Cuidar sin dejar de amar
FERNANDO SERRANO ECHEVERRÍA EIBAR
Domingo, 5 de octubre 2025, 07:43
Incontables cónyuges y familiares se entregan, durante años, al cuidado abnegado de sus seres queridos marcados por crueles enfermedades degenerativas. A menudo, el amor inicial ... se diluye en el océano del agotamiento. Las caricias se vuelven gestos automáticos. Las palabras amables, suspiros vacíos. La persona amada, atrapada en una dependencia cada vez más profunda, se extingue lentamente hasta que una mañana se apaga y el silencio de la casa ensordece el alma. Es entonces cuando los recuerdos asaltan al cuidador como un torbellino. Revive las miradas esquivas, los reproches ásperos que escaparon sin pensar, la ternura negada, el invisible pero lacerante maltrato psicológico. El arrepentimiento, implacable, lo envuelve con una fuerza opresora, ahogando cualquier intento de justificación. ¿Reflexionamos sobre cómo tratamos a quienes dependen de nosotros? El cariño y la paciencia no son lujos, sino urgencias vitales. No dejemos que el silencio se convierta en el eco amargo de lo que no dimos cuando había tiempo. Ofrezcamos hoy la calidez que mañana podría salvarnos del remordimiento.
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