referente de su padre por ser asesinado, que les robasen ese elemental derecho a base de plomo y sangre con mi hijo de testigo».

Gorka Landaburu

Víctima de un atentado de eta | periodista

«No echaremos de menos a ETA. La banda terrorista se va, ETA se despide y repito que no le vamos a echar de menos. Esta despedida tan esperada y que llega tan tarde, demasiado tarde, nos deja un sabor agridulce: el de la alegría por su disolución y el del dolor y sufrimiento por tantas víctimas que han quedado en el camino.

Todavía me pregunto por qué ETA intentó matarme el 15 de mayo del año 2001. Por qué y para qué asesinó a tantos amigos y tanta gente inocente. Y, sobre todo, por qué muchos le apoyaron y le jalearon, mientras que gran parte de nuestra sociedad adaptó una postura 'cobarde', demostrando así que durante muchos años no estuvo a la altura de las circunstancias.

ETA se va, ETA se despide.

Lo menos que podemos exigir a la banda terrorista es que su cierre de persianas se haga de una manera discreta y con perfil bajo. ¡Nos queda la memoria!»

Barbara Dührkop

viuda de enrique casas | Parlamentario vasco y senador socialista

«Que sepáis que en 2011 dejasteis de distorsionar mi vida diaria. Ese 20 de octubre, nosotros, los ciudadanos, conquistamos la paz, con nuestra valentía y lucha. Por fin dejasteis de matar, por fin no hubo más muertos. Pero que sepáis todo el dolor y el sufrimiento que causasteis al matar a Enrique, dejándonos a mis cuatro hijos y a mi solos. Y a él sin poder ser padre y sin poder ver a sus hijos crecer, ni compartir con ellos su andadura por la vida. ¡Jamás os perdonaremos! ¿Cómo podríamos hacerlo? Vuestro comunicado fue ruin: justificando los asesinatos 'selectivos' y a la vez pidiendo perdón a los muertos 'colaterales'. ¡Ojalá que nadie acuda hoy a vuestro 'show' mediático! ¡Marchaos de una vez! No queremos ningún titular más sobre vosotros. Ya no confundís ni engañáis a nadie. La paz conseguida es nuestra y de la gente de bien. Queda solo escribir vuestra sangrienta historia sin tergiversar, en honor a la verdad y a la memoria de las víctimas».

Jorge Mota Iglesias

hermano de ángel jesús mota | funcionario de prisiones

«Soy hermano de Ángel Jesús Mota Iglesias. Asesinado por ETA el 13 de marzo de 1990, en la calle Matía del barrio El Antiguo de San Sebastián, cuando se dirigía a su vehículo con su hijo de 6 meses en brazos para acomodarlo en su interior, un pistolero de ETA se aproximó por la espalda, disparándole un tiro en la parte superior de la cabeza, quedando tendido en el suelo en un gran charco de sangre, falleciendo un día después. Como víctima del terrorismo y ante la puesta en escena de la disolución de ETA, les pido que por una vez, en su larga trayectoria sanguinaria, sean valientes, tengan dignidad y sin ningún rodeo, usen la palabra disolución, pidan perdón a todas sus víctimas, sin distinción alguna y, reconozcan que la vía armada solo ha servido para causar dolor y sufrimiento. Siendo este el primer paso para ir cerrando heridas y, para que el terrorismo no vuelva a repetirse».

Gabriela Ybarra

nieta de javier de ybarra y bergé | empresario bilbaíno y presidente de el correo

«¿Qué haréis esta tarde cuando lleguéis a vuestra casa? ¿Abriréis una caja de cartón y meteréis dentro los pasamontañas, las pistolas y las banderas con el hacha y la serpiente? ¿Y luego?, ¿Qué más? ¿Subiréis la caja al desván y la colocaréis junto a la de los chaquetones y las bufandas? Con los rosales en flor parece más sencillo volver a empezar. Pero, ¿cómo se convive con tantos asesinatos? Mis hermanas y yo a veces preguntábamos a nuestros padres por la muerte de nuestro abuelo Javier. Nunca recibimos ninguna explicación. Cuando tenía ocho años, una de mis hermanas encontró en internet una foto del cadáver del padre de mi padre cubierto con un plástico y tendido en el suelo en el Alto de Barázar y se la enseñó a mi madre, pero tampoco entonces nadie fue capaz de contarnos nada. ¿Por qué el dolor siempre nos deja sin palabras? ¿Dentro de cuántas generaciones se habrá superado este trauma?»

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios