Automoción china en nuestro país
Andrés Viedma y Juan Ignacio Viedma
Lunes, 13 de octubre 2025, 09:58
Poco a poco, la irrupción de productos automovilísticos chinos está teniendo consecuencias entre los fabricantes de coches de Europa, hasta tal extremo que ya hay un nerviosismo patente en las marcas que han dominado, históricamente, el mercado europeo.
Una medida ha sido la de imponer aranceles a los automóviles asiáticos, arma que puede ser de doble filo, si tenemos en cuenta que Asia puede hacer lo mismo con los productos europeos…
Conviene recordar que la, hasta el momento, obligación de dejar de vender vehículos que utilizan combustibles fósiles -gasolina o gasóleo- en el año 2035 y la consecuente incursión de vehículos eléctricos, ha sido un factor determinante para el crecimiento de las ventas de modelos chinos y, por ende, la llegada de un buen número de marcas de dicho país.
Las marcas chinas están desembarcando directamente en España sin intermediarios o a través de importadores oficiales
Además, para evitar cualquier tipo de arancel, ya hay un importante fabricante que adquirió la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona que espera poder realizar los montajes de sus automóviles completamente, a finales de este año.
En definitiva, la llegada de los coches chinos al mercado español está provocando una mayor competencia y una presión a la baja en los precios de los vehículos eléctricos, a la vez que -supuestamente- eleva la calidad tecnológica y la oferta disponible. Esta tendencia, que favorece a los consumidores, preocupa a la industria europea y española, que teme perder cuota de mercado frente a fabricantes asiáticos que podrían beneficiarse de subsidios masivos del gobierno chino.
Es indudable que la automoción china es una competencia directa para el resto de fabricantes, que están asumiendo una fuerte inversión en la transición eléctrica y ven amenazado su dominio tecnológico y de mercado.
Además, se están investigando posibles prácticas de competencia desleal, ya que existe la sospecha de que los fabricantes chinos se estén beneficiando de subsidios masivos del gobierno chino.
Esto genera preocupación por la equidad del mercado y el impacto en la industria automotriz española, que es un sector muy importante para la economía y el empleo del país
En suma, las marcas chinas están desembarcando directamente en España sin intermediarios o a través de importadores oficiales, estableciendo redes comerciales propias, construyendo redes físicas de concesionarios y talleres autorizados, muchas veces en colaboración con grupos locales de automoción. Sus objetivos: dar confianza al consumidor, ofrecer servicio técnico, garantía y mantenimiento y mejorar la experiencia de compra y postventa.
Por cierto, todo ello a unos precios casi de derribo.