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Un grupo de yeguas pasta junto al cercado de piedra a los pies de Agaotz.

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Un grupo de yeguas pasta junto al cercado de piedra a los pies de Agaotz. Belauntzaran
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Agaotz, refugio de lamias y gentiles

Este balcón de Aralar ofrece unas magníficas vistas de Larrunarri, donde viven los guardianes del bosque, aunque permanecen ocultos

Viernes, 24 de octubre 2025, 12:50

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Akerbeltz, los gentiles, las sorginas, Torto, Basajaun, Zezengorri, Samartin Txiki, Mikelats, Alarabi, Otsoko, Kixmi y otros muchos personajes mitológicos abandonarán el bosque de Lizarrusti para acercarse este sábado a Ataun. Su llegada será a las 19.15 horas a la plaza de San Martín para después dar comienzo al espectáculo organizado por Jentilbaratza kultur elkartea con dos pasajes o leyendas basados en la mitología vasca.

Alrededor de 50 actores locales, junto a otros 100 vecinos que participarán en el desfile y otros momentos del espectáculo, ofrecerán a lo largo de 90 minutos una representación teatral en la que no faltarán diferentes canciones y danzas. La obra teatral está basada en las historias, leyendas, cuentos... que a lo largo de su vida recogió en el etnólogo local, On Joxe Miel de Barandiaran.

Entre las numerosas leyendas recogidas por el sacerdote, antropólogo, etnólogo y arqueólogo más conocido de Euskal Herria, se encuentra una que cuenta que un grupo de gentiles que habitaba Aralar, por el lado de oriente, divisaron en el cielo una extraña nube luminosa. Asombrados, acudieron al más anciano del grupo. Tras sacarlo de la cueva y levantarle los párpados con palancas, al ver el espectacular resplandor dijo: «Ha nacido el 'kixmi', ha llegado el fin de nuestra raza; echadme al precipicio» (lixmi era el apodo con que los gentiles llamaban a Cristo). Asustados, echaron a correr, escondiéndose bajo la gran losa de un dolmen en el valle de Arrastaran, de esta montaña de Aralar, que desde entonces se llama 'Jentillarri'» Pero uno de los gentiles (Olentzero), de oficio carbonero, sobrevivió y bajó al valle a anunciar la Buena Nueva». Para algunos este mítico personaje es Olentzero, «el carbonero bonachón que, de un tiempo a esta parte, en el ámbito de Euskal Herria, la víspera de Navidad trae carbón a los niños o niñas que se han portado mal y regalos a todos aquellos que han sido buenos».

Información MIDE

  • Acceso Desde Beasain, acceder a Ataun y después seguir la GI-2120.

  • Horario El recorrido desde Lizarrusti hasta Agaotz ronda las tres horas y media por pistas forestales y senderos. Recomendable llevar un track si no se conoce la zona.

  • Distancia 12,6 km

  • Desnivel positivo 478 m

  • Severidad del medio 2

  • Dificultad orientación 2

  • Dificultad del terreno 2

  • Esfuerzo necesario 2

Fuera verdad, o no, la imaginación nos delata cuando nos acercamos a alguna de las zonas en las que se situaban las carboneras que todavía se puede apreciar en algunos rincones del extenso bosque cercano a esta zona del parque natural de Aralar. Desplegado en el extremo suroriental del territorio de Gipuzkoa, haciendo límite con Navarra, este parque, declarado como parque natural en 1994, abarca una superficie de casi 11.000 hectáreas dispersas por los términos de Abaltzisketa, Amezketa, Lazkao, Tolosa, Zaldibia, Ataun, y en la entidad de la Mancomunidad de Enirio-Aralar.

Un entorno precioso por el que transcurre el recorrido de esta semana. A lo largo del mismo disfrutamos de todo un espectáculo cromático en el que el verde va perdiendo fuerza, imponiéndose cada vez los tonos amarillos, ocres, rojizos... en las hojas de las enormes hayas que pueblan el bosque de Lizarrusti. Hegoi se encarga de desprenderlas de las ramas que va agitando a su paso, formando una espesa alfombra en el suelo que surcamos a nuestro paso, rompiendo el silencio que nos rodea.

Hayas centenarias enormes que parecen esconder tras sus robustos troncos alguno de los personajes mitológicos del bosque. Pero no solo hayas, también podemos ver acebos, robles, fresnos, espinos blancos... miles de árboles en los que se encuentran otra de las joyas de la zona: los tejos. Un elemento que encaja a la perfección con la magia del bosque y sus habitantes, ya que el tejo es un árbol mitológico y de leyenda. Todo el árbol es tóxico, su veneno puede potencialmente ser mortal, excepto la envoltura carnosa, de color carmesí, que envuelve la semilla. Esta envoltura resulta muy apetecible para algunas aves y mamíferos.

La magia rodea cualquier elemento que nos encontramos en el parque natural. Sus monumentos magalíticos son otra de sus joyas que contribuyen a impulsar el misterio que rezuma. De hecho, Aralar posee una importante estación megalítica en la que descubrieron el primer dolmen de Gipuzkoa. Fue en 1879 y, posteriormente, se realizaron las primeras prospecciones megalíticas. Actualmente, se encuentran catalogados 80 megalitos en la estación de la sierra de Aralar de los que 30 están enclavados en territorio guipuzcoano, mayormente en esta zona de Zaldibia, Amezketa, Abaltzisketa, Lazkao y Ataun. Se tratan de dólmenes, menhires, túmulos y círculos de piedras en los que han localizado restos humanos, fragmentos de cerámica, puntas de flecha foliáceas...

Desde Lizarrusti

Esta semana nos acercamos hasta el puerto de Lizarrusti. Partimos desde su parketxe, antigua casa de los miqueletes. Se trata de una de las casas de arbitrios. Estos edificios emplazados en los pasos a pie de carretera o junto a caminos tradicionales de montaña entre Gipuzkoa y Araba, Bizkaia y Nafarroa, donde se cobraba un impuesto por las mercancías desplazadas entre territorios. Estas casas de arbitrios fueron atendidas por cuerpos armados dependientes de las Diputaciones Forales -en el caso de Gipuzkoa, por los miqueletes-, creados por estas instituciones a finales del siglo XVIII para el mantenimiento del orden público y la administración provincial, con relevancia hasta el fin de la guerra civil española.

Seguimos las indicaciones que nos dirigen hacia el embalse de Lareo. Un paseo de unos 2,5 kilómetros sencillo que transcurre por un sendero a los pies de Malkorbizkarra, debiendo atravesar el túnel abierto en la roca.

Un entorno precioso en el que destaca el rincón junto al arroyo de Agauntza. Seguimos por la pista forestal para alcanzar el embalse, donde las indicaciones verticales nos anuncian la presencia de Sarastarri (995 m.) a 2,3 kilómetros.Será nuestro primer objetivo, para después llegar a Muñoaundi o Agaotz (973 m.).

Desde el buzón de Muñoaundi se disfruta de unas preciosas vistas de los montes que rodean a Goierri y algunos más. Belauntzaran

La marcas de pintura roja y blanca nos guían en nuestro ascenso, mientras atravesamos el bosque para después dirigirnos a Sarastarri, tras visitar la cueva de Mari. Desde su buzón, colocado por Aitzgorri mendi elkartea de Beasain. Tras disfrutar de las vistas comenzamos el descenso dirección a la campa de en el que vemos un enorme cercado de piedra.A unos doscientos metros nos encontramos la cima protagonista de esta semana, Muñoaundi o Agaotz desde el que las vistas son espectaculares.

Desde aquí, comenzamos el descenso dirección al dolmen de Erremedio hasta alcanzar la pista que nos conducirá hasta el embalse de Lareo. Una vez en la pista, tomamos a nuestra derecha pasando junto a una borda. Caminamos unos dos kilómetros hasta llegar a la puerta metálica que atravesamos rodeando el embalse.

El camino de descenso a partir de este punto es el mismo que tomamos al partir de Lizarrusti. Un paseo espectacular por un entorno que nos impresiona cada vez que visitamos y que alberga gran variedad de rincones interesantes.

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