El impacto de los coches en los entornos escolares
Pedro Luis Mier Aras, Francisco García Olmo y Garbiñe Angulo Tajadura
Miembros de Ecologistak Martxan y Campaña Clean Cities
Viernes, 6 de junio 2025, 02:00
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Pedro Luis Mier Aras, Francisco García Olmo y Garbiñe Angulo Tajadura
Miembros de Ecologistak Martxan y Campaña Clean Cities
Viernes, 6 de junio 2025, 02:00
El coche irrumpió en las ciudades fruto de la necesidad de desplazamientos más rápidos y como símbolo del progreso. Como ocurre en muchas ocasiones, este ... progreso vino dominado por la voz económica de unos pocos. En términos académicos esta voz hegemónica se suele identificar con la del hombre blanco y trabajador y en términos económicos este progreso se mide en crecimiento del PIB.
En este camino, muchas voces se quedaron sin escuchar. Poco a poco piden ser tenidas en cuenta en el reparto del espacio público. Porque la ciudad es como una gran orquesta sinfónica. Convivimos, además de con personas, con vegetación, animales, edificios e infraestructuras, que respiran o que ahogan... Esto genera una convivencia tan rica como compleja y plantea una serie de retos de gran envergadura, especialmente para las personas que asumen el gobierno de nuestras ciudades.
El pasado industrial vasco está directamente ligado a la contaminación y hoy presumimos de una mejor calidad del aire, pero ha aparecido un nuevo foco vinculado al tráfico automóvil. Las ciudades se impregnan de accesibilidad y toman medidas para ser más amables. Bilbao, Barakaldo, Basauri, Vitoria, Errentería o Irun son ejemplos de urbes comprometidas a través de asociaciones como la Red de ciudades que caminan. Y la pertenencia obliga. Estas asociaciones demuestran que los cambios son posibles y rentables para nuestra sociedad, y que las ciudades pueden ser más amables y vivibles.
Estos avances no están exentos de conflictos. La responsabilidad de los impactos negativos de la contaminación recae en el gasto público y la colaboración que hacemos vía impuestos: el gasto sanitario aumenta considerablemente para tratar enfermedades no transmisibles derivadas de la contaminación. Esto es un ejemplo de cómo el sistema democrático necesita dar voz, defensa y leyes claras que hagan valer los principios adoptados por el Tratado de Funcionamiento de la UE y el Pacto Verde Europeo: 'quien contamina paga' y 'no ocasionar daños'. Frente a la sencillez de estos principios, asistimos a la impotencia ciudadana ante la impunidad de las grandes y pequeñas empresas que contaminan a espuertas, los coches son más grandes y pesados y con etiquetados perversos, los equipos de gobierno lo consienten y no dudan en talar árboles y promover nuevos viales para favorecer el aumento del tráfico..
La infancia es una de las voces silenciadas. El criterio dominante ha sido encerrar a niños y niñas para 'protegerles' de los peligros de la 'accidentalidad' con vallas, muros y barreras, y no tanto de la calidad del aire que respiran; en ningún momento nos hemos planteado si esto era sano o qué opinaban los menores de todo esto. Hace poco Francesco Tonucci, referente para más de 150 ciudades amigas de las niñas y los niños, contaba en Bilbao lo «banal» de su propuesta: escucharles, rediseñar la vida para que sea visible, darles voz como agentes de derechos, su presencia en los espacios públicos, la calle como lugar de juegos, la plaza como lugar de encuentro. El alcalde faltó a la clase de Tonucci.
Como Hansel y Gretel hemos dejado migas por los caminos que rodean los centros escolares, unos tubitos con los que hemos medido dióxido de nitrógeno, NO2, contaminante principalmente derivado de los motores de combustión, que afecta directamente a nuestra salud. A la infancia le afecta más y provoca enfermedades respiratorias. El NO2 está detrás del aumento del asma infantil.
Medimos la contaminación en los lugares donde pasan tanto tiempo: en la escuela y su entorno. Ya son más de 20 los colegios e institutos vascos que han participado en la campaña estatal de medición de la calidad del aire en los entornos escolares. Les hacemos partícipes del ejercicio desarrollando el método científico y el desarrollo del espíritu crítico y competencias 'steam'. En las mediciones más recientes de Bilbao, Barakaldo y Donostia encontramos valores que, no solo están muy lejos de lo que recomienda la OMS, sino que algunos se sitúan incluso por encima de los límites legales (cuatro veces por encima de lo recomendado por la OMS). Si se tratase de un examen contra la nueva directiva europea que entró en vigor en 2024 y ha de cumplirse antes de 2030, nuestra nota es de suspenso general. Si las niñas y niños nos evaluasen por competencias, nos sacarían los colores y harían muchas propuestas de mejora como caminos escolares, más transporte público y menos tráfico, o algo tan banal como no permitir aparcar coches dentro de los centros escolares, pero ¿quién les escucha con tanto ruido?
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