Pagoeta, en el límite del Cantábrico

Pagoeta es un bonito rincón de Gipuzkoa, sobre Zarautz, Aia y demás localidades de Costa Urola que ofrece unas magníficas vistas del mar, Izarraitz, Hernio,... y nos impresiona cada vez que la visitamos por la belleza que brota de sus bosques, campas, piedras... No es de extrañar que fuera poblada hace ya miles de años por los habitantes de la zona que situaban sus campamentos por  los que hoy conocemos como parque natural de Pagoeta. La perfecta ubicación de sus abundantes tumbas reflejan su predilección por el lugar.

Entre bosques de hayas, pinos o en las verdes campas de Pagoeta se encuentran los antiguos enterramientos del parque. Sus primeros pobladores eligieron con exquisito criterio los lugares en los que disfrutarán del descanso eterno. La estación megalítica cuenta con un dolmen, conocido como el dolmen de Olarteta. El 'trikuharria' consiste en una sepultura acumulativa de inhumación construida por grupos de tradición pastoril durante las Edades del Cobre y del Bronce, hace unos 5.000 y 3.000 años.

En general se componen por una cámara de traza rectangular compuesta por varios bloques sin tallar hincados verticalmente en el terreno, generalmente cubierta con otro en posición horizontal, y por un recubrimiento ordenado de piedras y tierra de base circular. Son más comunes en la zona, ya que Pagoeta cuenta con ocho en total. Estos antiguos enterramientos tienen una cámara de dimensiones más reducidas. En ellos se realizaban rituales de inhumación, como la incineración, para después depositar los restos en su interior. Pagoeta cuenta con los túmulos de Arreta, Murugil I y II, Saberriko Haitzak,y Urruztume I, II, III y IV.

Los nueve enterramientos megalíticos se encuentran en tierras de Aia. Desde allí partimos con el propósito de realizar la ruta de esta semana.Esa preciosa localidad que cuenta con una balconada natural sobre el mar Cantábrico que tanto nos impresiona a los del interior.

Todas  estas joyas prehistóricas se encuentran en el parque natural de Pagoeta que abarca una superficie de 2.860 hectáreas, pertenecientes en su mayor parte al término municipal de Aia y, en menor medida, a los de Zarautz y Zestoa. No es la más alta del parque, pero sí la más conocida de este entorno natural único que cuenta con una extensión que fue declarada como parque natural el 29 de septiembre de 1998. En su interior se encuentran las fincas de la Diputación Foral de Gipuzkoa: Laurgain y Altzola, más los enclaves de Iturraran, Agorregi y Bekola.

El parque natural debe su denominación a la cima de Pagoeta, que en esta carrera sus participantes no pisarán, pero que destaca por su gran cruz blanca y su paloma de piedra que observa cada movimiento que se produce a su alrededor en tierra, mar o aire. No muy lejos se puede ver cómo el mar Cantábrico golpea las playas de Orio, Zarautz y las demás localidades de esa zona de la costa guipuzcoana.

Mientras, en el parque se pueden encontrar grandes tesoros naturales como un bosque de encinas del mirador de Burnigurutze. Se sitúa en un afloramiento de roca caliza, en la subida hacia Pagoeta. Según cuentan es el último testigo de otros encinares que debieron cubrir el parque de Pagoeta en épocas más cálidas.

Cerca del collado de Lizarra se puede encontrar un pequeño bosque de hayas salvajes que no fueron trasmochadas para la obtención de carbón. Se trataba de las hayas de Elutsaundi. Estas hayas miden más de un metro de diámetro y unos 30 metros de altura. Hace años un temporal derribó una de ellas y contando sus anillos se calculó que podía tener unos 150 años.

Algo más escondido, en el término conocido popularmente como Behorbarrote (lugar de yeguas), se encuentra un bosque mixto en el que conviven especies autóctonas como el haya y el abedul y exóticas como el ciprés y el alerce. Destaca entre todos ellos, un vigoroso ejemplar de tejo, el árbol que más aparece en la heráldica de Gipuzkoa. Se trata de un ejemplar que tiene más de 200 años. Cuentan que este centenario tejo se ha salvado gracias a la fuerte pendiente y sobre todo a la roca caliza que aflora entre sus raíces a modo de agradecido abrazo.

Esta cima de 636 metros, no destaca por su altitud pero sí disfruta del cariño y reconocimiento de muchos aficionados al senderismo que la visitan por su sencillez a la hora de acceder a ella y las preciosas vistas que ofrece.

Pagoeta es una de las cumbres que se sitúan en el macizo de Hernio. Su punto más alto es conocido como Pagoetako kurutzea (676 m.). Partiendo desde el gran parking ubicado en el centro del casco urbano de Aia, comenzamos nuestra caminata disfrutando de las cuidadas casas de la localidad de piedra y preciosos balcones de madera. Cruzaremos la carretera GI-2631 hacia Asteasu, siguiendo las marcas blancas y amarillas (PR GI-35) hasta llegar a una pista a la derecha. No hay problema en localizarla ya que un cartel señala la dirección que deberemos seguir hasta Pagoeta. El ascenso por u n sendero pedregoso es tranquilo y hermoso, con unas magníficas vistas de la localidad costera. Poco a poco vamos subiendo mientras los verdes prados desaparecen y dan paso a zonas más boscosas, pinos, hayas y zonas abiertas en las que han deforestado y nos permiten disfrutar del litoral. De camino a la cima descubriremos a mano izquierda el túmulo de Arreta (490 m.).

Continuamos nuestra caminata y nos encontraremos con algunas vallas que no presentan ninguna dificultad. Avanzamos en este fácil trayecto en el que nos toparemos con las cruces blancas que nos indican el vía crucis que nos conduce hasta la mismísima cruz de Pagoeta.

Una vez en la zona superior de Pagoeta, se abre un terreno relativamente llano de verdes prados, abultado por pequeñas cimas entre las que destaca la Cruz de Pagoeta, que tiene muy próximas la de Urruztumeko Punta, Murugil y Olarteta.

La Cruz de Pagoeta se encuentra a 676 m. y desde ella se divisa con claridad la línea de costa guipuzcoana, con esa luz mágica del Cantábrico en la que los tonos azules, los días tranquilos, o grisáceos, los días en los que desata su furia, se mezclan con los tonos verdes de pastos y montes. La gran cruz se sitúa en un enclave privilegiado. Desde allí también se pueden obtener unas bellas instantáneas de Erlo, con su piedra gris-blanquecina y el resto de la línea de montes situados sobre Azpeitia y el valle de Urola. Muy cerca de Pagoetako kurutzea se encuentra otra discreta cima, Murugil (717m .). Merece la pena acercarse hasta ella y disfrutar de otra perspectiva del valle de Urola y las cimas que lo coronan.

Tras disfrutar de las diferentes variantes que nos ofrece la cima solo queda regresar hasta nuestro punto de partida.