Una densa capa de nubes cubre los valles de Araitz y Betelu. Como si de un mar blanco, espeso y mullido se tratara, nos embarga. Una estampa impresionante que ofrece la poco conocida Urkieta. Una balconada en el límite entre Gipuzkoa y Navarra que nos permite disfrutar de la belleza natural que le rodea.
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Mientras el helecho y las hojas de algunos árboles adoptan los tonos rojizos del otoño, yeguas y ovejas resisten a las bajas temperaturas que esta semana han registrado los termómetros. Unas y otras prefieren pastar al aire libre, más que permanecer estabuladas durante meses. Pero todo apunta a que gozarán de ese privilegio menos de lo que desean, ya que como apuntan los ganaderos de la zona «no hemos tenido verano y hace frío como en invierno. Este año no hemos pasado calor ni el julio y ahora no sopla el viento sur».
Razón no les falta, pero los días soleados que disfrutamos en este comienzo de otoño, aunque sean fríos, son perfectos para pasear por el monte, que se llena de ocres, naranjas, amarillos, marrones... Una amplia paleta de colores que nos distrae y nos hace olvidar la sensación de frío que nos acompaña. En más de una ocasión, una se pregunta quién le habrá mandado madrugar para pasear por esos caminos, pero cada vez que alcanzamos fotografiar el buzón de nuestra cima, las dudas desaparecen.
Eso mismo ocurre cada vez que nos acercamos a Urkieta, un monte rocoso, desconocido para muchos, pero que merece la pena visitar y nos regala esas magníficas imágenes de las Malloak, con Intzako Dorrea,Aldaon,Ttutturre, Uakorri, Artubi, Balerdi, Larruarri... sobre el mar blanco que se forma a sus pies.
Urkieta destaca por ser una cima puntiaguda, un pico calcáreo de 859 metros de altura que se halla totalmente jalonada por impresionantes barrancos bien cubiertos de encinar, situada a la margen derecha del río Araxes. A sus orillas se sitúa el valle de Araitz y Betelu como localidad referente de la zona, por su agua que hace más de un siglo y medio la convertía en un referente como villa termal. Sobre ese precioso y bucólico entorno se encuentra Urkieta, la montaña con dos nombres. Según algunas referencias, la cima se incluyó en la edición de 1950 del catálogo de montes con dos denominaciones. Urkieta en la pos. 245 del listado de Nafarroa con altitud 871 m., y Pagota (Urdangarate) y altitud 871 m. en la pos. 89 de las montañas de Gipuzkoa. La denominación navarra se ha extendido y perdura entre los mendizales que normalmente optan por subir desde Gorriti. También se puede acceder a ella desde Ilarratzu (Lizartza). Para ello hay que superar un fuerte ascenso siguiendo el G.R.-121 de la vuelta a Gipuzkoa. La ascensión pasa por el collado Arume (490 m.) alcanzando la cresta Norte del pico.
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En esta ocasión optamos por una cómoda e interesante subida desde Gorriti. Después de aparcar junto al frontón, situado a la entrada del concejo, nos encontramos con un enorme caserío con su escudo. Continuamos el camino entre ambos que nos lleva hasta la iglesia de San Bartolomé, en cuya pared principal destaca un antiguo reloj de sol que según los lugareños sigue funcionando. Mientras continuamos la caminata por una pista cementada que nos lleva al antiguo lavadero, nos sentimos observados por la ermita de Santa Bárbara, donde se encontraba un castillo navarro que fue testigo de la muerte de gran número de soldados que lucharon por su reino en diferentes batallas.
Conscientes de la ubicación perfecta estratégicamente del castillo, hoy ermita, seguimos la carretera que nos conduce entre prados hasta al paso subterráneo de la autovía de Leitzaran. De manera tranquila continuamos de frente en ligero ascenso hasta alcanzar el collado Artegieta, también llamado Usategieta, Ortxegieta, donde se encuentra la borda Martiñeneko. En este punto optamos por salir de la pista cementada que sube hasta los rasos de Pagozelai, la utilizaremos de vuelta, cruzando la vieja cancela metálica que da acceso a la pista que atraviesa una zona de pastos dentro del término municipal de Araitz por la que transita un pequeño tramo del PR-NA 306 'Uba-Artegieta desde Arribe'.
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Información MIDE:
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Horario: La ruta circular desde Gorriti hasta Urkieta y Musaio para regresar a Gorriti ronda las tres horas. La zona de mayor dificultad se encuentra al subir al buzón.
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Distancia: 10,42km.
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Desnivel positivo: 425 m.
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Severidad del medio: 4.
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Dificultad orientación: 3.
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Dificultad del terreno: 4.
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Esfuerzo necesario: 3
Desde allí las Malloak y el valle de Araitz se presentan como una hermosa imagen que nos acompañará gran parte del camino. Al fondo, debajo del manto blanco, nos imaginamos que se ubica Tolosaldea. Dejamos la pista de cemento y seguimos el camino tras superar un paso que se sitúa en el alambrado que limita el bosque de hayas con el pastizal. Seguimos la pista que nos acerca al pinar y continúa por un hermoso hayedo, que cuenta con una fuente a un lado del camino. El camino es tranquilo y pronto empezamos a contemplar la imagen de Urkieta, de un gris claro, mientras Larrunarri se asoma poco a poco. Desde el collado de Urdanzarrate se puede ver la cima de Urkieta. Antes tenemos que superar ese importante repecho, exigente, pero hay que pensar que el esfuerzo merece la pena y que con calma y constancia todo es superable y alcanzable.
Tras rebasarla llegamos al cordal para seguir el sendero que se encuentra señalizado con marcas rojas y blancas. Poco a poco nos adentramos en otro hayedo, que nos permite disfrutar de unas magníficas vistas de Tolosaldea, Goierri,... El último tramo hasta llegar al buzón de Urkieta es también exigente. Hay que ser precavido, sobre todo si las rocas están mojadas. Una vez allí disfrutamos de las vistas.
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El descenso lo realizamos por el mismo sentido de la ascensión. Tras dejar atrás la cuesta que nos ha puesto a prueba en el ascenso, llegamos de nuevo al collado de Urdanzarrate. Optamos por descartar el camino que nos condujo a nuestro objetivo y nos marcamos un pequeño reto, subir la cuesta que nos conducirá por hermosos hayedos hasta Musaio. Un rebaño de ovejas nos observa sorprendido, mientras continuamos nuestro camino, hasta que llegamos al límite entre Areso y el valle de Araitz. El camino nos guía sin ningún problema hasta el búho que nos ubica en Musaio. Seguimos la alambrada que limita los montes de unos y otros hasta llegar a un hayedo en el que sus hermosas hayas nos acompañan. Pronto llegamos a un paso canadiense, que superamos, y siguiendo el rastro de quienes pasaron por allí antes que nosotros llegamos a una zona donde hay varios puestos de caza. Siguiéndola pronto nos topamos con los mojones (CRP) que nos indican el paso de la cañada real de Navarra, por el que se llevaba el ganado desde la costa guipuzcoana (Deba, Mutriku,...) a la capital del reino.
Poco a poco llegamos al collado de Pagozelaieta y escuchamos el ruido de los vehículos que transitan por la A-15. Seguimos la pista paralela a ella y vemos a lo lejos Gorriti, nuestro punto de partida. Antes, echamos un último vistazo a Araitz, donde sus mujeres fueron acusadas de ser brujas, cuando lo único que hacían era curar a personas y animales con lo que la naturaleza les daba.
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