Una hora y 27 minutos

Insausti asume la Alcaldía como una carrera de fondo en la que tiene que tomar decisiones para demostrar que los donostiarras no han perdido el control de su ciudad

Alberto Surio

Miércoles, 29 de octubre 2025, 12:21

Una hora y veintisiete minutos. Esa es la mejor marca de Jon Insausti, el nuevo alcalde de San Sebastián desde hace unos momentos, en la ... Behobia-San Sebastián que este noviembre correrá por décima vez. Según sus más estrechos colaboradores, el dato refleja más que velocidad, resistencia y constancia. Dos condiciones que va a necesitar Insausti para asentarse en la Alcaldía tras diez años de mandato de Eneko Goia. Querrá poner en valor la 'ambición' por colocar a Donostia en un circuito internacional de prestigio y mantener, a la vez, el equilibrio y la cohesión social. Un desafío de envergadura. que condensa con una frase en su primer discurso: «Donostia la haremos y será de los donostiarras». Tras esta declaración de intenciones se encierran las inquietudes del nuevo tiempo que se ha puesto en marcha. Una percepción latente que flota cada vez más en forma de pregunta: ¿La ciudadanía de San Sebastián ha perdido el control del futuro de la ciudad? El nuevo alcalde va a tener que responder a esta cuestión desde el primer momento.

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Y es que el sucesor al frente de Ijentea tendrá que tomar su apuesta con el espíritu de corredor de fondo que sabe que su viaje es largo y no puede quemarse en los primeros kilómetros para llegar asfixiado a la meta. Ser buen deportista le ayuda, pero la carrera municipal le va a exigir tomar decisiones para empezar a desactivar algunos problemas que comienzan a enquistarse. Insausti va a tener que diferenciarse de Goia, de quien acaba de recibir, emocionado, la makila. 'Matar al padre' en psicología simboliza el proceso de emancipación de los hijos al superar la influencia de la figura paterna y asumir su propia identidad. No es fácil, pero lo tendrá que hacer si quiere tener su recorrido. Su primera intervención ha marcado ya un nuevo aire, más cercano y más personal.

Cambio generacional

El relevo -todo un referente del recambio generacional en Euskadi- pondrá a prueba la solidez y solvencia del gobierno de coalición PNV-PSE para hacer frente a un estado de ánimo crítico que ha crecido en los últimos años en la ciudad ante cuestiones lacerantes como la falta de vivienda, la sensación de cierta saturación turística y la seguridad ciudadana. Son debates comunes a otras ciudades, junto con el de la movilidad sostenible, que dará en los próximos meses un salto espectacular con la llegada del nuevo Topo. Será una 'revolución' en el transporte público en Donostialdea e Insausti, como alcalde, va a poder envolverse en una bandera de gran impacto social.

Insausti tendrá que patear la calle, que es la obligación de cualquier alcalde comprometido con sus vecinos. La empatía y la proximidad son ingredientes obligados en la receta de cualquier cargo público, sobre todo en un momento en el que el desapego hacia lo público, hacia la política y hacia las instituciones revelan un alarmante mar de fondo de desafección que la democracia inteligente no puede descuidar.

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