
Bosques de memoria
Santiago Eraso
Miércoles, 19 de marzo 2025, 01:00
Secciones
Servicios
Destacamos
Santiago Eraso
Miércoles, 19 de marzo 2025, 01:00
Hace unas semanas se inauguró 'Memoriaren basoak/Bosques de memoria' en el Museo San Telmo, una exposición que presenta obras de artistas de diferentes generaciones ... que en algún momento de su trayectoria han reflexionado sobre imágenes relacionadas con la memoria histórica o con representaciones de las tecnologías de dominación y control social que todo régimen totalitario impone para subyugar la vida de las personas. Son piezas que parten tanto de experiencias concretas y situadas en el largo ciclo histórico de la dictadura franquista y del periodo conocido como la Transición, como de otros contextos dictatoriales que, con sus propias especificidades, parecen dar cuenta de una matriz común de funcionamiento.
Toda condición totalitaria, sea cual fuere, se constituye sobre el empleo indiscriminado del terror y la violencia, la ficción ideológica («una, grande y libre» o «la paz franquista») y la manipulación de la legalidad. Para conseguir la dominación total de la población se persigue, criminaliza, silencia o castiga a cualquier persona que, de manera explícita o implícita, no se adscriba al orden establecido. Parafraseando a Michel Foucault, en su el célebre 'Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión', me refiero al biopoder, es decir, la capacidad de los Estados para explotar numerosas y diversas técnicas para someter y controlar a la población. Se trata de producir cuerpos dóciles y fragmentados mediante la disciplina, la vigilancia, para extinguir el más mínimo atisbo de oposición e impedir cualquier tipo de rebelión.
Las huellas y la memoria de todas esas vidas arrebatadas y voces silenciadas están presentes en este bosque de evocaciones que la exposición nos ofrece. En cierto modo, a través de la militancia estética y ética, la política de la resistencia está presente en las obras que se pueden contemplar en el museo que, como le corresponde, ejerce de mediación institucional. Mabel Tapia, comisaria de la muestra, junto con el artista y galerista Mira Bernabeu, nos habla de «fragmentos de trayectorias vitales y políticas que llegan hasta hoy en forma de objetos, cartas, cuerpos que aún silenciosos nos rodean y moldean. O bien, calendarios que marcan tanto ausencias como conmemoraciones de episodios olvidados o introducen imágenes de sucesos y personas excluidas de los relatos oficiales, así como geografías, muros y monumentos que conservan latentes las memorias que nos constituyen». Tras estos significantes, con sus potencias estéticas, éticas y políticas, nos reencontramos con el recuerdo y la memoria de todas esas ausencias que perviven entre nosotros.
Ahora que las extremas derechas del mundo tratan de hacerse de nuevo con la Historia, 'Bosques de memoria' aparece como una muestra más que oportuna para recordarnos que el franquismo y otras tentaciones totalitarias siguen latentes en las pulsiones reaccionarias de algunas mentes retrógradas.
Esta exposición coincide con el programa rememorativo y reivindicativo España en libertad. 50 años, que el gobierno ha organizado para recordar el largo y arduo camino que tuvimos que atravesar para recuperar la libertad y la democracia. Aquella transición, ensalzada acríticamente, vanagloriada banalmente y, en demasiadas ocasiones olvidadiza y monárquica, tal vez deba ser reinterpretada desde una memoria histórica republicana más generosa y respetuosa con las generaciones de combatientes antifranquistas que se quedaron por el camino. Mabel Tapia, refiriéndose también a la experiencia argentina, nos señala la importancia de las genealogías familiares que, reconectando con sus antecesores, articulan la memoria individual con la social, lo personal con lo político, a la vez que exigen políticas de memoria y justicia de manera sistémica. En la inauguración de la muestra se sintieron las lágrimas de estos descendientes, pero también su orgullo y una enorme potencia política que es necesario escuchar atentamente porque en su memoria se conjuga lo mejor de nuestra historia y se juega nuestro futuro democrático.
Además de conmemoraciones complacientes, es muy necesario interpretar la Historia a contrapelo, como resistencia ante la barbarie que, amenazadora, se muestra en los brazos alzados de fascistas nostálgicos, déspotas despreciables o nuevos emperadores romanos, cuyos imperios se expanden bajo la égida de lo peor de la política y el capitalismo más voraz.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran muerta en un río a la actriz Sophie Nyweide
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.