El Ayuntamiento aprueba en un pleno extraordinario la compra de Luzuriaga

En el debate previo a la votación de este tema, solo intervino el portavoz de EH Bildu, Iraitz Pazos. Tomó la palabra para señalar que el que a punto estaba de materializarse era «un importante paso adelante». También tuvo palabras de agradecimiento para los agentes del pueblo que habían contribuido, «entre todos», a este «logro». Hay que recordar que la coalición abertzale hizo suya la reivindicación ciudadana de recuperar Luzuriaga y consiguió, en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022, que Pedro Sánchez destinara el dinero necesario para su transformación.

En la actualidad, Luzuriaga es propiedad del Instituto de Crédito Oficial (86,6%), del Gobierno de Navarra (7,36%) y de la Diputación de Gipuzkoa (6,04%), entidades con las que la alcaldesa, Izaskun Gómez, ha acordado la compra de la construcción y sus parcelas colindantes por el importe establecido en la tasación. Las gestiones realizadas permitirán materializar la compra «en breve». Se espera que pueda ser formalizada a comienzos de 2023. Los seis millones de euros de la subvención han sido transferidos en diciembre por el Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Cultura, y el Ayuntamiento ya dispone de ellos para realizar la compra.

Así lo informó la regidora en una nota de prensa tras el pleno. En ella, Izaskun Gómez valoró «muy positivamente» la adquisición del edificio que «forma parte de nuestro patrimonio histórico y va a ponerse al servicio del desarrollo cultural y la actividad cívica de Pasaia y del distrito de Antxo». La primera edil destacó que «Luzuriaga, junto con el soterramiento y la nueva estación del Topo y el posterior derribo del viaducto, marca un hito para Pasaia y Antxo. Continuar trabajando en esta dirección es fundamental para construir un nuevo futuro con mejores oportunidades y mayor calidad de vida para todos los pasaitarras».

Con el fin de avanzar en la definición de usos y contenidos del futuro centro Luzuriaga, el Ayuntamiento puso en marcha un proceso de participación con representantes de la ciudadanía y los agentes sociales de Antxo, cuyas primeras conclusiones se darán a conocer «en breve». Además, el nuevo centro acogerá las actividades y las asociaciones que desarrollaban sus actividades en el edificio de la Azoka y que, provisionalmente, han sido reubicadas en los locales adquiridos por el Consistorio en Eskalantegi, 45.

Distinta suerte corrió la propuesta de EH Bildu de crear una comisión informativa especial para realizar el seguimiento a las obras de soterramiento del Topo. Pazos defendió la necesidad de poner en marcha este ente que contaría con la participación de ciudadanos y técnicos de Euskal Trenbide Sarea (ETS), pero el punto decayó.

PSE y PNV votaron en contra por considerar que ya se había llevado a cabo un proceso de información meses antes. «Aceptar esta propuesta es reconocer que el Gobierno no ha hecho su trabajo y nosotros lo hacemos bien», declaró la portavoz socialista Lore Suárez, quien añadió que la propuesta tiene «un claro tinte electoralista». Podemos optó por abstenerse «por no tener la seguridad de que los técnicos de ETS participen».

Los representantes de la plataforma SOS Antxo, intervinieron para insistir en la importancia de la participación ciudadana más allá de la votación realizada en el pleno. «No se puede perder la oportunidad de trabajar en conjunto. Es una gran ventaja para el equipo de Gobierno que haya gente interesada como nosotros, que tenemos la mano tendida», señalaron. Del mismo modo, hicieron hincapié en reunirse «cuando haya margen» a hacer modificaciones.

La alcaldesa respondió que no se ha negado a mantener reuniones pese a que no se cree la comisión propuesta. Aún así, subrayó que no puede obligar a técnicos de ETS a reunirse. «Somos los intermediarios con ETS. Volveremos a hacer la gestión con ellos», indicó.