Manomanista

Parece que Irribarria cumple a rajatabla con aquella famosa frase pronunciada hace ya más de 40 años por Atano III «el que más atrasa la pelota, gana» y, en verdad, hay que recalcar que la final disputada por ambos pelotaris fue de titanes. Pero a la pelota también, como a todo, le ha tocado sufrir cambios. En los últimos campeonatos manomanistas y la nueva moda de jugar «de aire» para el que suscribe -que ha practicado mano, pala, remonte, y acudiendo desde el año 55 a los frontones y respetando por supuesto a los pelotaris- se ha convertido como en un torneo del cuatro y medio y algo monótono, a pesar de los enormes y seguidos pelotazos lanzados por Irribarria y su contrincante en este campeonato. El juego «a bote» en toda la cancha, con las habituales carreras al rebote, efectuando las dejadas desde los cuadros 5 y 6... etc, desde mi punto de vista, era más espectacular y emocionante y, por otro lado, se evitaría el mal de manos, que últimamente es más corriente aunque siempre ha existido este problema, pero menos. También pudiera ser un conglomerado de circunstancias (edad, hastío, percepción... etc.) por el que atraviesa un servidor.