
Salvar al soldado Pedro
Sánchez arriesga al elegir la vía rápida para sacar adelante su plan de defensa sin el debate en el Congreso
Alberto Surio
Miércoles, 23 de abril 2025, 06:38
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Alberto Surio
Miércoles, 23 de abril 2025, 06:38
El aumento del gasto en defensa anunciado ayer por Pedro Sánchez responde a las urgencias del momento. La Unión Europea reclama a los países miembros ... pasos concretos para aumentar su inversión en seguridad. No hay tiempo que perder aunque cada país tiene su laberinto y el previsible final negociado de la guerra en Ucrania augura una tormenta de contradicciones. Macron va a querer figurar como el verdadero comandante en jefe de la UE y los aliados europeos tienen que retratarse sin dilación.
Sánchez ha optado por la vía rápida, sin pasar por el Congreso, con 10.470 millones de euros que quiere sacar hasta debajo de las piedras «sin tocar el estado de bienestar». Se evita la bronca parlamentaria y un más que previsible rechazo del Parlamento que supondría una bomba de relojería en la legislatura. El PP de Feijóo, que en el fondo comparte los objetivos del plan, prepara los cuchillos para acentuar el desgaste de Sánchez, que tiene que gestionar ahora el descuelgue de sus aliados. Primero de Sumar, que ayer mismo expresó su oposición en el Consejo de Ministros. Las izquierdas nacionalistas rechazan el proyecto y el único que se muestra comprensivo es el PNV.
Sánchez no irá al Congreso, consciente de que asume el peligro de salir trasquilado. Pero hurtar la discusión a la Cámara también supone adentrarse en un territorio muy complicado para el Ejecutivo que coloca al PSOE con iniciativa y 'responsabilidad', pero aislado y a la defensiva. Nadie querrá ayudar a salvar al soldado Pedro.
El PP no está en ese debate europeo aunque lo va a utilizar para fustigar a Sánchez. Está en una campaña a degüello bastante más primaria porque quiere instalar en la opinión pública el 'relato' de la supuesta fiesta sexual de Ábalos en el parador de Teruel en plena pandemia. La estrategia de Génova contra el presidente pasa por alentar este sórdido asunto como 'marco' de ataque. Mientras, en el PSOE admiten su sorpresa por la decisión de Sánchez de no acudir al funeral del papa Francisco en Roma, el único icono que une en estos tiempos feroces. Nadie lo entiende.
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