Trump e Israel
JUAN CARLOS RUIZ DE VILLA SAN SEBASTIÁN
Viernes, 20 de junio 2025, 06:52
El nacimiento de un niño es casi siempre fruto del amor y de la ilusión de unos padres; cuánto cariño, cuántos cuidados y sacrificios se depositan en él. Durante el embarazo, meses y años posteriores, cuántas alegrías y preocupaciones se vivirán, cuánto esfuerzo, estudios y trabajo tendrá que hacer ese niño, ese joven hasta convertirse en un adulto educado, formado y además responsable. Cuánto amor y cuánta ilusión se habrá dedicado a su crianza, para que luego otras personas que no les han dedicado ni un solo minuto de su tiempo y de su vida les digan que tienen que ir a hacer la guerra, ir al frente a matar a otras personas y a morir por su patria. Pero ellos, los que les envían a matar y morir, seguro que nunca irán. El fruto de tanto amor, ilusión y trabajo se vendrá abajo en unos pocos meses, de nacer para vivir, gentes sin escrúpulos les enviarán al frente a morir. «Nada dice más de una sociedad que la forma en que trata a sus hijos», dijo Nelson Mandela.
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