Borrar
FOTOLIA

Compasión

Patxi Izaguirre

Psicólogo clínico

Martes, 9 de diciembre 2025, 01:00

Comenta

La compasión empieza por uno mismo. Necesitamos comprender nuestras miserias humanas para aprender a querernos de forma sana. Somos dignos y merecedores de perdonarnos cuando ... cometemos errores y la vida nos duele. El error forma parte de nuestra historia vital. Ser piadosos con nuestras penas y levantar nuestras condenas para seguir viviendo con pasión, dejando atrás el luto de la queja perpetua, es señal de salud. Aprender a tener misericordia con nuestras sombras nos entrena para ser piadosos con los demás. Mostramos indiferencia ante el dolor psicosocial e invisibilizamos la soledad de quien sufre, mostrando un silencio aterrador. El sufrimiento nos conduce a mendigar afecto y suplicamos para encontrar un poco de consuelo. Se trata de conceptos manipulados desde la culpabilización y el adoctrinamiento mal entendido. Pensemos en relaciones compasivas para conseguir la paz interior que tanto anhelamos. Estar tranquilos significa integrar nuestros fallos e imperfecciones con miradas compasivas. Aprender y corregir forma parte de nuestro proceso evolutivo. Es una tarea que va más allá de la riña, el castigo o el premio. La reparación de nuestros errores comporta tener conciencia del daño sufrido o causado. El arrepentimiento necesita incluir la compasión porque no somos personas perfectas. Aprender de los errores es responsable con el bien compartido. ¿Acaso no merece perdón un padre que ha atropellado en accidente a un hijo suyo? ¿No es hacer justicia que un superviviente, tras una tentativa suicida, no pueda perdonarse para volver a la vida dignamente? No es fácil perdonarnos a nosotros mismos en situaciones de trauma. La compasión y el paternalismo sobreprotector son conceptos diferentes. Este tipo de compasión es desde la pena y nos lleva a sentirnos peor aún. La empatía es respetuosa con la realidad del otro y no enjuicia moralmente. Escuchamos al doliente que no quiere dar lástima. ¡Normal! A nadie nos gusta que nos traten de manera infantil, haciéndonos sentir pequeños y pobrecitos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Compasión

Compasión