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La taberna Muguruza inmortalizada abierta al público.
Escenas de San Pedro, a pinceladas

Arte

Escenas de San Pedro, a pinceladas

La pintora Mari Carmen Alba expone en el bar Tikei de Bidebieta cuadros que reflejan escenas cotidianas de la orilla situada al oeste de la bahía

Elena Viñas

Pasaia

Sábado, 22 de febrero 2025

El Faro de la Plata, eterno custodio del escarpado canal de acceso al puerto de Pasaia que promete refugio seguro a las más diversas embarcaciones. La draga Jaizkibel, varada para siempre en dique seco y prácticamente olvidada pese a haber sido declarada como bien cultural con la categoría de monumento por el Gobierno Vasco. Uno de los remolcadores de Facal amarrado en el muelle a la espera de que algún mercante de dimensiones colosales arribe a la dársena y precise de su asistencia.

Las imágenes forman parte del paisaje cotidiano de Pasai San Pedro, el distrito en el que se ha inspirado la pintora Mari Carmen Alba para crear su última exposición de cuadros, recién inaugurada en el bar Tikei, en la plaza Nornahi del barrio donostiarra de Bidebieta, frente a la imponente escultura del Ancla del afamado sanpedrotarra Ricardo Ugarte. La muestra reúne una docena de cuadros, en su mayoría acuarelas, aunque también se incluye un óleo.

La elección de esta orilla de la bahía como protagonista de las creaciones que podrán contemplarse a lo largo de las próximas semanas no es casual. Las distintas escenas y paisajes inmortalizados a pinceladas forman parte del decorado que acompaña los paseos casi diarios de Alba por el municipio.

«Siempre voy sacando fotografías de camino a Puntas. Me gusta captar la misma zona, pero con diferente luz»

«Siempre voy sacando fotografías de camino a Puntas. Tendré doscientas o puede que incluso trescientas. No sé, muchísimas. Me gusta captar la misma zona, pero con diferente luz», confiesa a este periódico la artista, quien partiendo de esas mismas instantáneas, crea obras que destacan por su realismo. «En ocasiones, también voy a pintar al lugar que elijo. Por ejemplo, la terraza de la lonja pesquera. Es un sitio genial», añade.

Sus propuestas se caracterizan por los trazos certeros, las texturas trabajadas al detalle, las atmósferas envolventes... Todos los elementos se conjugan para hacer que el espectador se sorprenda observando su interpretación de unos espacios familiares con los que parece encontrarse por vez primera.

Es lo que sucede al ver la taberna Muguruza aún abierta, como lo estuvo durante más de tres décadas, con varios clientes disfrutando del sol de la mañana en su terraza. Lo mismo ocurre con las olas rompìendo con fuerza en la bocana y la quietud de las aguas interiores de la bahía, en las que se refleja el barco museo ecoactivo Mater.

Pasión por la pintura

Mari Carmen Alba ha pintado y dibujado durante toda su vida. «Más que un hobby, para mí, esta es mi pasión. Es mi vida», asegura.

Nacida en Pamplona, reside desde hace varias décadas en Bidebieta. Estudió durante cuatro años artes y oficios en la capital navarra. El óleo ha sido una constante a lo largo de su trayectoria. Posteriormente, se inició en el mundo de la acuarela. «Hace diez años que di mi primer curso de acuarela de la mano de Eduardo Saldaña. Le tenía miedo y ahora, en cambio, pinto todos las tardes. Me compro rollos de papel, aunque me da pena dejar el óleo», declara.

Fiel a las clases que se imparten en la Asociación Artística de Gipuzkoa y el Club de Arte Catalina de Erauso, como las que dirige Juan Carlos Aresti, completa su formación desplazándose a otras ciudades. También realiza cursos online con profesores «con nombre», como Francisco Castro y Darío CCallo.

Sus obras, inspiradas en las más diversas temáticas, pueden verse y adquirirse en la feria del arte que se celebra el primer domingo de mes en el Boulevard de San Sebastián.

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