Errenteria nunca está desconectada

Más allá de la importancia de la interacción cara a cara, –que por momentos parece estar en peligro de extinción–, los errenteriarras disponen de una cuenta en la conocida red social de Facebook llamada Tu no eres de Errenteria si... que forman más de diecinueve mil miembros y cada día suma interesados al mismo. Un nexo en el que se comparten decenas de mensajes y publicaciones cada día.

El día acaba de comenzar y para aquellos que deban hacer frente a un día duro e intenso de trabajo, ya hay cerca de diez publicaciones dándote los buenos días. Algunos de los cuales con un chiste por delante para sacarte la primera sonrisa del día.

A media mañana, el número de publicaciones va aumentando. Es momento de echar un vistazo a las noticias más significativas del día; ya sea con enlaces compartidos que llevan a páginas de los diferentes medios de comunicación como a la propia web de Errenteria, en la que se facilitan las notas de prensa para que el errenteriarra esté al día de lo que ocurre en su municipio. No será hasta media tarde, coincidiendo en mayor medida con el término de la jornada laboral, cuando vuelva a llenarse de publicaciones el buzón de entrada. El gran Adolfo Olivera no falta a su cita con la previsión del tiempo para el día siguiente, algo que agradecen con muchos me gustas y comentarios los vecinos. Con ello, más chistes, más enlaces compartidos, etc.

Quizá, en porcentaje muy alto, el miembro medio de la cuenta no termine del todo satisfecho con el grupo, ya que más de la mitad de publicaciones no llevan consigo un mensaje interesante. No obstante, si por algo ha ido cada vez a más es por la amabilidad que existe en la cuenta. Si pierdes un móvil o las llaves o te dejas un abrigo en un restaurante, no pierdas la esperanza. En Tu no eres de Errenteria si... hay gente muy amable y dispuesta a ayudarte a encontrar lo que buscas.

También sinceridad. Porque si a alguien no le gusta cómo ha quedado la plaza Sarriegi o le parece mal que se hayan realizado obras en tal punto, se dice y se comenta. Siempre, o por lo menos en la mayoría de ocasiones, sin faltar el respeto a nadie.

Las grescas políticas se intentan dejar a un lado, ya que al final hay opiniones para todos los gustos y muchas acaban enredándose más de lo normal. Cualquiera puede abandonar el grupo cuando desee, pero lo normal es que se den más altas que bajas en una cuenta donde te enteras de todo.