40 años de modernización
Nunca tuvimos una crisis de valores como la actual. Por ello, debemos alcanzar una UE plenamente democrática, social, sostenible y federal
Domènec Ruiz Devesa y Enrique Barón Crespo
Exeurodiputado, presidente Unión de Federalistas Europeos España y expresidente del Parlamento Europeo y presidente de UEF España
Jueves, 12 de junio 2025, 02:00
La adhesión de España a Europa fue la palanca definitiva para consolidar nuestra democracia y modernizar nuestra economía. El 12 de junio de 1985, España ... firmaba su adhesión a las entonces Comunidades Europeas, un contrato con la modernidad y con el destino compartido con los demás países europeos. La pertenencia a Europa fue el colofón natural de la Transición democrática. España hoy forma parte esencial de la Unión Europea y está impulsando una mayor integración. Celebramos el cuarenta aniversario valorando positivamente lo que Europa ha hecho por España y lo que España ha aportado a Europa. Pero, sobre todo, queremos señalar lo que la Unión Europea debe hacer ahora, en un contexto geopolítico nuevo y lleno de riesgos.
En estos cuarenta años, el PIB per cápita de España ha pasado de representar poco más del 70% de la media europea a acercarse al 90%. España ha recibido miles de millones de euros en fondos europeos que han contribuido decisivamente a superar brechas territoriales y sociales. La pertenencia al mercado único permitió un proceso de integración económica sin precedentes: el sector agrario se adaptó a los estándares europeos, la industria se reestructuró, y con la política de cohesión, a través de los fondos estructurales y de cohesión, se han transformado nuestras infraestructuras y regiones y nuestra capacidad para competir.
La dimensión social europea también ha contribuido a modernizar España: los derechos de los trabajadores, la igualdad de género, la protección medioambiental y la lucha contra la discriminación han encontrado en la legislación comunitaria un motor de progreso.
España se benefició del euro: la inflación, que en los 80 superaba el 8% anual, se estabilizó en niveles cercanos al 2% durante las dos primeras décadas del siglo XXI, fortaleciendo el poder adquisitivo y la confianza en la economía española. Debemos destacar también la respuesta europea a la pandemia con la compra mancomunada de vacunas y el Plan de Recuperación financiado a través de la emisión de deuda federal. En el marco de la guerra en Ucrania, Europa ha reforzado la seguridad del suministro energético.
Pero la contribución ha sido recíproca. España ha sido un motor de integración. Ha aportado una cultura política europeísta y solidaria. Hemos impulsado proyectos clave: la ciudadanía europea, la política de cohesión, la unión económica y monetaria, el pilar social, la ampliación hacia el Este y la dimensión exterior con especial atención al Mediterráneo y América Latina. Debemos también destacar la contribución de las cinco presidencias españolas del Consejo de la UE, la de los eurodiputados y la de los gobiernos autonómicos y locales. El Gobierno vasco ha sido un actor que ha contribuido activamente a la integración europea. En momentos críticos, la UE ha estado a la altura: en la crisis del euro, defendiendo la unión bancaria; durante la pandemia, impulsando el fondo Next Generation EU; en la guerra en Ucrania, imponiendo sanciones a Rusia y facilitando ayuda militar a Kiev.
España y Europa formamos parte de un mundo cada día más complejo y más peligroso. Celebrar un aniversario no puede ser un ejercicio de nostalgia. Nos encontramos en un punto de inflexión histórico. El regreso de Donald Trump a la presidencia de EE UU, el bloqueo institucional de la Unión y la cuestión migratoria, el cambio climático y, sobre todo, la amenaza existencial que suponen la guerra rusa en Ucrania y el genocidio del Gobierno de Israel en Palestina, exigen una respuesta muy ambiciosa.
España debe seguir siendo una voz firme a favor de una Europa sostenible, social, y federal. Una UE que proteja sin replegarse: que defienda su modelo social, invierta en su industria verde y digital, garantice una transición justa y promueva el diálogo social. También debemos avanzar hacia una defensa común, completar la unión fiscal, reforzar el papel del Parlamento Europeo y continuar con la ampliación sin renunciar a su capacidad de decisión. Una Europa capaz de actuar, de decidir con rapidez y con más legitimidad democrática. Esto exige la reforma de los Tratados. También deben tener más protagonismo político los actores locales y regionales.
Cuarenta años después, y por todo ello, proponemos que el Gobierno de España declare su pertenencia irrevocable a la UE como acto unilateral, de acuerdo con el Derecho Internacional. Necesitamos más visión, valentía y compromiso, pues los desafíos no se resolverán solo con las inercias del pasado. Nunca tuvimos una crisis de valores como la actual. Debemos alcanzar una Europa plenamente democrática, social, sostenible, y federal. Reconocer la tarea pendiente es la mejor forma de honrar lo ya alcanzado.
Firman también Luis Miguel Pariza Castaños, exmiembro del CES Europeo y vicepresidente de UEF España, y Francisco Aldecoa Luzarraga, presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo
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