«Seguimos vivos porque nos pilló junto a la puerta»
El incendio en un almacén de poliespán en Oiartzun se habría producido por una chispa de soldadura y estuvo cerca de acabar con la vida de dos personas
El aparatoso incendio que ayer calcinó un almacén que la empresa Aislamientos Arellano tiene en el polígono Ugaldetxo de Oiartzun a punto ... estuvo de causar una tragedia en forma de vidas humanas. Dos trabajadores se encontraban dentro del pabellón en el momento en que se inició el fuego. «Intentamos apagar las llamas con extintores en un primer momento, pero al ser un almacén principalmente de poliespán, imagina qué rápido y con qué intensidad crecían. Si no llega a ser porque nos pilló cerca de la puerta, no lo contamos. Habría sido imposible salir de allí desde el otro lado de la nave». Así lo narraba uno de ellos a la puerta de las instalaciones mientras los bomberos aún trataban de sofocar los últimos focos.
Con el susto todavía en el cuerpo, Paulo Silva explica el origen del incendio. «Estaban reparando el tejado y, mientras se realizaba una soldadura, ha caído una chispa que ha prendido el material». En la azotea había en ese momento «tres personas», cuenta Silva, que también pudieron salir ilesas.
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El incendio destrozó el almacén de la empresa y causó daños graves en una nave anexa, que servía como aparcamiento de vehículos. Media docena de coches y una furgoneta resultaron afectados de diversa consideración. También sufrieron daños otra media docena de vehículos aparcados en el exterior de las instalaciones. Alguno quedó para desguace al caerle encima trozos de fachada y tejado ardiendo.
Poliespán a varios kilómetros
El propietario de esa nave contigua da fe de la magnitud que alcanzaron las llamas y el penacho que formó la humareda. «Vivo en Zamalbide, a 2,5 kilómetros por lo menos en línea recta desde aquí, y mi mujer me acaba de decir que están cayendo trozos de poliespán en mi casa».
En efecto, el material calcinado provocó una enorme columna de humo negro que fue perfectamente visible a varios kilómetros a la redonda, hasta más allá de San Sebastián.
El fuego se inició pasadas las 13.30 horas. La intensidad de las llamas y el humo anticipaban ya desde un inicio la gravedad del incendio y que podía traer consecuencias serias e incluso acabar en tragedia.
Al lugar acudieron dotaciones de bomberos de Irun, Zarautz y Tolosa, con el apoyo de efectivos de San Sebastián. En total, 22 profesionales forales con ocho vehículos, tres de ellos autobomba y dos autoescalas. El cuerpo de bomberos de la capital acudió por su parte con ocho profesionales y dos vehículos.
La intervención de este contingente impidió que el fuego alcanzase un tercer pabellón contiguo y que el incendio pudiera darse pronto por controlado. Poco después de las 15.00 horas comenzaron a retirarse buena parte de los vehículos.
Un bombero participante en la tareas de extinción revelaba a este periódico que una vez evacuadas las personas que podían llegar a verse afectadas, «no se han producido situaciones de peligro». Y eso que el incendio hizo que se cayeran dos paredes del pabellón, circunstancia que se produjo cuando la zona ya estaba perimetrada y los bomberos en plena faena.
El espectacular despliegue se completó con dos ambulancias y una veintena de agentes de la Ertzaintza y la Policía Local de Oiartzun, que cerraron el acceso de vehículos a las inmediaciones del incidente. También se evacuaron varios pabellones cercanos y aquellos que se encontraban en la trayectoria del humo.
La presencia de material fácilmente inflamable hizo que una vez que el fuego pareció totalmente sofocado, todavía apareciesen pequeños focos que pronto eran apagados por el retén que permanecía en el lugar.
Para controlar estas cargas de fuego, el operativo se sirvió de un dron que ofrecía visualización en tiempo real del interior del edificio derruido.
Las instalaciones calcinadas se sitúan en el polígono Ugaldetxo, entre el centro comercial Alcampo y Caravanas Oiartzun.
Se trata del segundo incendio en una empresa guipuzcoana en menos de una semana. El viernes por la noche el fuego calcinó parte de la empresa de barnices y pinturas Irurena, situada en el polígono Urzelaieta de Azpeitia, en la carretera a Tolosa. Las llamas quemaron completamente dos pabellones de almacenaje donde había además varios pedidos preparados para su venta. El edificio dedicado a las oficinas y otras dependencias de la compañía no resultó afectado por el fuego.
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