Borrar
Cartas al director

¡En abril, aguas mil!

Carlos Anguix Carretero

San Sebastián

Miércoles, 16 de abril 2025, 06:34

Una vez más, la Semana Santa ha llegado acompañada de su invitada más fiel: la lluvia. Digo fiel porque, últimamente, parece más fácil ver salir ... una procesión con paraguas que sin él. Resulta casi entrañable comprobar cómo, año tras año, nos sorprende que en abril llueva. ¡Como si no supiéramos en qué país vivimos! Uno de nuestros refranes más populares lo deja bien claro: «En abril, aguas mil». Pero no, ahí seguimos todos, mirando al cielo y rezando para que el tiempo dé una tregua y se pueda disfrutar de la fiesta en paz. Mientras los pasos se quedan bajo techo y los turistas se plantean cambiar la torrija por una sopa caliente, uno no puede evitar preguntarse si no sería mejor mover la Semana Santa a junio. Si se cambian festivos por razones económicas, ¿por qué no hacerlo por razones meteorológicas? O quizá lo más sensato sea asumirlo: la lluvia ya es tan parte de la tradición como los nazarenos o los tambores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco ¡En abril, aguas mil!