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LUISMA RODRÍGUEZ
ERRENTERIA.
Domingo, 24 de junio 2018, 00:36
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La víspera de San Juan volvió a ser ayer la jornada especial en la que todos los años se convierte, con la intención de dar la bienvenida y celebrar el solsticio de verano, con el fuego y la danza como grandes protagonistas. Un año más se mantuvo la tradición y se sucedieron los actos a lo largo de la tarde-noche de ayer, que comenzaron a las 19 horas con el aurresku que ofrecieron el alumnado de Errenteria Musikal y la Banda de Txistularis.
Pero el plato fuerte volvió a ser el espectáculo mágico, que reunió a partir de las 22 horas en la herriko plaza a centenares de errenteriarras. Estos acudieron para ver, en primer lugar, el rito de Urdiain, que desde 1995 interpretan dantzaris de Iraultza, con sus sobrefaldas sobre la cabeza y diciendo el conjuro para tener buenas cosechas y, posteriormente, dio comienzo la tradicional sokadantza a cargo de los dantzaris de Ereintza Dantza Taldea y los que quisieron sumarse.
Luego, el encendido de las hogueras, especialmente en los barrios en fiestas de Gaztaño, Fanderia y Galtzaraborda, donde se alargó la fiesta.
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