La aprobación de las últimas leyes y el traspaso de competencias encamina la convocatoria electoral
Urkullu tiene previsto convocar un Consejo de Gobierno extraordinario y después comparecer públicamente para dar a conocer la fecha
Aún queda alguna tarea pendiente, pero Iñigo Urkullu está decidido a apretar el botón electoral en cuanto desamarre bien los últimos nudos de la ... legislatura. Y ya nadie pone en duda de que el lehendakari, quien tiene la exclusiva facultad para ello, procederá en próximos días a la disolución del Parlamento Vasco para poder llamar de nuevo a Euskadi a las urnas.
Eso sí, antes de dar por finiquitada su última etapa como jefe del Gobierno Vasco, Urkullu quiere cerrar a toda costa dos importantes carpetas de su mandato para dejarle los deberes hechos a su sucesor en Ajuria Enea: la aprobación de las últimas leyes y el traspaso de tres competencias aún pendientes de recalar en Euskadi: Cercanías, la homologación de títulos universitarios extranjeros y la segunda fase de acogida de refugiados. Dos cabos aún sueltos que están a punto de atarse, lo que preludia el anuncio de la convocatoria electoral. Y ya hay una fecha que suena con fuerza: el 21 de abril.
LAS FECHAS
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21 de abril Es la fecha que más se baraja para la convocatoria electoral.
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28 de febrero Si se cumplen los pronósticos, sería la fecha en la que se disolverá el Parlamento Vasco, ya que deben transcurrir al menos 54 días hasta la celebración de los comicios.
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4 de abril Este día por la noche arrancaría la campaña electoral.
De momento, Urkullu sigue manteniendo un silencio sepulcral al respecto. Y mientras no desvele el secreto, la actividad del Parlamento seguirá su curso ordinario con la aprobación hoy en un súperpleno de las últimas tres leyes: Cooperación, Derechos de Infancia y Adolescencia, y Transexualidad. Se trata de tres normas que cerrarán los compromisos legislativos de Urkullu como lehendakari y que, además, dejarán la estampa de un acuerdo transversal, ya que las leyes saldrán adelante con el apoyo de la oposición. Y aunque el Ejecutivo también se ha mostrado convencido de que hay margen para salvar un último proyecto legislativo más –la Ley de Transparencia–, lo cierto es que ya no habría tiempo material para su tramitación antes de la convocatoria electoral si los comicios se celebran finalmente el 21 de abril, fecha que manejan ya los grupos parlamentarios.
En ese supuesto, el Parlamento se tendría que ser disuelto, como tarde, el 28 de febrero, ya que la normativa establece que debe quedar un margen de 54 días hasta la fecha de los comicios. En este –de momento– hipotético escenario, la campaña electoral arrancaría la noche del 4 de abril. Pero para entonces, Urkullu ya habrá alcanzado otro hito de su mandato, el que espera cerrar cuanto antes para, entonces sí, convocar las elecciones autonómicas: el traspaso de tres competencias que, de manera urgente, se pactó en el acuerdo de investidura entre el PNV y el PSOE. Y el plazo para que se concreten se agota.
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Las palabras de la consejera Olatz Garamendi ya insuflaron ánimos el martes, cuando admitió que la negociación de los tres traspasos camina «por buenos derroteros» Y lo reconoció con un tono que se aleja de los constantes requerimientos que lanzaba su departamento para tratar de desatascar una negociación que, según lamentaba, vivía estancada. Ayer, de hecho, el ministro Ángel Víctor Torres volvió a recordar que Euskadi, junto a Canarias, será la primera comunidad que celebrará la reunión bilateral que hará oficial los traspasos.
Los buenos presagios para que Euskadi asuma las tres nuevas competencias en próximas fechas será entonces el punto de inflexión para que Urkullu, una vez haya logrado materializar ese objetivo estatutario, abra definitivamente el camino de las urnas. Y será en ese momento, probablemente la semana que viene o a principios de la siguiente, cuando el lehendakari convoque un Consejo de Gobierno extraordinario para comunicar a su equipo la fecha. Después, hará una comparencia pública al respecto. Y ya se da por hecho que esa intervención podría darse en una fecha próxima. Solo hay que echar un vistazo al orden del día del pleno de control –posiblemente el último de Urkullu como lehendakari– que se celebrará mañana. Hasta dos preguntas interpelan al Gobierno para que hagan un balance de la presente legislatura.
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