Un crucero al límite del puerto de Pasaia
Con 181 metros de eslora por 25 de manga, el buque de pasajeros 'Azamara Quest' arribó a la dársena para hacer una escala de varias horas
El puerto de Pasaia fue escenario ayer de la entrada 'in extremis' de un crucero de 181 metros de eslora por 25 metros de manga. ... Sus dimensiones rozan el límite de acceso permitido por la dársena guipuzcoana, fijado en 185 metros de eslora por 30 de manga.
La intervención de los prácticos del puerto, junto con la de dos remolcadores de Facal, permitió que el buque 'Azamara Quest' fuera capaz de atravesar a las 6.30 de la mañana el escarpado canal que conforman las laderas de los montes Ulia y Jaizkibel. Una vez dentro de la bahía, precisó de cerca de 30 minutos para que se completaran las maniobras que le permitieron atracar en el muelle de Buenavista. La nave tuvo que virar 180 grados para poder echar amarras.
A bordo del 'Azamara Quest' viajaban cerca de 700 pasajeros y 350 tripulantes de diferentes nacionalidades. El barco zarpó la noche previa de Bilbao y a primeras horas de la tarde abandonó la costa de Gipuzkoa rumbo a Burdeos, su destino final. Esta escala se incluía dentro de una travesía que desvelaba los atractivos de la costa de Portugal, España y Francia por un precio superior a los 3.000 euros por persona.
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La naviera presentaba el municipio de Pasaia a los viajeros como «un encantador pueblo pesquero del País Vasco español, conocido por su pintoresco puerto y sus casas tradicionales». Además, les invitaba a explorar sus callejuelas y degustar los pintxos en los bares locales.
Este buque con bandera de Malta suma un total de once cubiertas. Por ellas se reparten más de 300 camarotes, así como una amplia gama de servicios. Entre estos destacan cuatro restaurantes especializados, bares, spa, casino, gimnasio, biblioteca y piscina.
La principal característica del considerado como un hotel flotante de lujo premiun es la atención personalizada, así como las actividades que ofrece, tanto diurnas como nocturnas. Las excursiones representan otra de las apuestas para hacer que los viajes sean «inolvidables».
No es la primera vez que un buque de pasajeros de estas dimensiones arriba a Pasaia. En el año 2012 hizo escala en la dársena el 'Azamara Journey', de idéntico tamaño y perteneciente a la misma naviera, Azamara.
Su flota se caracteriza por tener acceso a puertos reconocidos mundialmente, pero también a aquellos menos visitados en donde los cruceros más grandes no pueden llegar. Ese es el caso de Pasaia, a donde el 'Azamara Quest' planea regresar en junio de 2026 con un nuevo viaje de 15 noches a bordo.
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