Aitzorrotz, una cima con mucha historia
La cima, de 736 metros, ofrece unas magníficas vistas y muestra lo más bonito del valle del Alto Deba. Muy recomendable para hacer en familia
Un discreto tañido de la campana de Aitzorrotz (736 m.) nos anuncia que algún mendizale ha llegado hasta su cima. Josu acaba de subir hasta la ermita de la Santa Cruz eskoriatzarra y, cumpliendo con la tradición, tira de la cuerda que cuelga de la pared del templo de montaña, mientras nos cuenta que «así saben que ya estamos arriba» y bien, claro.
Costumbre que ha pasado de generación en generación en Eskoriatza y siguen manteniendo sus vecinos, que suben de manera habitualmente hasta la montaña más querida, sin desmerecer otras como Kurutzeberri.
Aitzorrotz es uno de los preciados tesoros naturales del Alto Deba. Destaca por su peculiar forma, una peña rocosa que alberga en su parte superior su ermita de Santa Cruz, y se disfruta de algunas de las mejores vistas de la comarca del Alto Deba. El histórico peñón situado en la sierra de Zaraia se erige ante los colosos de roca gris-blanquecina de Udalatx, Anboto, Kurutzeberri..., con fuerza porque su perfecta ubicación la convirtió en una pieza clave en la defensa del valle del Alto Deba.
Los paneles y señales situados de camino nos informan de ello y de la presencia en su cima, donde se sitúa ahora la ermita de un castillo. De eso ya hace muchos siglos. Se trata del castillo de 'Eneco de Oriz', que controlaba un amplio espacio territorial, sobre todo las rutas comerciales más importantes, pero también los espacios pequeños, los pastos y pequeñas vías comerciales. La tenencia era un territorio administrativo, donde su responsable ejercía por mano real varias tareas, recaudar impuestos, administrar justicia y defender dicha demarcación.
La fortaleza de Aitzorrotz ofrece una panorámica excepcional para el control. Para entrar a la fortaleza hay un sendero abierto aprovechando la roca natural, que servía para reforzar el sistema defensivo. Una vez cruzado el camino de entrada, la fortaleza se divide en dos espacios separados por la roca: la de abajo, junto a la entrada, y la de arriba, que ocupa las zonas principales del castillo. Los expertos destacan que dicha organización en dos niveles se realizó con el objetivo de mejorar la función defensiva. Así, en la parte de abajo habría, seguramente, alojamientos para los vigilantes; y en el recinto principal superior -esto es, en el lugar que ocupa la ermita-, el aljibe y la torre principal.
En la campaña de 2011 se recuperó el aljibe entero que muestra a la perfección el arduo trabajo de los canteros, que realizaron un agujero perfecto en la roca. Se trata de un espacio de 4 metros, con una anchura de 3,30 metros, una altura de 1,50 metros y una capacidad de 20.000 litros aproximadamente. Cabe destacar que entre los castillos construidos en roca no se ha encontrado un aljibe como este en ningún otro castillo de Gipuzkoa, Araba, Navarra o Bizkaia.
Dicho aljibe tenía una capacidad como para abastecer a 20-30 personas. Junto a él, en el paraje en que se encuentra la ermita, estaría la torre principal de la fortaleza. La zona fue trabajada para construir la ermita actual, desbastando o rebajando la roca y, por tanto, no quedando indicio alguno de la construcción medieval.
Una joya histórica que este fin de semana albergará la romería en honor a la Santa Cruz. En las diferentes excavaciones arqueológicas realizadas en la zona se han encontrado, entre otros, un sello de Fernando II de León-1181-, nueve monedas de plata -una de ellas de Alfonso VIII-, y las demás de Fernando III, Alfonso X y Alfonso IV. En la década de los 60, Cruz Albarrategi, cura de Bolibar, encontró restos de armas y monedas de la época entre Felipe II y Alfonso XII.
Entre 1968 y 1970, Ignacio Barandiaran analizó la parte este y oeste del recinto principal del castillo. Los resultados del análisis fueron muy interesantes ya que entre los diferentes estratos se encontraron diversas clases de objetos, entre ellos, monedas, armas, y restos de la Edad Media y de la Edad Contemporánea. Desde 2009 hasta hoy en día, el grupo Larrate, dirigido por Iñaki Sagredo, se encarga de los trabajos arqueológicos y de documentación con el objetivo de recuperar y documentar el castillo que en la Edad Media se encontraba en Aitzorrotz.
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Información MIDE
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Acceso: El paseo desde Eskoriatza ronda las dos horas y media. Muy recomendable con buen tiempo para realizar con niños para que conozcan la historia de esta cima
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Horario: Se puede ir por la AP-8 y AP-1 hasta llegar a Arrasate y seguir a Eskoriatza. El acceso al barrio de Bolibar está debidamente indicado
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Distancia: 6,5km kilómetros.
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Desnivel el positivo: 478 metros.
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Severida del medio: 2
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Dificultad de orientación: 1
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Dificultad del terreno: 2
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Esfuerzo necesario: 2
Monedas romanas
Las ferrerías, los montes o las salinas eran patrimonio de la corona, y el teniente se encargaba de asegurar su buen funcionamiento. Hoy en día es la zona arqueológica del castillo de Aitzorrotz, designado monumento por el Gobierno Vasco en 2012.
La historia de Aitzorrotz remonta hasta la época de los romanos en Euskal Herria. Según Pablo Gorosabel, «el castillo se volvió a utilizar durante las primeras carlistadas». Asimismo, menciona que «se encontraron restos de armas y algunas monedas de época romana».Los expertos recogen que las primeras referencias documentales del castillo de Aitzorrotz o 'Atxorrotx' como popular es conocido este monte, datan del siglo XII, de cuando se nombran los tenentes navarros que estaban al cargo de la fortaleza. Los datos históricos recogidos en torno a este emplazamiento destacan que «hasta el siglo XII Gipuzkoa fue una tenencia gobernada desde Aitzorrotz, pero en 1199 Sancho el Fuerte dividió la tenencia en dos (Gipuzkoa y Donostia), y si ello fuera poco, Alfonso VIII de Castilla atacó el reino de Navarra desde Pancorbo, sitió Gasteiz y ocupó las plazas defensivas de Gipuzkoa, Duranguesado y Araba. La conquista castellana y la desaparición de las tenencias hicieron que se fortaleciera el feudalismo de oñacinos y gamboínos». En los documentos de la época en que el monarca castellano Enrique IV anduvo atacando a los parientes mayores vuelven a aparecer referencias sobre el castillo de Aitzorrotz. La última referencia que se tiene del castillo data de 1463. Aunque no esté documentada ninguna ocupación militar en los siglos XVI-XVII, la punta de una pica encontrada en el yacimiento hace pensar que en aquella época pudo existir una ocupación militar.
Desde Bolibar
Su ascenso es fácil y sencillo desde de la preciosa anteiglesia de Bolibar, situada a 3 km de Eskoriatza. Impresionan sus caseríos, el jardín de Abadetxe y Sakristau etxea en pleno casco urbano. Avanzamos nuestro camino pasando junto al antiguo lavadero municipal para situarnos enseguida en el caserío Agiriano (388 m). Cerca, en un prado, un gran grupo de yeguas y caballos pastan tranquilamente al sol con unas magníficas vistas a Kurutzeberri.
Siguiendo la dirección que nos indica la señal que nos encontramos en dicho cruce, continuamos por la pista forestal que asciende de manera tranquila, a la sombra de enormes pinos. Las marcas amarillas y blancas son constantes y en cuestión de una hora lograremos nuestro objetivo. Una vez en él, las vistas son perfectas. Muy recomendable para hacer en familia.