Quienes creen que el president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, no va descaminado es porque no crean que haya caminos, ni siquiera senderos ... en el mar de confusiones donde nos debatimos con el agua hasta las orejas.
La subida salarial es un calmante de los nervios porque el dinero es la posibilidad inmediata de todo lo que apetecemos. Mientras, los expedientes de la Generalitat piden el fin de la huelga de hambre, que todavía no ha matado a nadie porque todos los huelguistas la han abandonado a tiempo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en opinión de algunos, ha accedido a la 'cumbre' no solo para alejarse de la planicie, sino para salvar sus cuentas, que no les han salido nunca desde que comenzó el chantaje separatista, que es el cuento de nunca acabar porque jamás debió haber empezado ya que empezó muy mal y ha ido a peor, tirando a pésimo. Los optimistas no podemos creer en los datos porque dejaríamos de serlo.
Ayer se pusieron de acuerdo en Barcelona los expresidentes de la Generalitat de Cataluña para pedir el fin de la huelga de hambre, que por cierto todavía no ha matado a nadie, a pesar de habernos dejado mal heridos a todos. ¿Qué pasará cuando nuevas elecciones generales?
Más que insoslayables son inevitables. Cuando el tiempo se nos echa encima siempre acaba por aplastarnos a todos, a unos antes y a otros también antes. La llamada cumbre catalana será decisiva aunque no decida nada hasta que no haya elecciones generales, que no acaban de caer del árbol del tiempo que crece por su cuenta.
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