Sólo pido que nos traten como al gato

Alberto Moyano

San Sebastián

Domingo, 2 de noviembre 2025, 08:05

D urante el siglo XX entró en la conversación pública la pregunta «¿cómo pudo suceder», vinculada primero al auge de los totalitarismos y, después, al ... socaire de cualquier cosa que escapara a nuestra comprensión. Una tras otra, hoy van cayendo cuestiones como la gestión de la dana de Valencia, en la que el mero hecho de que el presidente de la Comunidad cumpla un año en el cargo ya socava la autoestima ciudadana y cultiva su autodesprecio, o el desmadre de los cribados del cáncer de pecho en Andalucía.

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Llegaba esta semana la noticia de lo que el Departamento de Salud califica de «renovación organizativa» y otras fuentes, de cese fulminante de la directora en Gipuzkoa de la sociedad pública que realiza las resonancias magnéticas de Osakidetza. Lo más pasmoso es la sucesión de hechos estupefacientes que han llevado aquí. El primero, la rotura en febrero de una tubería en el Hospital Donostia y la posterior inundación que dio al traste con una de las tres máquinas de resonancia del centro donostiarra. El segundo, la imposibilidad de sustituir la máquina en un plazo razonable. Y el tercero, la decisión de trabajar igual con menos personal, de modo que cuando el equipo conformado por un radiólogo, un técnico, un asistente y una secretaria no esté al completo, «el técnico haga de asistente, o el asistente de secretaria», en palabras de los implicados.

Nadie recomendaría a su vecino una clínica veterinaria que trabajara en esas condiciones, así que la cuestión vuelve a ser cómo se ha podido llegar a esto. La respuesta podría ser la misma que recibe el personaje de Bill cuando en 'Fiesta' le pregunta a Mike cómo se arruinó: «De dos formas: primero poco a poco y luego, de repente».

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