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Monstruos, fantasmas y calabazas llenan de terror Errenteria para celebrar la Gau Beltza
Mayores y pequeños disfrutaron de la Ruta de la Calabaza con un recorrido en el que vecinos admiraron los disfraces más tenebrosos
La noche más terrorífica del año volvió a ser la de Gau Beltza. Y es que de nuevo la jornada denominada como Halloween por algunos quedó en un segundo plano en la villa. ¿Qué es al lado de la Gau Beltza? Ayer se volvió a demostrar en las céntricas calles, donde cientos de personas hicieron un bonito recorrido con atuendos que sin duda dieron algún que otro susto a los viandantes.
La Ruta de la Calabaza, organizada por Orereta Ikastola, arrancó a las 19.30 horas en la calle Santa Clara. Máscaras que ocultaban la identidad de algunos, rostros grotescos, y disfraces de fantasmas fueron los más elegidos por los participantes. Lo que quedó claro es que lograron el objetivo, hacer de la de ayer una noche tenebrosa. Asimismo, las calabazas también fueron las protagonistas.
En dicha caminata participaron también Kuiandere, los zancos, la música y la danza, y bajo la luz de las antorchas y los candiles, disfrazados, quienes se sumaron a la despedida de la época de la cosecha. Por su parte, en la organización también estuvieron Lau Haizetara euskaltzaleon topagunea, Amulleta danbor kofradia, Herri Arte Eskola, Urdaburu Mendizale Elkartea, Xenpelar AEK euskaltegia y Gaztañoko auzo elkartea. Asimismo, como novedad, este año destacó la participación del centro Koldo Mitxelena y la asociación de padres y madres Koldokide.
Tras un bonito y solemne paseo, la carroza llegó hasta la plaza Lehendakari Agirre, lugar en el que se despediría la caminata. Allí, ya bajo el manto de la noche, se terminó la jornada con con los jirones del toro de fuego, los sustos asados en la Olla de los Miedos y la comida de castañas. Allí se vio la magnitud de Gau Beltza. La plaza quedó abarrotada.
Del mismo modo, y como no podía ser de otra manera también hubo tiempo para lanzar los escritos a la Olla de los Miedos. En ella se vertieron muchos mensajes en los que los presentes escribieron sus miedos.