Lozano aboga por un UPyD mucho más flexible, dialogante y «abierto a pactos»

En la presentación de la candidatura el día en el que arranca la campaña para renovar la dirección de UPyD en el congreso extraordinario del 11 de julio, lo primero que ha hecho la diputada ha sido defender los pilares del partido magenta y su "rigurosa fidelidad" manifiesto fundacional porque, según ha dicho, representa la opción "más potente, rigurosa y honesta".

Sin embargo, en este momento en el que "se abre la ventana del cambio en este país" UPyD tiene que ser capaz de ser un partido "poroso", con gente que pueda dialogar y llegar a acuerdos con fuerzas "parecidas", como la que representa Ciudadanos, aunque no ha querido especificar qué tipo de acuerdo sería posible. Y no lo ha hecho porque por ahora lo que se plantea es simplemente la posibilidad de dialogar y ya se verá cómo se pueden ir concretando esas alianzas, aunque Lozano ya tiene la vista puesta en la cita de las catalanas.

Equipo

Lozano, que cuenta en su candidatura con el exdiputado Toni Cantó como portavoz adjunto (aunque no ha podido acudir hoy a la presentación que se ha hecho en un histórico café madrileño), ha subrayado la urgencia de que UPyD se adapte a estos nuevos tiempos políticos, que pasan por abrirse a otros partidos, pero sin fusionarse ni perder la autonomía.

Lo ha dejado tan claro como algunos de los que le acompañarán en este camino, entre ellos el exportavoz de UPyD en la Asamblea de Madrid Luis de Velasco, que se responsabilizará del área económica si gana Renovadores. De Velasco, a quien Lozano ha presentado como la "autoridad moral" de UPyD, el rigor y la "honestidad del trabajo institucional", abandonó la dirección, también como ella, tras el desastre en las elecciones andaluzas de marzo.

Tras la desaparición de UPyD de las instituciones madrileñas y de otras muchas en las elecciones del 24 de mayo, Luis de Velasco ha advertido precisamente de que fuera de éstas "no hay nada que hacer" por muy buenas iniciativas que se tengan.

Compromisos

La propuesta alternativa de Lozano, totalmente enfrentada a la ejecutiva de Rosa Díez, se ha marcado una serie de compromisos "básicos": el primero con la afiliación y para ello reducirán la cuota a la mitad (actualmente son 20 euros mensuales para los que tienen un sueldo y siete para desempleados, estudiantes y otros colectivos sin ingresos). Se abrirá una oficina del afiliado para "escucharle, canalizar su participación y aprovechar su talento", ha explicado Lozano.

UPyD será también un partido "mucho más participativo" y se someterán a consulta de la militancia todas las decisiones que tengan una "especial trascendencia", como un eventual pacto con el partido de Albert Rivera.

Apuesta además por un cambio en el organigrama del Consejo de Dirección, con un liderazgo "compartido", lo que significa que las riendas estarán en manos del portavoz y de su adjunto y en tres vicesecretarías, que se crearían nuevas. Tres mujeres ocuparían esos puestos: Luciana Miguel, médico forense y concejal en Segovia, llevaría Acción Institucional; Almudena Fernández Soto, abogada y empresaria, sería la responsable de Organización, y Alicia Gil, profesora en la Universidad de Valladolid, al frente de Comunicación.

La Comunicación es, por lo tanto, uno de los ejes de actuación de la nueva UPyD que quiere impulsar Lozano al constatar que ha habido fallos en la transmisión del mensaje. Estará profesionalizada, ha explicado, y sometida a la evaluación continua.

Irene Lozano y las veinte personas que le acompañan tienen por delante tres semanas, hasta el 10 de julio, para convencer a los militantes (unos 5.000) de que la alternativa que representa es la única para mantener viva a UPyD. Sabe que ganar al aparato es "muy difícil" y que es una lucha de "David contra Goliat", ha dicho, pero al mismo tiempo se ha mostrado convencida de que "la ilusión vencerá al miedo".

El 11 de julio medirán sus fuerzas con la lista "oficialista" que lidera Andrés Herzog, mano derecha de Rosa Díez, y otras dos candidaturas: una la encabeza el exconcejal en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón José Antonio Rueda y otra el responsable de UPyD en Melilla, Julián Domínguez.