Salones 'coliflor'
ÁLVARO TEJADA SAN SEBASTIÁN
Miércoles, 28 de mayo 2025, 06:45
En las promociones de viviendas vemos casi siempre la fórmula de cocina integrada en el salón comedor como un único espacio, hasta extremos en los que la vitrocerámica está a poco más de un metro del sofá. Esta disposición goza de una aceptación general, incluso en las promociones de lujo. Hay que reconocer que a esto ayudan las excelentes infografías que publicitan los promotores con un realismo que supera la realidad, valga la expresión. Sin embargo, parecen claros los problemas de olores, ruido y falta de privacidad de esta solución, propia de otras latitudes ajenas al hecho de cocinar en el domicilio pescado frito, filetes de carne o una coliflor. Pero la propia normativa de Habitabilidad del Gobierno Vasco promueve esa fórmula al exigir menos superficie en la alternativa integrada que en la separada. Ningún promotor va a desaprovecharlo en unas viviendas pequeñas y caras. La integración cocina-salón comedor tiene su aplicación en pisos reducidos, pero en la mayor parte de los casos una separación física parece la fórmula más adecuada, pese a lo que nos venden a precios astronómicos.
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