La sinrazón de matar

Al ver las noticias tuve un resquicio de esperanza. También pensé: ¡Qué tarde llega, santo cielo, qué tarde! Aún así me fui a la cama ... invocando a todos los poderosos para que hagan algo definitivo. Tanta sangre derramada, tantas vidas destruidas, un sinfín de secuelas incurables... ¿Quién se ha beneficiado con este horror durante dos años? Si la respuesta es apropiarse de tierras que legalmente no son tuyas, y encima el mundo ha apoyado con su silencio, no merecemos más que compasión por cobardes.