Las vistas, a pesar del intenso y gélido viento, espectaculares desde la cima de Erga. Belauntzaran

Erga, con vistas a los Pirineos

Rodeado por las sierras de Aralar y Andia, este monte que corona Irurtzun muestra la belleza de los valles y una gran perspectiva de los montes navarros

Viernes, 21 de enero 2022

Ipar no desaprovechó la oportunidad de demostrar su fuerza en nuestra visita a la cima de Erga ( 1.094 m.). A duras penas podíamos permanecer quietos en la explanada donde se encuentra su punto geodésico y buzón, ya que el viento del Norte quiso alardear de su poder en la cima navarra desde la que podemos ver los Pirineos. Erga es un cumbre que despierta gran interés entre quienes transitan por la A-15 a su paso de Irurtzun y su fácil acceso la convierte en una de las montañas más populares entre los senderistas. Tal vez más conocida por su estratégica ubicación y las magníficas vistas que ofrece los días despejados en los que uno no se cansa de contemplar la extensión de los valles que se abren a sus pies: Sakana, Arakil, Larraun, Imotz, Iza...

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Datos

  • Acceso: Para llegar hasta Irurtzun hay que seguir la A-15 o la N-1 por Etzegarate hasta llegar a la localidad navarra

  • Horario: Desde Irurtzun la ascensión se puede realizar en torno a una hora y media de manera tranquila ya que resulta algo exigente. Resulta más fácil desde Latasa o Aginaga

  • Distancia: 13km

  • Desnivel positivo: 570 m

  • Severidad del medio: 5

  • Dificultad orientación: 3

  • Dificultad del terreno: 4

  • Esfuerzo necesario: 4

Valles en los que se sitúan los pequeños concejos, rodeados de cada vez más extensos bosques mientras las zonas de pasto van desapareciendo ante el avance de las invasoras hayas que se encuentran desnudas y apagadas, a la espera de que Amalur despierte y comiencen a brotar las verdes hojas como señal de que el invierno ya ha pasado. Cada año, numerosos pueblos navarros cumplen con la ancestral tradición de despertar a la diosa guardiana de la vida, ahuyentando los zomorros, mamorros y otros seres negativos que llenan de oscuridad y tristeza los rincones. Un ejemplo claro es la celebración de Zubieta e Ituren, cuyos vecinos desfilan con sus enormes cencerros a la espalda para despertar a la tierra y anunciar que ha llegado una nueva era. Muy cerca de Erga, en Altsasu, los carnavales tienen como protagonistas a los momotxorros, personajes que parecen arrancados de un ritual prehistórico. Salen a las calles de la localidad navarra empuñando un sarde de madera, provocando y asustando a todo el que se ponga por delante. Impresiona verlos bailar al son de la música, mientras tratan de amedrentar a quiénes los observan. Lo intentan y lo logran, entre el ruido que les rodea y su temible imagen con sus cuernos y una sábana blanca manchada de sangre, espalderos de lana de oveja, pantalones azules, calcetines blancos y abarcas negras. Cada uno de los vecinos que participa en el desfile esconde su cara bajo pañuelos de tela, rodeados de las brujas, que van seguidas por Aker, el macho cabrío como si de un akelarre se tratara, y las 'Mascaritas', antiguos personajes que colocan sobre su cabeza una colcha brillante y adamascada, atada con una cuerda y un pompón.

Mientras el jolgorio y la fiesta se adueñan de las calles de las localidades que celebran el carnaval la tranquilidad impera en las cimas que las rodean. Claro ejemplo de ello, es la cima que protagoniza la ruta de esta semana a la que accedemos desde Irurtzun.

Cabe destacar que la situación estratégica de Irurtzun ha hecho que haya sido escenario de numerosos enfrentamientos bélicos participando en muchas guerras a lo largo de la historia. Fueron muchos los moros que se alojaron en la localidad navarra durante la Edad Media. Uno de los episodios históricos navarros más importantes tuvo como escenario a este pueblo. En él se llevó a cabo la 'Batalla de Irurzun' en la bravos roncaleses, defensores del reino navarro, se enfrentaron a lo castellanos, invasores del mismo, en el paso de Ozkia en 1512 durante la guerra entre el reino de Navarra y Castilla. Las tropas castellanas, al mando del Duque de Alba, vencieron a los navarros.

Protagonismo compartido

Testigo de ese y otros muchos pasajes, se erige silenciosa Erga. Una cumbre rocosa que disfruta de una ubicación perfecta, comparte protagonismo con la ermita de La Trinidad (1.015 m.), que se ubica a menos de un kilómetro pero que permite al mendizale situarla de camino a Pamplona o desde cualquiera de las cumbres cercanas.

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Para llegar a su cima deberemos superar una importante pendiente si optamos por subir desde Irurtzun, pero el esfuerzo merece la pena y las vistas invitan a realizar una, dos o más paradas.

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Galería. Las mejores imágenes de la ascensión. Belauntzaran

Desde Irurtzun (444 m.) podemos partir desde la explanada en la que se ubicó la desaparecida estación del ferrocarril 'Plazaola'. Una vez allí hay que seguir por la carretera que asciende hasta el depósito de aguas de la localidad. Allí, unos paneles informativos y señales nos indicarán por dónde debemos comenzar nuestro ascenso hasta llegar a un cilíndrico depósito de aguas. No es difícil localizar la ermita ya que la podremos ver sobre nuestras cabezas en gran parte del trayecto. Además, el paso de los asiduos visitantes hasta ella y la cima nos indican por dónde deberemos seguir. Pasando el portillo de Allegain (725 m.) seguiremos hacia la derecha. Desde aquí, en frente, podremos observar el llamado Balcón de los Buitres. Nosotros seguiremos la senda que al principio, entre pinos, nos acercará a una pista forestal. Por ella llegaremos hasta un abrevadero de animales con un pequeño tubo donde podremos llenar las cantimploras. Seguimos la pista forestal hasta entrar en la ladera que nos ofrece unas magníficas vistas. Poco a poco continuamos con la ascensión, sin ningún problema de pérdida, porque el paso de la gente deja la dirección a seguir. Pronto llegaremos hasta una zona abierta en la que a la izquierda se presenta un hayedo y a la derecha la ermita de la Santísima Trinidad.

Deberemos atravesar un portón metálico para llegar hasta ella, aunque antes, nos encontraremos con el refugio de montaña en cuyo interior se encuentra una hermosa chimenea de fuego bajo y unas mesas donde poder reponer fuerzas. A escasos metros se encuentra el templo de montaña. Hay que superar treinta y seis escalones para llegar a su puerta. En su interior guarda celosamente la imagen tallada en arenisca de la Santísima Trinidad cuya antigüedad se remonta al s. XIV. El portón permanece cerrado pero la antigua cerradura nos permite ver a través de su cerradura, la imagen.

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Desde la ermita, tomando el camino llamado «de los cañones», pues era usado por la artillería en las guerras civiles del siglo XIX, se gana la cumbre de la montaña, no lejos de la cual se halla la cueva de Azazizulo. Tradicionalmente los peregrinos recogían fósiles de esta montaña el día de la romería y con ellos decoraban sus casas como elementos protectores.

Muy cerca se encuentra el refugio de montaña. Pasando la puerta metálica nos acercamos hasta el precioso templo de montaña y podemos ver que el refugio permanece abierto. Está habilitado para poder pasar en él la noche e incluso hay leña en el exterior para hacer fuego.

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Una vez en el templo de montaña debemos seguir la pista que nos acercará hasta la zona más alta del Erga. Para ello debemos continuar entre el hayedo que se encuentra a la derecha y de manera sencilla, tranquilamente llegamos hasta el punto geodésico que nos ubica en la cima de Erga, junto a los que se encuentran los buzones de los clubes de montaña. Una vez allí, uno se desconecta de todo lo que le rodea y disfruta de la belleza natural que se encuentra a su alrededor.

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