Ganeran (823 m.), La Cruz (803 m.) y Gasteran (801 m.)
La mole caliza del Pico de la Cruz ofrece su ascensión más exigente desde San Pedro, el núcleo principal de Galdames
FERNANDO J. PÉREZ
Jueves, 15 de abril 2021, 16:35
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Los Montes de Triano o Grumeran son un alargado cordal que delimita por el norte la cuenca del río Cadagua tomando el relevo a Ordunte camino de su desembocadura en el Nervión. Es una sierra cubierta de pastos y bosques, aunque en algunois puntos ofrece afloramientos de roca caliza. El más destacado es el Pico de la Cruz, que desde el pequeño valle de Galdames ofrece su perfil más agreste y alpino.Comenzamos la marcha en San Pedro, el núcleo principal del valle. Desde la iglesia, nos dirigimos al cercano frontón para seguir la pista cementada que asciende a su derecha. Lleva a los barrios más altos del pueblo, Laia y Ledo, que conoceremos en el descenso. Ahora, nuestro objetivo es el barranco de Aranaga, que separa el Pico de la Cruz de otra cima caliza, el Giuruz. La pista deja atrás el edificio de tratamiento de aguas y tras una revuelta llega a un cruce. Seguimos por la derecha para adentrarmos en el valle, aunque por poco tiempo. Apenas a doscientos metros, tras pasar junto a unos pinos, debemos tomar un sendero que desciende a la derecha.
HITOS
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Ganeran: 823 m. (UTM:30T 494516.83 E, 4789615.27 N)
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La Cruz: 803 m. (UTM:30T 493950.61 E, 4788905.53 N)
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Gasteran: 801 m. (UTM:30T 494416.19 E, 4788749.24 N)
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Cómo llegar: Desde Bilbao, BI-636 hasta Güeñes y BI-3631 hasta San PEdro de Galdames.
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Cartografía: MTN 61-I (Santurtzi), 1:25.000, del IGN.
Información MIDE
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Horario: 3h.30'.
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Distancia: 9.0 km.
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Desnivel positivo: 1050 m.
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Severidad del medio: 3
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Dificultad orientación: 3
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Dificultad del terreno: 3
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Esfuerzo necesario: 3
La senda baja hasta el arroyo y asciende por la otra vertiente, donde la roca aflora inmediatamente. Pronto llegamos a una pequeña portilla metálica (0h.30'). Tras cruzarla, la senda llanea hasta el barrio Akendibar, pero no llegaremos hasta él. A los pocos metros de cruzar la compuerta, abandonamos la senda para remontar (izq.) por las grandes lajas de roca que marcan los desniveles de la montaña. Esporádicos hitos marcan el camino, dibujado ocasionalmente en los escasos tramos de tierra. En caso de duda no hay más que ascender evitando adentrarse en los bosques que jalonan las peñas.
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