Irukurutzeta, envuelta en un manto blanco

Como si de un bosque encantado se tratara, de camino a Irukurutzeta (899 m.) nos sumergimos en paseo en el que lo onírico y lo real se mezclaban y nos permitían disfrutar en cada paso de una estampa única. No encontramos ningún iratxo, ni hankagorri, ni lamias, pero no nos sorprendería saber que nos controlaban escondidos entre las raices o el musgo que decoraba con un verde intenso hayas y otros árboles que dejábamos atrás en nuestro camino.

Precioso, el verde que destacaba bajo el manto de niebla que nos envolvía en nuestro sendero hacia Irukurutzeta, que intentábamos plasmar en nuestras fotografías, hasta que descubrimos que el regalo era estar allí. Entre los árboles, debajo de los frondosos ramajes que lucían las frescas hojas humedecdidas por las lluvias caídas las últimas horas, pero lo que más nos llamó la atención era el musgo.

Un escaparate natural único, el que nos encontramos en nuestra salida a Irukurutzeta, la cumbre en la que se juntan los límites de Elgoibar, Soraluze y Bergara. Esta cima da nombre al largo cordal de Irukurutzeta que se inicia en Maltzaga (85 m.) que nos conduce de manera ascendente hasta la cumbre de Muneta o Kortazar (749 m.) y en cuanto altura, prosigue con Atxolin (848 m.), Kurutzezarra (897 m.) y Kurutzebakar (902 m).

En el cordal, se encuentra el collado Kerexeta (748 m.) que separa esta cima del Kerexeta goegia, Elosumendi o Pol-pol (885 m.). Esta cima da paso al Agerreburu o Sorusaitza (857 m.), desde donde se pierde altura hasta el collado de Elosua (686 m.). En este punto el cordal se desvía hacia el E delimitando el valle de Antzuola y pasa por las sucesivas cumbres de Itxumendi (725 m.), Gorla (668 m.) y Trekutz (713 m.), al Norte del puerto de Ezkarga (492 m.), para rematar en Irimo (896 m.), sobre Urretxu (349 m.). A lo largo de todos estos kilómetros de montes se encuentran los diferentes túmulos y mehires que forman parte de la conocida como la 'Ruta de los dólmenes' que se puede realizar a los 22 kilómetros con los que cuenta (PR-GI 94). Se trata de una ruta lineal, de poco desnivel, que, comenzando en terrenos de Soraluze nos lleva hasta Bergara por un paseo de ensueño.

Precisamente este domingo se ha organizado la cuarta visita por la ruta desde el paking de Karakate. Las inscripciones se pueden realizar por teléfono llamando al teléfono 657 794 677 o cumplimentando el formulario disponible en la siguiente dirección web https://www.debabarrenaturismo.com/es/ruta-dolmenes/visitas-guiadas.

Esta ruta surgió gracias al gran trabajo llevó a cabo por don José Miguel Barandiaran que llevó a cabo diferentes estudios y excavaciones entre los años 1920 y 1922. Entonces, se pusieron en valor los distintos túmulos y dólmenes de la zona que han sido datados entre el Neolítico y la Edad de Bronce.

Estas importantes joyas prehistóricas se encuentran en la estación megalítica de Elosua-Pla-zentzia, declarada como bien de Interés Cultural. Está compuesta por 18 túmulos, dólmenes y un menhir. Se tratan de los dólmenes de Agerreburu, Aitzpuruko Zabala, Atxolin, Iruia, Irukuru-tzeta, Elosumendi y Keixetako Egia Sur; y los túmulos de Aizkoin, Atxolin Txikia, Gizaburua, Keixeta, Keixetako Egia Norte, Kutzebakaar, Maurketa, Naasiko Goena, Pagobedeinkatu, Trekutz y el menhir de Arribirilleta.

Todos ellos repartidos por ,el cordal karakate Irukurutzeta y Agerreburu, que se encuentran en tierras de Bergara, Azkoitia, Antzuola, Elgoibar y Soraluze.

En nuestra caminata de esta semana destacamos el menhir de Arribiribilleta. El menhir Arribiribilleta es un monumento megalitiko que se encuentra en la cima Kurutzezarra del monte Irukurutzeta. Es un menhir de 3,6 m de altura, 1,7 m de ancho y 0,4 m de grosor que se encuentra en un cráter de 2,5 m de diámetro y 0,3 m de profundidad en un montón de piedras. Durante años, el mehir se encontraba en el suelo. Fueron los miembros de Aranzadi quienes se encargaron de poner el menhir de Arribiribilleta en la posición que tenía hace miles de años. Según los estudiosos, Arribiribilleta es un menhir de la Era del Bronce (2500 a.c. a 1000 a.c.). En 1921 J.M. Barandiaran, T. Aranzadi y E. Eguren practicaron una cata cerca del bloque, recuperando fragmentos de teja y carbón, e identificándolo como un mojón. En 2002 fue denunciado como dólmen por J. Altuna, L. del Barrio, A. Fernandez, K. Mariezkurrena eta A. Turrillas. Al final, en 2012 M. Ceberio y J. Tapia realizaron una intervención arqueológica que mostró que se trataba de un monolito prehistórico

Su forma nos invita a imaginarnos que se trata de una de esas puertas que nos trasladaría en el espacio y en el tiempo, y aunque los intentamos nuestro sueño no se materializó. Volviendo a la realidad de nuestro tiempo y espacio, recogemos que este menhir «tras los estudios arqueológicos llevados a cabo se concluyó que no se trataba de un monumento megalítico que protegía un enterramiento, sino que se trataba de un menhir. Así, se decidió poner en pie este monolito que durante años estuvo tumbado sobre piedras y hierba. Hoy, este menhir descansa sobre una estructura creada específicamente para conservar las capas de tierra que encontramos bajo él. Facilitando así, una posible nueva excavación de la zona». Durante años, el menhir se encontraba en el suelo. Fueron los miembros de Aranzadi quienes se encargaron de poner el menhir de Arribiribilleta en la posición que tenía hace 4000 años.

A unos doscientos metros, se sitúa el túmulo de Irukurutzeta. Se trata de un gran túmulo de piedras, que, «en apariencia, guardaban en su centro una cámara funeraria. Lamentablemente, este túmulo ha sido saqueado, por lo que no se han podido encontrar todos los elementos originarios de este espacio».

La visita al lugar es más que recomendable para realizar en familia para que los más pequeños puedan descubrir la historia que rodea a todos estos monumentos prehistóricos y las tradiciones ancestrales que seguían.

El ascenso en esta ocasión los hacemos desde el alto de Azkarate al que podemos acceder desde Elgoibar o Azkoitia. El alto se sitúa a 430 metros de altitud y no tiene una buena para aparcar, pero respetando el acceso de prados y terrenos de cultivo de la zona logramos, un hueco. A continuación nos dirigimos junto al caserío Kortaberritxo, a media ladera, por una pista de hormigón que conduce al barrio de Otzortiaga (487 m). Las marcas rojas y blancas, en algunos casos mezcladas con la amarilla, nos conducen sin gran dificultad hasta nuestro objetivo

La pista cambia de vertiente bordeando las pequeñas cotas de Munoa u Otzortiagagaña (519 m.) y Zarrikoategana (545 m.). Al llegar a la encrucijada del collado Zarrikoate o Zargoate (531 m), proseguimos por el ramal (SSW) que se encamina a la loma de Urkiri u Olarretagaña (668 m.), bordeándola por la izquierda. Tras cruzar un rellano (654 m.), seguiremos (SW) para encarar la vertiente N hasta desprendernos del arbolado ya cerca de la cumbre de Irukurutzeta o Kurutzebakar (899 m.).