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Las 10 noticias clave de la jornada

Carnitas de Irapuato

El período invernal dura lo que un suspiro y el buen tiempo llega para cubrirlo todo con su sensualidad y hermosura

javier sabadell

Viernes, 9 de marzo 2018, 08:35

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México sigue siendo ruidoso. Los camiones, mastodontes con ruedas y prominentes probóscides, llevan los escapes trucados y, al reducir de marcha, suenan como las trompetas en Jericó. Durante el día puede ser divertido, a las cinco de la mañana no tiene ninguna gracia. Ninguna. Hace calor. El periodo invernal dura lo que un suspiro y el buen tiempo llega para cubrirlo todo de sensualidad y hermosura. En la región de Guanajuato el mes de marzo más parece un agradable julio peninsular que las postrimerías del invierno. Los cielos, al atardecer, se colorean con tibieza colorada y grasa, igual que una convalecencia. No puede extrañar la amabilidad de estas gentes. Viven con humildad y rodeados de civismo y pasión por la vida. Las noticias del México más peligroso y ruin parecen extraídas de una mala pesadilla.

Cuando arribo a la fábrica a la que he de acudir, todos sonríen con indisimulada amabilidad. Uno no se cansa nunca de recibir los buenos días tal y como los saludan aquí. En España, la mayoría de las veces mascullamos un gruñido que quiere parecer educado, sin lograrlo. Hoy toca festejar un cumpleaños a media mañana. Hay tres trabajadores que han cumplido un febrero más este año y, como es costumbre, las celebraciones se aúnan para el primer viernes del mes siguiente. El convite es de tacos, colas y un estupendo pastel de crema de piña. Antes de empezar, cantan las mañanitas (que cantaba el Rey David). Les pregunto por el clásico cumpleaños feliz. Inexistente.

Había regresado de Arabia con unos cuantos kilos menos y aquí los recupero demasiado pronto. La gastronomía mexicana es excelente y los nativos gustan de agasajar al invitado. Las infraestructuras siguen demoradas en el pasado, pero se encuentran restaurantes y plazas comerciales como de lo mejorcito de Europa. Les pregunto por sus carreteras, los conductos subterráneos, el ferrocarril y todo cuanto me place preguntar. Siempre me responden con resignada sonrisa. Al fin y al cabo, este es su país y a él están acostumbrados. Por supuesto, han sufrido sucesivos gobiernos de ladrones. Como en todas partes, respondo.

Hoy el dueño me invitó a un chiringuito cutre a comer carnitas: trozos variados de carne asada en olla de cobre. Exquisito. El domingo estuvimos en Guanajuato, Patrimonio de la Humanidad. Lo recordaba atestado de gente en julio. Esta vez, temporada baja, me ha parecido uno de los pocos lugares del mundo capaces de dejarme sin palabras. Vengan a verlo.

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