El otoño comienza a desnudar algunos de los rincones de Tolosaldea. El verde va desapareciendo, y los colores ocres, amarillos y rojos predominan mientras el viento sur se encarga de la música que les hace abandonar las recias ramas que siguen su ritmo.
Publicidad
Esas hojas van formando las coloridas alfombras que bajo nuestros pies nos encontramos en la salida de esta semana desde el núcleo de Amasa hasta Loatzo que observa cada movimiento de los caseríos y calles que se erigen a sus pies.
Amasa es anterior al núcleo de Villabona, aunque hoy se conozca como Amasa-Villabona o muchos la obvien. Según queda recogido en la web de su ayuntamiento «no hay que descartar la posibilidad de otro precedente, situado en una localización más elevada todavía». Según los datos históricos recogidos, la colación o concejo de Amasa asoma por primera vez a la historia en la carta de vecindad otorgada en 1385, por la cual se une a Tolosa. Villabona aparece como tal en las Juntas Generales de Gipuzkoa de 1398 y se puede afirmar que empezó a constituirse en el agrupamiento de vecinos de Amasa bajados para dedicarse al comercio, la industria casera, servicio de viandantes, etc., justamente en la Calzada que unía Castilla con Francia a través de Segura, Tolosa, Hernani.
Otra razón para el asentamiento de aquellas gentes en lo que conocemos como Villabona, fue la creación de un lugar de reposo para los peregrinos que recorrían el camino de Santiago. En 1480 Villabona deja de ser un barrio de Amasa y tiene su propio alcalde con jurisdicción civil y criminal, aunque continúa estando mucho menos poblado que Amasa. Esta situación crea graves desavenencias y conflictos entre ambos concejos, que tras largos años deciden en 1619 crear una única villa.
En nuestra salida de hoy nos acercamos hasta el núcleo de Amasa, donde se levanta la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, construida entre los siglos XVI y XVIII, es de planta de salón, con un retablo mayor realizado por el tolosarra J.I. Próxima a ésta se sitúa la Ermita de Santa Cruz, la cual, según se dice, fue la primera parroquia de la zona. Guarda en su interior un calvario de gran devoción. Desde ese punto partimos a Loatzo, es cima secundaria de Gipuzkoa, bonita donde las haya, que permanece a la sombra de su hermano, Uzturre, en cuanto a reconocimiento se refiere.
Publicidad
A pesar de ello, la cumbre que comparten Amasa-Villabona, Tolosa e Irura goza como el primero de numerosos visitantes que lo sienten como uno de los montes más entrañables de Gipuzkoa.
Loatzo ofrece una vistas magníficas desde su punto más alto. Allí se encuentra una cruz de considerable tamaño que tal y como se puede leer en la placa, situada en su parte baja, colocaron varios miembros de la sociedad Sukalde de Irura, Valerio Urrestarazu, Rafael Otaño, Tomas Saizar y Toribio Yaben allá por el año 1959. A escasos metros se encuentra una coqueta borda-refugio con un tejado rojo. Según cuenta la placa, la borda situada en la fachada fue construida por los miembros de Zukalde de Irura en 1962 y restaurada por socios de Gazte Alayak en 1977.
Información MIDE:
-
Horario: La ruta completa la realizamos en 5 horas y media con paradas para sacar fotos, vídeos. El tiempo real de caminata es de unas cuatro horas y media a un buen ritmo.
-
Distancia: 18km
-
Desnivel positivo: 816 m
-
Severidad del medio: 3
-
Dificultad orientación: 3
-
Dificultad del terreno: 3
-
Esfuerzo necesario: 4
Además, Loatzo cuenta en su cima con otro interesante tesoro, un gran panel que nos fotografía todas las cumbres que se pueden contemplar desde allí. Toda una lección recomendable para conocer mejor los nombres y las ubicaciones de los montes más cercanos, entre los que se encuentran importantes cimas guipuzcoanas: Hernio, Gazume, Andatza, Herniozabal, Belkoain, Jaizkibel, Buruntza, Pagoeta, Oindolar, Adarra, Onddo...
Publicidad
Destacar que la cumbre de Loatzo formó parte del catálogo montañero del año 1950, en la posición 74 del listado de Gipuzkoa, y en ella se han celebrado fiestas de finalistas del concurso de los cien montes (1953, C.D. Amaikak-bat).
Desde Amasa
La ascensión habitual se puede realizar desde Villabona (61 m.). Desde esta localidad de Tolosaldea se sube fácilmente al barrio de Amasa (134 m.), origen de la villa que hoy en día es conocida como Amasa-Villabona. Un poco antes de entrar en el barrio rural accedemos por un cruce a la derecha, descendiendo al barranco por una pista hormigonada para volvernos a elevar por el caserío Artzelus (333 m.). De allí seguimos nuestra caminata hasta el restaurante Alustiza (397 m.) tras haber pasado por el puente que cruza el río Aran. En todo momento toca subir y cabe destacar que la pendiente es exigente, pero nos lo tomamos con calma. Una vez en el caserío Artzelus seguimos por el sendero de la derecha (185 m.). Después de superar este caserío tomamos un sendero empedrado cruzando una verja (sur). La subida se acentúa.
Publicidad
Después continuamos por el cruce hacia Alustiza (210 m.) hasta aparecer en un cruce con un poste indicativo.
Seguimos el sendero hacia el caserío Alustiza y nos desviamos a la derecha (SE) antes de llegar. Avanzamos junto a una especie de zanja con un sendero en su interior, a veces cargado de vegetación. A lo largo del camino se encuentran numerosas señales que nos indican la dirección que debemos seguir y no es difícil ubicar la cima.
Ver fotos
Poco a poco, siguiendo el sendero podemos disfrutar de unas preciosas vistas de la costa. Destacan los muros de piedra que se encuentran limitando las tierras de pastos de cada una de las localidades limítrofes.
Publicidad
Una vez en la cima caemos en la tentación de continuar hacia Uzturre. Más que recomendable si nos hemos tomado una mañana de salida montañera. Dejando atrás la borda y la cruz de Loatzo continuamos por el camino principal, siguiendo a través del bosque. Un poste indica hacia Uzturre (sur). Caminamos unos metros y tomamos un desvío a la derecha, en el que se encuentra una señal hacia Uzturre.
Tras llanear por la pista durante un buen rato nos desviamos a la izquierda. Cogemos un sendero balizado con un hito de piedra (sur). La senda se encuentra justo donde la pista comienza a descender.
En cuestión de poco tiempo llegamos a la Cruz de Uzturre (660 m.) con su excelente panorámica de la villa tolosarra. Desde la cruz avanzamos hacia el este para alcanzar el punto más elevado. Seguimos en esta dirección el sendero que discurre más a la izquierda.
Noticia Patrocinada
Continuamos hasta su cima, semioculta, en la que se encuentra el vértice geodésico y un par de buzones. Continuamos el recorrido hacia el monte Belabieta. Para ello seguimos por la cresta hacia el este. Podemos encontrar algún desvío que sortee los pastizales cercados. Subiremos pequeñas cotas, apenas apreciables, durante el acercamiento a la cima de Belabieta (Exkarga, Zenteno y Muñaski)
El monte Belabieta (699 m.) es la última cima en línea en la que se encuentra con un vértice geodésico.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión