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Buruntza: foco de la 'Belle Époque'
Mendira se acercará con una de sus salidas el 8 de noviembre a este silencioso testigo del glamour guipuzcoano del siglo XX
El 8 de noviembre, Mendira realizará una de sus salidas de esta semana por los montes de Gipuzkoa. En esta ocasión, Buruntza (441 m.) será el destino elegido partiendo desde el polideportivo de Urnieta. La cita será a las 10.00 horas del próximo sábado para completar un recorrido de unos 9 kilómetros en unas tres horas. Esta ruta nos acercará al monte que nos muestra Tolosaldea a un lado y Donostialdea al otro, sobre Andoain, Urnieta, Lasarte-Oria,... un monte que fue testigo de grandes citas deportivas de principios del siglo pasado, en plena 'Belle Époque' en las que la crème de la crème disfrutaba de las carreras de caballos en el hipódromo o de bólidos dentro del circuito de Lasarte.
Angel Elberdin gran conocedor de los entresijos, datos, anécdotas y demás detalles sobre este circuito, escribió un libro en 1998 en el que recoge el propósito de un grupo de guipuzcoanos que en la 'Belle Epoque' quisieron relanzar la economía guipuzcoana a través del turismo, utilizando las competiciones automovilísticas a modo de reclamo; para ello, establecieron como punto de encuentro Lasarte-Oria, localidad en la que diseñaron un circuito, un aeródromo, un campo de golf y un hipódromo con miras internacionales.
'Circuito de Lasarte, memorias de una pasión' recoge todas las historias, positivas y no tan positivas que sucedieron a los pies de Buruntza en pleno apogeo de la 'Belle epoque' en un circuito que nació para convertirse en una atracción turística más de las clases más adineradas de toda Europa.
Según cuenta Elberdin el trazado aprovechaba carreteras locales con una longitud total de 18 km transcurría por las vías de Hernani, Urnieta, Andoain y Lasarte en los años 20 del siglo pasado. En 1923, dentro de los actos de la II Feria de Muestras de Donostia, que se celebraba en julio para adelantar el veraneo en la capital guipuzcoana, se disputó la primera de las 26 carreras que se organizaron en el circuito.
La primera edición de aquellas luchas automovilísticas se materializó en seis carreras; autociclos, voiturettes, turismos, velocidad y motos con y sin sidecar, cuenta Elberdin. En ellas participaron 82 pilotos, más de 100 bólidos representando a 63 marcas europeas, desde Bugatti a Roland Pilain o Salmson, incluso las Harley Davidson frente a las Alcyon o las Douglas. De todos ellos el más rápido resultó el hispano suizo de Andre Dubonet que recorrió la décima vuelta de la prueba de turismos a 114 km/h de media.
Información MIDE
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Acceso Para llegr a Urnieta hay que seguir la A-15. Posible aparcar junto al polideportivo.
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Horario El recorrido ronda las dos horas y media a un ritmo tranquilo. desde Azkorte hasta la cima de Buruntza hay bastante pendiente. Ruta muy bien señalizada.
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Distancia 8 km
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Desnivel positivo 394 m
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Severidad del medio 1
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Dificultad orientación 1
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Dificultad del terreno 1
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Esfuerzo necesario 1
Era la época en que los pilotos no competían por escuadras, lo hacían por países. Los pilotos de Francia competían bajo colores azules. Los ingleses optaron por el verde oliva, los alemanes llevaban carrocerías plateadas mientras que los italianos corrían bajo colores rojos. En 1926 el GP Internacional de España en categoría Formula Libre se traslada a Lasarte.
Tras varias ediciones, en 1928, dos damas se inscriben en el GP y corren entre el resto de los participantes masculinos. Un hecho insólito para la época, pero Jennki e Itier, las dos valietnes féminas toman parte con un Bugatti, pero por fallos mecánicos no pueden acabar la prueba.
La expectación en torno a las carreras de coches en tornoa l Buruntza despierta gran interés y está documentado que en 1935 acudieron más de 150.000 espectadores y se contabilizaron más de 20.000 coches aparcados a las lindes del trazado. No en vano nombres ilustres de la automoción europea dieron un gran prestigio al circuito de Lasarte aparte, de los ya mencionados tuvimos por estos lares a Ferdinand Porsche (entonces ingeniero de Auto Unión), el piloto apodado «enamorado de la muerte» Rosemeyer o el mismo Ettore Bugatti.
Ese año, los problemas de financiación y los años de guerra en España, acabaron con los días gloriosos de carreras en Lasarte. La última edición se disputó en 1935 que tuvo como ganador al germano Rudolf Caracciola sobre su bala de plata registrando una velocidad media de 164 kilómetros/horas, tardó 3 horas y 9 minutos en recorrer los 520 km. Pero es Achille Varzi el recordman del circuito vasco dejando la vuelta rápida en 173,8 km/h.
Precisamente el 22 de septiembre de 1935, en su undécima edición el circuito bajo el monte Buruntza celebró su última competición según el cartel anunciador de la prueba.
90 años después, se siguen escuchando los motores de todo tipo de vehículos desde la cima de Buruntza, aunque haya desaparecido el glamour de 'Belle epoque' guipuzcoana, aunque la cima sigue siendo un buen balcón hacia la costa y e interior.
Desde Urnieta por Azkorte
La ruta desde Urnieta del próximo sábado, día 20, hasta la cima de Buruntza resulta entretenida por la mezcla de un entorno urbano muy cerca de los modernizados caseríos y las pocas explotaciones ganaderas o agrícolas que se encuentran situados junto a los castañales que van dando sus frutos, los helechales, prados,... Partimos desde el polideportivo para dirigirnos por la calle Idiazabal hacia la ermita de Aizkorbe por una carretera asfaltada que pasa después a ser cementada. En todo momento nuestro recorrido transcurre de manera ascendente, no en vano Urnieta se encuentra a casi el nivel del mar, mientras Buruntza se eleva a 441 metros.
Antes de llegar hasta la cima de Buruntza pasamos junto a la ermita de Azkorte. Una edificación sencilla que sustituye a la antigua ermita de Santa Cruz que ya menciona el Dr. Lope Martínez de Isasti en una de sus obras de 1625 como una «hermita devota para tercianas y cuartanas». Templo de montaña custodiado por la imagen del Cristo de la Santa Cruz de Azkorte, de madera, del siglo XIII, que ha sufrido y visto muchas incidencias (guerras, robos y epidemias), volviendo a su lugar correspondiente para la inauguración de la nueva ermita en 1973.
Desde la ermita el ascenso hasta la cima de Buruntza está muy marcado, no tanto por señales verticales, sino por el paso de los habituales y los visitantes espontáneos. Poco a poco, superamos la pendiente mientras disfrutamos de las vistas que nos muestran desde otra perspectiva las instalaciones del hipódromo de Donostia o su isla.
Ascendemos por los tramos de pistas forestales que se convierten en la zona alta de Buruntza en senderos entre árgoma hasta llegar al buzón que nos sitúa el punto más alto del monte que fue testigo de numerosos de eventos como las carreras de coches o de caballos.
Comenzamos el descenso dirigiéndonos a la planta de la cantera para después desde allí, alcanzar nuestro punto de partido, el polideportivo de Urnieta después de haber disfrutado de un recorrido en el que el comienzo es ascendente sin muchos tramos en llano que nos den tregua, y como siempre en la que hay que superar alguna que otra pendiente considerable.