El PSN afronta la negociación decisiva para gobernar Navarra sin levantar el veto a EH Bildu

Una hoja de ruta que busca un escenario pacífico y que pasa por iniciar hoy mismo una serie de conversaciones con Geroa Bai, con Podemos y con Izquierda-Ezkerra para negociar e intentar pactar «un Gobierno progresista, plural y feminista». Este es, a día de hoy, el 'leitmotiv' de los socialistas navarros; comenzar un nuevo tiempo que deje atrás los conflictos y las confrontaciones y que priorice las necesidades de la gente. A juicio de Alzórriz, este es el mandado de las urnas y de la ciudadanía, que ha votado «por un futuro con nosotros para que no prevalezcan las cuestiones identitarias sino las que tienen que ver con el bienestar de la ciudadanía. No podemos dejar esto en un segundo plano».

No obstante, fuentes de toda solvencia de EH Bildu ratifican también a este periódico su exigencia a sentarse a hablar con los socialistas navarros, ya no solo de cara a la investidura, sino también por una cuestión práctica, ya que si María Chivite resultase presidenta del Gobierno navarro, este estaría obligado a consultar a la coalición independentista todas y cada una de las leyes, como los Presupuestos, que quisieran sacar adelante en el Parlamento foral. Asimismo dichas fuentes se preguntan: «¿A quién van a poner de mediador para negociar con nosotros, a Geroa Bai?». De la misma manera, insisten en que durante toda la legislatura pasada sí dialogaron con los socialistas, aprobaron la moción de censura de Pedro Sánchez, e incluso también lo hicieron con sus decretos sociales.

En todo caso, el PSN ha ultimado un programa de gobierno que será el documento base para la ronda de consultas que esperan mantener con dichas formaciones. Baraja también la posibilidad de acudir al pleno de investidura en la segunda quincena de julio. Si el 26 de agosto no hubiera presidente, la Cámara se disolvería y se convocarían nuevas elecciones.

El empeño de los socialistas era garantizar que el futuro gobierno con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra se asegurase la mayoría absoluta en la Mesa y que EH Bildu no tuviera la llave de la misma. En este empeño, el PSN no está solo, cuenta con el apoyo de Ferraz. Alzórriz lo confirma una vez más. Reitera que la formación siempre ha sentido el «respaldo total» de la dirección de Madrid, que han trabajado de manera coordinada y ha habido una comunicación permanente. Cuentan con una persona, Santos Cerdán, que conoce muy bien Navarra y sus necesidades. Un dirigente cercano a Pedro Sánchez y a la comunidad navarra. «Nunca hemos recibido ningún tirón de orejas de la dirección», asegura.

El dirigente socialista destaca que por primera vez la marca del PNV en Navarra, Geroa Bai, preside el Parlamento foral, y admite que la relación entre ambas fuerzas políticas es «amistosa». Una de las fórmulas para la «armonía» en Navarra entre un partido nacionalista y otro que no lo es, se centraría en seguir el modelo de Euskadi, donde durante años han gobernado en coalición PNV y PSE. «Lo que concita la unión entre PSN y Geroa Bai quizá sea la asunción de esa diversidad por parte del otro», argumenta. Aglutinar las diferentes sensibilidades de Navarra con fluidez y miras comunes, dejando de lado lo que separa y ahondando en lo que une, sería el planteamiento ideal para Alzórriz.

Por su parte, el presidente de la Cámara navarra, Unai Hualde, llevará también a cabo esta semana una ronda de reuniones para conocer si ya hay algún candidato a presidir el Gobierno. Para mañana martes está prevista la reunión de la Mesa del Parlamento en la que se deberán constituir los grupos, por lo que, una vez que estén oficialmente designados sus portavoces, Hualde baraja realizar esta ronda entre el miércoles y el viernes, ya que para el 1 de julio, según la normativa, se tiene que saber si hay o no alguna candidatura. Hasta ahora son dos las personas que han mostrado su voluntad de someterse a un proceso de investidura: Javier Esparza (Navarra Suma) y María Chivite (PSN).

La reunión de la Mesa contará mañana con un orden del día que incluye estudiar su ampliación conforme al acuerdo alcanzado. El objetivo es que el eventual gobierno de izquierdas disponga de una mayoría también en la Mesa, y la fórmula pactada es que pase de cinco a siete miembros y que a los representantes de Geroa Bai, PSN, Navarra Suma (2) y EH Bildu se sume un segundo socialista y uno de Podemos.