Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
El nuevo comandante de marines afirma que la crisis militar en Filipinas ha terminado
todos los militares sublevados obedecen a sus mandos

El nuevo comandante de marines afirma que la crisis militar en Filipinas ha terminado

La presidenta Gloria Macapagal avanza que no hay una fecha concreta para levantar el estado de emergencia implantado hace dos días

EFE | MANILA

Domingo, 26 de febrero 2006, 01:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El nuevo comandante de los marines filipinos, general Néstor Aliaga, ha asegurado que la crisis creada hoy en el cuartel de Fort Bonifacio ha terminado y que todos los militares implicados obedecen a sus mandos. Anoche, un grupo de marines se encerró en este cuartel en apoyo del coronel Ariel Querubin, implicado el viernes pasado en la intentona golpista abortada en Filipinas, quien se ha negado a aceptar la destitución del comandante de marines general Renato Miranda.

La Presidencia filipina ha mantenido a lo largo de la tarde que se trataba de un "asunto interno" de los militares, mientras numerosos civiles opositores se han concentrado en el lugar en desafío al estado de emergencia vigente desde el viernes. Sin embargo y tras insistir en que el general Miranda había sido relevado de su cargo a petición propia, se ha informado de que ha sido puesto "bajo custodia". El coronel Ariel Querubin se niega a obedecer al nuevo comandante del cuerpo, general de brigada Nelson Aliaga, y ha llamado a una "revolución popular", mientras numerosos civiles, entre ellos muchos religiosos, se concentraban frente al cuartel para la vigilia. La policía antidisturbios trató de dispersar a la gente, pero tuvo que desistir al parecer para no empeorar la situación.

Dos días después de declarar el estado de emergencia, y en medio de las críticas de la oposición y la prensa por el recorte de libertades, la presidenta filipina ha dicho que la amenaza a la estabilidad está bajo control pero que no hay fecha para levantar las medidas de excepción adoptadas en el país. "La situación está bajo control, pero las autoridades todavía tiene que estar vigilantes. Todos sabemos que aún quedan las llamadas amenazas residuales", ha afirmado el portavoz presidencial, Ignacio Bunye, en una entrevista radiofónica, quien ha señalado, sin embargo, que "no nos ponemos ningún plazo" para levantar el estado de emergencia, y que "haremos un anuncio en el momento conveniente".

En medio de las crecientes críticas de la prensa y de la oposición, que en dos días han visto como se llevan a cabo detenciones sin orden judicial y se controlan los medios no afines al Gobierno, el Palacio de Malacañang (sede presidencial) ha insistido en su tesis de que el estado de emergencia ha salvado al país de caer en manos de una junta derechista-comunista. La presidenta Gloria Macapagal Arroyo declaró el estado de emergencia nacional el viernes tras anunciar que se había neutralizado una intentona golpista en la que participaban militares de la extrema derecha junto con la extrema izquierda representada por la guerrilla comunista.

Oposición y prensa se alzan contra las medidas de excepción

Sin embargo, la implantación de ese régimen de excepción que permite arrestos sin orden judicial y prohíbe las reuniones públicas ha sido criticada incluso por antiguos aliados de Arroyo, como el ex presidente Fidel Ramos, que ha calificado la medida de "marcosiana" en referencia a la ley marcial bajo la cual vivieron los Filipinos con el derrocado dictador Marcos. La prensa filipina -que se precia de ser la más libre de la región desde el derrocamiento de Marcos hace 20 años- ha dado la voz de alarma ante los primeros signos de represión, como la vigilancia por la policía del diario opositor The Daily Tribune.

La Unión Nacional de Periodistas de Filipinas (NUJP) ha instado a los reporteros del mundo a protestar contra la persecución de la prensa ante la propuesta de la Policía Nacional de tomar el control de los medios de comunicación. "Pedimos a todos nuestros colegas en todo el mundo que apoyen a la prensa filipina en estos días negros. Hágannos el favor de hacerse eco de nuestra protesta". El Daily Tribune asegura en su edición dominical que "la presidenta (Gloria Macapagal) Arroyo puede ordenar su cierre por temor (a perder el poder), pero no nos acobardamos durante los años de la ley marcial y no lo haremos ahora", en un mensaje en primera plana de su directora, Ninez Cacho-Olivares. "Pueden intimidarme todo lo que quieran, pero lucharé, y si nos cierran iré al Tribunal Supremo".

La oposición de izquierda, sistemáticamente identificada por las autoridades filipinas como brazos legales del partido comunista y su guerrilla, se ha convertido en objetivo de los arrestos policiales, y muchos de sus líderes se han visto obligados a esconderse. Satur Ocampo, líder del Partido Bayan Muna (Pueblo Primero), que ayer logró escapar cuando iba a ser detenido en un hotel de Manila, ha divulgado hoy un comunicado en el que afirma que "me he visto obligado a esconderme". Ocampo ha narrado cómo consiguió escapar en otro coche mientras su conductor y su ayudante eran detenidos.

"¿Quién sabe que hubiera pasado si yo hubiera estado en el coche? Recuerden que más de 80 militantes y líderes de Bayan Muna han sido ejecutados sumariamente desde que Arroyo llegó al poder en 2001", afirma Ocampo en referencia a la ola de asesinatos sin resolver de militantes de izquierda en Filipinas. El diputado Crispín Beltán, de otro partido de izquierda, sigue detenido desde el sábado y, según el fiscal, será puesto en libertad el lunes aunque se le presentarán cargos de incitar a la sedición.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios