El tono exigente de sus palabras suena a novedoso. Habrá que ver cómo se plasma a lo largo de la legislatura en el desarrollo de ... la nueva Ley de Educación, que tiene un amplio margen interpretativo, y en otras decisiones. El sistemático retraso de los alumnos de Euskadi en la adquisición de conocimientos y habilidades respecto a los de otras comunidades, a pesar de que el gasto 'per capita' figura a la cabeza de España, constituye una anomalía con la que urge acabar y que no tiene el protagonismo que merece en el debate político. El curso académico comienza con 3.090 estudiantes menos en las aulas –especialmente, en Infantil y Primaria– por el desplome de la natalidad. En ese contexto, el aumento de la plantilla en 756 profesores a tiempo completo en la red pública –el segundo consecutivo– brinda una magnífica oportunidad para una enseñanza más personalizada y con mayores estándares de calidad. La nítida y persistente hegemonía del modelo D, que concentra el 70% de las matriculaciones, choca con el escaso dominio del euskera con el que llega la mayoría del alumnado a la recta final de la enseñanza obligatoria; un problema con graves consecuencias académicas al tratarse de la lengua preponderante en la impartición de las asignaturas.
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Pocas prioridades más relevantes puede tener un país que la de facilitar una óptima formación a sus nuevas generaciones. Su futuro depende del éxito en ese empeño. Euskadi habrá de aprobar esa asignatura si no quiere quedarse atrás en un mundo globalizado y extremadamente competitivo.
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