Volvo confirma su éxito con el XC40

El interior es otro de la pilares en los que se basa la buena acogida que está teniendo el XC40: habitáculo de diseño cuidado, moderno, de colores cálidos e ingeniosas y prácticas soluciones como los grandes huecos portaobjetos en los paneles de las puertas, una pequeña papelera extraíble entre los asientos delanteros, una gran amplitud en las plazas traseras, incluso para cabeza y las rodillas, sin olvidar el aspecto tecnológico (llave digital, Volvo on Call, sistema Sensus...) y de seguridad (City Safety, cámara 360º...), marcas de la casa. Y todo ello rematado con un maletero de 460 litros y que esconde también soluciones de carga muy originales, como, por ejemplo, que el suelo de carga se pliegue y sirva de barrera de sujeción para que las bolsas de la compra no vayan bailando.

Obviamente, el aspecto mecánico está bien cubierto, en principio con las motorizaciones tope de gama: el T5 de 247 CV y el D4 de 190 CV, que hemos probado. Este verano llegarán dos acabados más, uno superior y otro inferior. El más asequible estará disponible en el mes que viene con un precio que rondará los 30.000 euros. También llegarán nuevos motores; de hecho, el XC40 será el primero en estrenar el nuevo motor de 3 cilindros de Volvo. Y a finales de 2018 se unirá a la gama una versión híbrida enchufable. También habrá una variante eléctrica pura, pero aún se desconoce cuándo hará su debut. Con 4,43 metros de largo este modelo destaca por su rodar excelente, bajo consumo (si conseguimos no correr...) y la calidad en todos sus ángulos. Desde la suave y armoniosa caja de cambios automática de 8 velocidades (con una palanca un poco especial) hasta su motor de 190 CV que permiten ofrecer potencia y seguridad en todo tipo de terrenos y un manejo del coche excepcional.