Prepara una barbacoa gourmet
Un fuego siempre encandila, y si sobre la parrilla además hay buenos productos ¿existe un plan mejor para los días libres?
GUÍA REPSOL
Miércoles, 10 de junio 2015, 19:04
Con los fines de semana soleados en prácticamente toda España empiezan a aparecer planes que implican brasas, bebida fría y buena compañía. Si la preparamos bien, ya sea en una terraza en medio de la metrópoli, en una casa en el campo o en los lugares indicados para el fuego al aire libre (se prohíbe realizar fuego de junio a octubre por el riesgo de incendios forestales), la barbacoa siempre reúne a su alrededor a los asistentes al evento. Un fuego siempre encandila, y si sobre la parrilla además hay buenos productos ¿existe un plan mejor para los días libres?.
El fuego
Comenzamos por el principio: el fuego. Debemos tener en cuenta que cocinar con fuego requiere un tiempo mayor que la cocina eléctrica o de gas. Lo ideal sería utilizar madera natural o sarmientos (ramas de las viñas) pero el carbón vegetal, más fácil de conseguir en la ciudad, es también una buena idea. Si nos quedamos con esta última opción, habrá que esperar a que se cubra con una capa de ceniza blanca que indicará que podemos comenzar a cocinar la carne. Llegados a este punto, puede que hayamos esperado hasta 45 minutos.
En una buena parrilla la llama no tiene lugar, pues quema las piezas antes de cocinarlas. Si aparece, nos vendrá bien contar con un pulverizador de agua para apagarla. Si no, mover las brasas hará que el fuego se mitigue. Como instrumentos, es necesario contar con un bastón de hierro que nos ayudará a mover las brasas y unas pinzas para voltear los alimentos.
Los ingredientes
Estamos acostumbrados a las barbacoas de carne. Si queremos seguir con la tradición, lo mejor será que escojamos aquellos cortes con mayor cantidad de grasa para que el resultado sea lo más jugoso posible. Costillas y panceta de cerdo -presa, secreto o solomillo si decidimos utilizar cerdo ibérico-, chuletas de cordero o entraña, vacío y asado de tira -los preferidos de los maestros asadores argentino- si trabajamos el vacuno, son algunas de nuestras propuestas.
Un buen chuletón de buey bien sellado previamente para luego acabarlo con fuego indirecto es una buena opción para los exquisitos. Atención: ¡los expertos aseguran que no habrá que darle más de dos vueltas! Si además lo acompañamos de patatas fritas y pimientos del piquillo confitados (en una sartén con aceite y azúcar), el plato será redondo. A su altura puede encontrarse un buen conejo, que habrá que ir pintando de aceite durante todo el proceso, o un pollo abierto en crapaudine, con un corte en el vientre y las extremidades extendidas (crapaud es sapo en francés),
Fuente: Guía Repsol