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Otsabio (801 m.), ruta circular desde Altzo

a la sombra de los gigantes de Altzo ·

Sus 801 metros de altitud no le hacen uno de los montes más destacables, pero su peculiar cima lo convierte en uno de los que hay que conocer

Viernes, 2 de julio 2021

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Altzo es especialmente conocido por uno de sus vecinos, Miguel Joaquín Elizegi Arteaga. El gigante de Altzo llevó a la gran patalla el nombre y algunos de los rincones de su localidad natal, aunque la hermosa localidad de Tolosaldea cuenta con otros muchos tesoros y personajes populares. Algunos de ellos nos los podemos encontrar de camino a la cima de esta semana, Otsabio.

De camino a la cima nos encontramos un hermoso bosque de hayas que nos traslada con sus verdes intensos y enormes árboles de formas extrañas a un mundo onírico. Incluso un escalofrío nos recorre el cuerpo al adentrarnos en la sombra de los preciosos ejemplares entre los que se encuentra un singular tesoro natural. Se trata de una magnífica haya trasmocha, que plantó en el siglo XIX, el bertsolari Manuel Antonio Imaz. Cuentan que Imaz quiso inmortalizar el día de su boda con Paula Jauregi y lo plantó como recuerdo a tan destacada fecha. Junto al peculiar árbol se encuentran otros hermosos ejemplares de la misa especie, pero algo especial tuvo su acto de amor ya que el haya fue declarado árbol Singular por el Gobierno Vasco en 1997.

Es conocido por el nombre de haya de Gaztaña-Mozteta y se encuentra junto a una calera. Sus dimensiones destacan sobre el resto ya que cuenta con 680 cm. de perímetro a 1.30 m. de altura, un diámetro de copa de 28,51 m. y una altura de 22,73 m. Cabe destacar que cerca del caserío del bertsolari se encuentra un monolito de piedra colocado el 22 de noviembre de 1997 junto al árbol, recuerda al bertsolari con la siguiente inscripción: «Manuel Antonio Imaz, bertsolari altzotarrak ezkondu zen egunean 1836ko irailaren 22an aldatutako pago honen itzalak elkartu gaitzala bere ondorengoak» (Que la sombra del haya que plantó el bertsolari de Altzo Manuel Antonio Imaz, el 22 de septiembre de 1836 en el día de su boda, nos reúna a sus descendientes). Una joya bien custodiada por Otsabio y el resto de los enormes hayas, que le rodean.

Otsabio se sitúa entre las cuencas de los ríos Araxes y Oria, punto de enlace entre Navarra y Gipuzkoa. A pesar de no ser destacable por su altitud, 801 m., es uno de los que muchos mendizales visitan de vez en cuando. Cabe destacar que está recogido que Otsabio no existe como cima, ya que se denomina Muñobil, pero a su cruz se le llama Otsabioko gurutzea. La cima más elevada del cordal recibe el nombre de Laparmendi en Altzo y Lapargaña en Lizartza, y la cruz se conoce como Laparmendiko gurutzea en ambos casos. En este baile de nombres, denominaciones y demás, cabe destacar que Otsabio en la actualidad es para muchos el nombre del cordal en sí que se sitúa entre Altzo y Lizartza.

INFORMACIÓN MIDE:

  • Horario: El recorrido es fácil y muy recomendable para realizar en familia. En unas 3 horas se puede completar la vuelta circular sin gran dificultad.

  • Distancia: 8km

  • Desnivel positivo: 610 m

  • Severidad del medio: 3

  • Dificultad de orientación: 3

  • Dificultad del terreno: 3

  • Esfuerzo necesario: 3

Otsabio ha sido testigo de las andanzas de altzoarras y lizartzarras que comparten su titularidad. A lo largo de ellas, se encuentra una importante estación megalítica que esconde bajo sus enormes piedras el pasado prehistórico de sus pobladores entre los enormes hayedos y robledales. En buen número de pinos que nos encontramos en nuestra salida, estos destacaban además de por su altura, por los troncos rectos casi perfectos de los grandes ejemplares.

Desde Altzo

La ascensión hasta la cruz de Otsabio puede realizarse desde Lizartza y desde Altzo. Nos decidimos por la segunda opción y nos acercamos hasta Altzo muño (217 m.). Después de aparcar muy cerca de la iglesia, comenzamos la ascensión por la pista asfaltada de la derecha. Continuamos la carretera asfaltada por el collado de Arrima (330 m.), hasta llegar a la estación de gas, al este de la loma de Elordi (370 m.). Muy cerca se encuentra un cruce y nosotros continuamos por la izquierda siguiendo las pinturas amarilla y blancas que se encuentran por el camino.

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Tras dejar atrás la carretera asfaltada llegamos a una zona en la que predominan los pinares. Por los caminos señalizados comenzamos la ascensión que nos permite disfrutar de unas magníficas vistas de Tolosaldea. Entre ellos Larrunarri/Txindoki y Auza Gaztelu. El camino es en cuesta todo el rato aunque se hace más que asequible y no exige demasiado esfuerzo.

Poco a poco, dejamos atrás los pinos, nuestros compañeros de camino hasta entonces, y comenzamos a adentrarnos entre hermosos bosques de hayas que siempre despiertan en nosotros una energía diferente. Casi sin darnos cuenta, comienzan a destacar algunas rocas gris-blancas, señal evidente de que pronto llegamos a nuestro objetivo, Otsabio. Y sin quererlo, casi escondida entre los enormes árboles, se encuentra la cruz o las cruces de Otsabio, el buzón y un vértice geodésico.

Las piedras que pueblan la zona alta de Otsabio. En ellas se descubre la huella de la lluvia y el agua que las han golpeado durante miles de años y han dejado su sello de forma caprichosa. Poco a poco, nos acercamos a Laparmendi (812 m.). Seguimos el cordal, encontrándonos en nuestro camino más de un puesto de caza. En una zona deforestada también podemos leer 'Otsabioko trikuharria'. El dolmen de Añi (Otsabio) y el túmulo de Pagoaundi son las zonas que recogen la existencia de vida prehistórica en la zona. Datos recogidos en torno al dolmen señalan que tiene un diámetro de 9 metros y una altura máxima de un metro. Además, se destaca que en este dolmen de la época de bronce del Neolítico asoma una losa de la cámara de 2 metros de largo. Este túmulo fue descubierto en 1965, aunque no ha sido excavado.

Después de dejar atrás el lapiaz de roca, la caminata es más fácil y sin darse cuenta comienza una pista forestal en la que nos encontramos la piedra que nos indica que llegamos a Sasiolako Gaina. En su zona occidental ( 771 m.), también conocida como Mugaluze, hay un mojón casi enterrado que marca los límites de Altzo, Tolosa y Lizartza. En la cota oriental hay un pequeño vértice geodésico ( 742 m.). Después comienza el descenso hacia el collado de Arrauneta (639 m.) donde termina el cordal. Pronto llegaremos a un poste con diferentes indicaciones en el que nos encontramos una que nos señala la dirección de vuelta hacia Altzo Muño por el GR-21 (Sendero Ignaciano).

BELAUNTZARAN
Imagen principal - Otsabio (801 m.), ruta circular desde Altzo
Imagen secundaria 1 - Otsabio (801 m.), ruta circular desde Altzo
Imagen secundaria 2 - Otsabio (801 m.), ruta circular desde Altzo

A través de un hayedo llegamos hasta el collado de Arteota ( 610 m.). Muy cerca se encuentra un encinar cantábrico. Poco a poco avanzamos en nuestro camino y llegamos a escuchar primero y ver después la cantera de Altzo. Seguimos disfrutando de las vistas hasta llegar al caserío Goikoetxe (291 m.). Tras dejarlo atrás se llega a un cruce (249 m.) y se continúa por la derecha. Enseguida aparece uno de los hermosos caseríos que se encuentran en la localidad, Aizpe (227 m.).

Continuamos la marcha y la pista que nos ha acercado hasta Altzo termina junto al caserío Lizarribar, saliendo a la carretera cerca del aparcamiento donde comenzamos nuestra salida.

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